Pensiones
“En pensiones, lo que está cotizando es el puesto de trabajo, no la persona”: Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda
El ‘talón de Aquiles’ del pobre aseguramiento para la vejez que hay en Colombia, donde solo el 40 % de los colombianos cotiza. Los años de aporte, en promedio, son nueve. Fondos privados reaccionaron a datos del ministro.
¿Se compondrá el esquema de pensiones que hay en Colombia, que viene ‘chueco’ desde hace años? Ese es el gran interrogante que buscan responder los expertos que han participado en el Congreso de Asofondos, gremios privados de pensiones, en el que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, puso un énfasis que será argumento para la defensa de la reforma pensional en el Congreso de la República, donde cursa trámite con una fuerte resistencia entre los parlamentarios.
El funcionario expresó que uno de los grandes problemas es que, quien cotiza es un puesto de trabajo, no la persona, en parte, por las características del mercado laboral, en el que el número de empleos prácticamente no se mueve, sino que las personas entran y salen por el mismo cargo.
A esa circunstancia se le debe el hecho de que, técnicamente, solo el 40 % de la población económicamente activa cotiza, la mayor parte de ellas: el 84 %, en Colpensiones y el 16 % en los fondos. “El sistema no ha pensionado de la mejor manera. Hay una salida masiva de los fondos de capitalización hacia Colpensiones”.
Bonilla volvió a sacar las cifras, según las cuales, la competencia entre las AFP y Colpensiones no suena adecuada para un sistema pensional. “De no hacer una reforma vamos a seguir teniendo una salida indiscriminada y masiva que les quita recursos a los fondos privados, pero tampoco resuelve el tema de las pensiones de los colombianos. Solo nos deja en un proceso caótico”.
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Ideas expuestas por el jefe de la cartera de Hacienda evidenciaron de nuevo que, de la cotización que hacen los colombianos en el Régimen de Prima Media (RPM) (el 16 % del ingreso), un 13 % va al fondo común que implica el régimen público de pensiones. Entretanto, en el esquema privado, de los mismos 16 puntos, 4,5 puntos, es decir, el 28 %, no entra a la cuenta individual de los afiliados.
En las estadísticas de Bonilla, los fondos tienen 18 millones de afiliados y en Colpensiones 7 millones. “Técnicamente, sería toda la población económicamente activa: prácticamente 25 millones de personas aseguradas”, argumentó.
Las cotizaciones son irregulares, lo que tiene implicaciones sobre los puestos de trabajo. “Las personas rotan mucho”. Es decir, hay un ahorro al sistema, pero no un seguro para la vejez de las personas. “En realidad solo hay 10 millones de personas cotizando, 74 % en los fondos y 26 % en Colpensiones”, dijo Bonilla.
De igual manera, hay 1.900.000 pensionados (ya reciben su mesada). “En las cuentas no están contabilizados los regímenes especiales, que ya están marchitos, pero tienen más de 400.000 pensionados, agrupados en el Fopet y el Fonpet.
Además, no están los regímenes exceptuados, ni maestros, ni Policía ni Ecopetrol, que mantuvieron sus condiciones bajo la Ley 100. En el caso de los maestros, también requieren que el Estado participe en el pago y algo similar sucede con los fondos de la Fuerza Pública, donde hay unas 400.000 personas.
Fondos reaccionaron a exposición de Bonilla
Los fondos escucharon atentos la sustentación que hizo el ministro sobre la necesidad de reforma pensional, sobre lo cual, insistieron en que “Colpensiones tiene más pensionados porque es un régimen más antiguo. La edad promedio del régimen de prima media es 51 años, mientras que la del régimen de ahorro individual que manejan los privados es 36 años”.
En cuanto al dinero de los cotizantes que va a la cuenta individual y la que va al fondo común en los regímenes, señalaron que “los sistemas no son comparables”.
También reaccionaron a lo señalado por el ministro en relación con el costo de la reforma. “Todos los expertos han coincidido en que la reforma le cuesta más plata al país. Curioso que al ministerio sea la única entidad a la que no”. El debate sigue candente.