Laboral

¿En qué trabaja la población LGBT?: por primera vez están en medición del desempleo

Esta y otras novedades en el mercado laboral que estudia el Dane con la Gran Encuesta Integrada de Hogares que fue ajustada. Definen edad mínima legal para trabajar. Desempleo en el campo preocupa.

5 de marzo de 2022
La tasa de desempleo en la comunidad LGBT es de 12,8 por ciento, dentro de una pequeña población que se autorreconoce en dicha condición sexual.
La tasa de desempleo en la comunidad LGBT es de 12,8 por ciento, dentro de una pequeña población que se autorreconoce en dicha condición sexual. | Foto: istock

A los colombianos que aborda el Dane para que respondan la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), con la cual se calcula el desempleo en el país, ahora se les pregunta si son disidentes de los géneros tradicionales(hombre o mujer). Es decir, si se reconocen como población LGBT, dentro de la cual entran lesbianas, gais, bisexuales y transgéneros. Esa fue una de las novedades del panorama del mercado laboral en enero presentado esta semana, cuando el desempleo se ubicó en 14,6 por ciento. Si bien la cifra es menor a la registrada en el mismo mes de 2021 (17,5 por ciento), la desocupación no deja de ser preocupante.

Los grupos minoritarios son los más golpeados, y entre las mujeres se profundizó la afectación: mientras que el desempleo femenino es de 19,4 por ciento, el masculino, de 11,2 por ciento.

La población que se autorreconoce como LGBT es de 632.000 personas mayores de 18 años, en los que la tasa de vacancia llega al 12,8 por ciento. Y entre los que no se reconocen como LGBT suma 11,5 por ciento. Para obtener esas estadísticas, el Dane pregunta si la persona siente atracción sexual o romántica por mujeres, hombres, ambos sexos u otra. Interroga, además, si el ciudadano se reconoce como hombre, mujer, persona trans u otra. Y, por supuesto, averigua sobre el trabajo que realiza.

Los resultados son sorprendentes y distan mucho de lo que se tiene en mente. De los que deciden no pertenecer ni al género femenino ni al masculino, el 18 por ciento está vinculado al sector comercio, y el 16 por ciento, a la rama de la administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana. Otro 12 por ciento de la comunidad LGBT presta su fuerza laboral en actividades artísticas, entretenimiento y recreación, y un 10 por ciento, en el área profesional, científica y técnica. La manufactura absorbe 10 por ciento de los LGBT, y en la agricultura, el 9 por ciento. En alojamiento y servicios de comida, se desempeña el 6 por ciento. Quienes se autorreconocen en este grupo poblacional corresponden al 1,8 por ciento de los colombianos mayores de 18 años, pero solo 437.170 están enganchados en la fuerza laboral.

Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), divulgado en 2021, ya había prendido las alarmas ante las dificultades que enfrenta la comunidad LGBT para insertarse en el mercado laboral. “Estas personas son discriminadas durante su educación, tanto por parte de los profesores como de los otros estudiantes. Esto impide que desarrollen su potencial educativo, impactando sus oportunidades laborales”. Cuando intentan acceder al mercado del trabajo, encuentran reacciones negativas de los reclutadores, especialmente si estos son hombres heterosexuales. Además, ganan menos y tienen mayor probabilidad de sufrir acoso o recibir tratamiento injusto en su lugar de trabajo, advirtió el estudio del BID, y concluyó que la inclusión de la comunidad LGBT también es clave para potenciar el crecimiento económico.

Por esa razón, el analista laboral Jaime Tenjo celebró la agregación de preguntas sobre orientación sexual e identidad de género. “Esto ayudará a entender mejor las brechas de género”.

En general, el mercado laboral colombiano es discriminatorio. Hasta ahora, se había visibilizado la menor absorción de la mujer y de la población joven, pero con las novedades introducidas, que, además, son la respuesta a recomendaciones de la OIT y la Ocde pendientes de aplicar, ahora se tiene una información clara de lo que sucede con otros grupos minoritarios.

Entre las personas discapacitadas, los ocupados son del 21,9 %.

Es el caso de los discapacitados. Según el informe del Dane, hay 2.021.000, y mientras que en la franja poblacional sin discapacidad los ocupados llegan al 64,3 por ciento, entre los colombianos con algún grado de discapacidad la cifra solo es de 21,9 por ciento.

