EMPLEO
Entre 159.000 y 205.000 colombianas volverían al mercado laboral con el regreso de las clases
En Bogotá, la Alcaldía permitió el regreso gradual a las clases presenciales por medio de la alternancia desde el próximo 8 de febrero.
Una de las principales problemáticas que ha dejado la pandemia del coronavirus en el mercado laboral colombiano es el incremento de la desigualdad entre hombres y mujeres, pues la pandemia llevó a más mujeres al desempleo que a hombres.
Muchas mujeres no han podido regresar al mercado laboral porque las instituciones educativas siguen cerradas y sus hijos, en especial cuando son menores de edad, están todo el día en la casa y requieren atención constante.
“Las mujeres que tienen menores de edad a su cargo no pueden volver a trabajar si no hay una institución educativa que reciba a sus hijos. No hay que dejar de lado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha insistido en que un retorno seguro a las aulas es posible y ha generado protocolos de acompañamiento a gobiernos para la reapertura”, dijo la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif).
Histórica y culturalmente, la función del cuidado de los hijos y el hogar en Colombia ha sido responsabilidad de las mujeres, por lo que el hecho de que los niños que estudian en colegios o jardines tengan clases virtuales ha obligado a muchas mujeres a quedarse en casa para cuidar de ellos.
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Pero, según el más reciente Reporte del Mercado Laboral elaborado por el Banco de la República, entre 159.000 y 205.000 mujeres podrían regresar al mercado laboral si se abren los jardines y se regresa a clases.
Las clases presenciales para disminuir la brecha
Algunas de las propuestas que se han realizado para disminuir esa brecha de género que hay en el mercado laboral es la implementación del regreso presencial a clases, en especial de colegios y jardines.
“La reapertura de los servicios de cuidado de la primera infancia y los colegios ayudaría a disminuir la brecha de género en la participación laboral, teniendo efectos relativamente moderados sobre el desempleo total”, dice el documento elaborado por los investigadores del Banco de la República.
La codirectora del Emisor, Carolina Soto, también considera que las clases presenciales y la apertura de jardines, establecimientos en los que la mayoría de trabajadores son mujeres, es fundamental para que estas vuelvan al trabajo.
“A lo largo de la historia, este es el momento más crítico de esa brecha de género (laboral) y esto pasa por las restricciones a las actividades de servicios, comercio, educación y actividades de cuidado como los jardines infantiles”, dijo Soto, días atrás.
Políticas con enfoque de género
Si bien el regreso a clases y la reapertura de ciertos establecimientos ayudaría a disminuir la brecha de género, esto no sería suficiente para impulsar el empleo femenino en el país.
Los investigadores del Emisor cree que tanto las clases presenciales como la apertura de los jardines deben ser solo una parte de una política mayor cuyo objetivo sea generar trabajo formal femenino.
“Estas consideraciones podrían ser un insumo de utilidad para el diseño y la implementación de políticas públicas orientadas a reducir las brechas de género”, dice el texto.
Se espera que cuando la Misión del Empleo entregue las recomendaciones al Gobierno nacional, se incluyan iniciativas con enfoque de género para implementar en todo el territorio nacional.
En 2020 se amplió la brecha
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló días atrás que el desempleo promedio de las mujeres entre enero y diciembre de 2020 fue de 20,4 %, mientras que en hombres fue de 12,7 %.
Esto quiere decir que la tasa de desempleo en las mujeres en 2020 fue 60,6 % más alta que la de los hombres, lo cual refleja un problema de inequidad y de brecha de género en el país.
Además, el desempleo femenino estuvo por encima del promedio nacional, que fue del 15,9 %, cifra que aumentó por el impacto de la pandemia del coronavirus y las medidas de aislamiento en la economía nacional.
Lo que preocupa es que la brecha de género entre hombres y mujeres aumentó en 2020 casi ocho puntos porcentuales (pps). Entre el 20,4 % de desempleo femenino y el 12,7 % del masculino hay una diferencia de 7,7 pps.