Macroeconomía
“En Colombia ponen muchas trabas al desarrollo innovador”: la crítica de Anif
Este centro de pensamiento presentó sus propuestas para aumentar la competitividad en el país.
El Centro de Estudios Económicos Anif presentó esta semana un completo informe sobre la actualidad empresarial en Colombia, en el cual también dio a conocer sus propuestas de cara al Plan Nacional de Desarrollo (PND) en el que empezó a trabajar el actual gobierno para el periodo 2022 - 2026. Los aportes de este tanque de pensamiento y análisis están enfocados en temas como competitividad, infraestructura, tecnología, turismo y vivienda.
Antes que nada hay que tener presente que el pasado martes -15 de noviembre- el Departamento de Planeación Nacional dio a conocer las bases del PND que espera poner en marcha los cuatro años que vienen. En este documento se estima una concurrencia de inversiones públicas para los próximos cuatro años por valor de $1.048,2 billones, que es consistente con el escenario macroeconómico y fiscal propuesto en este PND.
El director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Jorge Iván González, explicó que esta primera versión de las bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 fue posible tras meses de coordinación de labores entre las entidades gubernamentales lideradas por el DNP, y tiene como eje principal sentar los pilares para definir las transformaciones que requiere el país en su objetivo de ser potencia mundial de la vida.
El documento habla de cinco transformaciones: Ordenamiento del territorio alrededor del agua y justicia ambiental; Seguridad Humana y Justicia Social; Derecho Humano a la Alimentación; Internacionalización, transformación productiva para la vida y acción climática; y Convergencia Regional. También cuenta con un apartado especial sobre la importancia del papel que tendrán las mujeres como motor de desarrollo económico, su papel en el centro de la vida política y la paz, la creación de una sociedad libre de estereotipos y gobernanza de género.
Luego de que se conocieran los primeros esbozos de este documento, el centro Anif resaltó que antes de discutir cualquier cosa de cara al futuro, es necesario tener presente que Colombia no es un país con una economía ampliamente desarrollada. Los bienes que se producen en territorio colombiano no requieren de complejos procesos de transformación y no llevan en sí un grado de innovación elevado.
“La economía está centrada en servicios, mientras que los sectores transables de la economía, especialmente aquellos que se comercian con el exterior, dependen altamente de los hidrocarburos y minerales. Por ese motivo, la innovación en Colombia es baja, incluso si se compara con países de nivel de ingreso similar. En efecto, se ubica en el puesto 63 de 132 países en el Índice Global de Innovación, al obtener un puntaje de 29.2 sobre 100″, indicaron en su texto.
Uno de los apartados que más llama la atención es en el que sostienen que el país pone muchas trabas al desarrollo de nuevas tecnologías y a la innovación. Todo como resultado del esquema legal y normativo que rige a las empresas hoy en día, el cual, según su concepto, se convierte en un palo en la rueda a la hora de generar progreso.
“Para empezar, hay un problema importante con las instituciones del país, sean políticas, jurídicas o incluso empresariales. En Colombia las instituciones ponen muchas trabas al desarrollo innovador, disminuyendo los incentivos para generar nuevos bienes con mayor valor agregado”, explicó.
En lo que tiene que ver con la competitividad externa sostiene que el 54.9 % de las exportaciones corresponden a productos tradicionales, como lo son el petróleo, el carbón y, en menor medida, el café; los cuales no requieren un proceso de transformación elaborado ni se les añade valor más allá de la materia prima y “nos quedamos en el eslabón menos lucrativo del negocio”.
“En primer lugar, se debe incrementar la inversión en Investigación & Desarrollo (I&D), tanto de los privados como del sector público. Para que incremente la inversión de los privados se debe otorgar incentivos tributarios a la compra de bienes de capital, mientras que el Gobierno debe realizar mayores inversiones públicas a través de las regalías. La meta debe ser llevar la inversión nacional en I&D a 1.2 % del PIB para 2028″, dice el informe de Anif.
También propuso que las universidades participen en este proceso por medio de la formación para el trabajo y explicó que debe haber mayor interacción entre los establecimientos de educación superior y el sector productivo de la economía y se debe hacer un mayor esfuerzo por incentivar la oferta y la demanda de programas técnicos y tecnólogos de corta duración que enseñen las habilidades y conocimientos que requieren las empresas del país.
“A nivel regional, es necesario robustecer los Consejos Departamentales de Competitividad, pues las entidades conocen en mejor medida las fortalezas y debilidades de cada departamento en materia de productividad. Además, la infraestructura para el desarrollo es vital. Hoy las regiones menos competitivas son las más aisladas de los centros urbanos más importantes del país. El transporte eficiente incide directamente en la competitividad de esas regiones”, indicó.
El Centro de Estudios Económicos Anif cerró diciendo que “una sociedad productiva es de altos ingresos y cuando hay riqueza hay bienestar” y que “uno de los grandes motivos por el rezago del ingreso del país es la falta de productividad”. Por esto, invitó a las autoridades económicas nacionales a que tengan en cuenta sus ideas y revisen de qué forma se pueden incluir en el Plan Nacional de Desarrollo.