Tener en el visor esas circunstancias, según expresó Tenjo, “es bueno porque hace que nuestros datos sean más comparables con los de otros países”. Asimismo, permitirá ampliar la claridad para que las políticas en materia de empleo sean acertadas.

Un vistazo al campo

El ajuste a la medición del desempleo también incluye un mayor foco en el 28,4 por ciento de la población que se reconoce como campesina. Se trata de 14,1 millones de personas que enfrentan un desempleo de 9 por ciento, según los datos del último trimestre de 2021. Esa realidad debe ser atendida, ya que el desempleo en el campo afecta la seguridad alimentaria, tema que recientemente estuvo en el ojo del huracán, pues la FAO presentó un mapa que ubicaba a Colombia como un país con hambruna.

En la rama de la agricultura, durante enero los ocupados fueron 2.963.000, en comparación con los 3.214.000 del mismo mes de 2021, lo que implica que 250.000 personas perdieron el empleo rural. Esta fue la única actividad económica entre todas las que entran en la medición del desempleo, que se contrajo. La gente se va de las áreas rurales, donde a veces no hay ni luz ni internet, servicio que se volvió indispensable. El país lleva años hablando de crear oportunidades en esas zonas para que las personas no tengan que salir en estampida a las áreas urbanizadas, en las que a veces encuentran un peor destino.

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En el campo fue donde más se perdieron en empleos, según últimas mediciones. | Foto: Getty Images

La generación de empleos se concentró más en el comercio y reparación de vehículos, actividades profesionales, científicas y técnicas, alojamiento y servicios de comida, sectores que aportaron más de la mitad de los puestos recuperados, 1.584.000, mientras 3.552.000 colombianos aún están desocupados.

En el mercado laboral persisten algunas características resaltadas por la Misión de Empleo y que poco o nada se han corregido. Es el caso del trabajo por cuenta propia, que, en general, equivale a un empleo precario. En enero fue allí cuando más se recuperaron empleos, con lo cual se pasó de 7.710.000 trabajadores por cuenta propia en 2021 a 8.816.000 en 2022.

Trabajo cuenta propia, el que más se recuperó

El total de ocupados en Colombia durante el primer mes del año fue de 20.696.000, de los cuales el 42,6 por ciento realiza una actividad por cuenta propia, que incluye tanto al odontólogo que pone un consultorio privado como al ciudadano que se para en el semáforo a vender dulces. Otro 42 por ciento tiene un empleo particular (siempre hay una dependencia del empleador).

El Colectivo Justicia Racial interpuso esta acción de carácter constitucional, que fue admitida por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca. Conozca sus razones.
Quibdó es la ciudad con mayor desempleo en el país. | Foto: CIVP

Tampoco se pueden borrar del radar las grandes diferencias en la desocupación entre las regiones. En la medición entra ahora la isla de San Andrés, con lo cual el indicador nacional reflejará lo que sucede en 24 ciudades (antes eran 23).

Se destaca Quibdó, con una tasa de desempleo de 21,3 por ciento, seguida de Valledupar, con 16,5 por ciento. En el extremo opuesto, con las cifras más bajas de desocupados, ya no aparece Barranquilla. Ahora figuran Armenia, con 9,4 por ciento, y Bucaramanga, con 10 por ciento.

La actualización del Dane en relación con el mercado laboral incluye la corrección de la edad legal para trabajar: antes era de 12 años y ahora solo está autorizada a partir de los 15. Se trata de un cambio que, junto con la inclusión de San Andrés como ciudad que ingresa a formar parte de las estadísticas laborales, traerá modificaciones a los resultados.

Daniel Reina/SEMANA | Foto: Daniel Reina

“Esto dará tasas de participación diferentes y puede también afectar las tasas de desempleo. Posiblemente, estos efectos van a ser muy pequeños, pero para los analistas es importante poder ver qué parte de los nuevos datos que saldrán se deben a ajustes en la metodología y qué parte, a cambios en las condiciones del mercado laboral”, señaló Jaime Tenjo.

Las novedades en la GEIH deben servir para ver con mayor claridad el camino que conduzca a atacar el desempleo, un fenómeno que viene avanzando desde hace años sin que se logre tomar el toro por los cachos. Varios analistas estiman que solo con la atención a la situación de la mujer habría grandes avances, una de las tareas prioritarias para el nuevo Gobierno.

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