Consumo e inflación
Es oficial: la ropa importada en Colombia tendrá aranceles del 40 % y subirá de precio
Ya fue publicado el documento que formaliza este aumento en el pago de impuestos para estos productos.
Tal y como venía anunciando que pasaría desde finales de octubre, el Gobierno del presidente Gustavo Petro, finalmente, le impuso un arancel del 40 % a la ropa importada que actualmente ingresa y se comercializa en el país. Esta es una medida que si bien busca proteger la industria textil nacional, se da en un momento en que muchos expertos podrían considerar inapropiado, ya que la situación económica de muchas familias no es la mejor y este aumento de impuestos se traducirá -sin duda- en nuevas presiones sobre la inflación.
Esta decisión se hizo oficial por medio del decreto 2598 del 23 de diciembre del 2022, con el cual se establece que a partir de ahora las prendas de vestir y artículos confeccionados que se produzcan en el exterior y pretendan ser comercializadas en Colombia, deberán pagar un arancel del 40 %. Actualmente, este gravamen es del 15 %, con lo cual se aprecia que aumentará un 25 % una vez entre en vigencia.
De acuerdo con lo dicho hace poco más de un mes por el presidente de la República, Gustavo Petro, este tipo de medidas buscan, además de fortalecer la industria nacional, hacer frente a flagelos como el contrabando, el cual calificó en su momento como “la otra cara de la moneda de la exportación de cocaína ilegal”.
YA ES OFICIAL:
— Daniel F. Briceño (@Danielbricen) December 28, 2022
En 2023 la ropa importada tendrá un arancel del 40%.
El gobierno nacional expidió el decreto que hará que la ropa se vuelva más cara en el país.
Una lamentable decisión. pic.twitter.com/0f6u7X6xBD
“Modifíquese parcialmente el Decreto 1881 del 30 de diciembre del 2021 en el sentido de establecer un arancel del 40 por ciento (40 %) ad valorem a las importaciones de cualquier origen de nación favorecida (NMF) para los productos clasificados en los capítulos 61 y 62 del Arancel de Aduanas Nacional”, dice el documento. Los capítulos 61 y 62 de aranceles se refieren a las prendas, complementos de vestir y artículos confeccionados.
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Así mismo, esta normativa, firmada por los ministros de Hacienda, José Antonio Ocampo; y de Comercio, Germán Umaña, establece que se deberá aplicar el arancel en todos los productos provenientes de una Zona de Régimen Aduanero Especial, de una Zona Franca o de un Centro de Distribución Logística Internacional.
Un punto muy importante a resaltar y que da un aire de tranquilidad a quienes está importando recientemente es que “los aranceles establecidos en el presente artículo no serán aplicables a aquellas importaciones de mercancías que se encuentren efectivamente embarcadas hacia Colombia con anterioridad a la fecha de entrada en vigencia de este decreto”, según se lee en la normativa.
“Los aranceles a los que se refiere este decreto, no modificarán ningún programa de desgravación preferencial vigente en Colombia. El Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior revisará anualmente el gravamen arancelario establecido en el presente decreto”, dice este documento en otro de sus apartados.
De acuerdo con un informe del Ministerio de Comercio, las importaciones crecieron 43,1 % en 2021, frente al año anterior, principalmente por mayores compras de T-shirts y camisetas, lo que contribuyó a la variación en 7,1 p.p. (puntos porcentuales). Además, en este documento, explican que para julio de 2022, la tendencia en las compras externas del sector aumentó un 42,6 %, en relación con el mismo período del año anterior.
Este comportamiento fue explicado principalmente por las mayores compras de trajes, conjuntos y chaquetas para damas o niñas, que contribuyeron con 8 p.p. a la variación.
Desde que se anunció el borrador de este decreto, en el país se desató un debate entre quienes están a favor y en contra de la medida. Por un lado, voceros gremiales como Javier Diaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), manifestó inconformismo: “me parece inconveniente, pues castiga al comercio formal y le aumenta la rentabilidad al contrabando. Con una devaluación del 31 % y un arancel del 40 %, el margen para el contrabando es inmenso”.
En el caso de los productores nacionales, las reacciones fueron diferentes, pues aseguran estar felices con la medida. Por ejemplo, la Confederación Colombiana de Algodón, Conalgodón, unos días atrás le pidió al Gobierno Petro no reducir los aranceles a los hilados porque, según ellos, al reducir los aranceles a los hilados en Colombia acabaría con la producción de algodón de cerca de 600 cultivadores de algodón.
Jairo Palma, agricultor del Tolima y líder gremial de empresas que reúnen a 19 algodoneros del norte del Tolima, aseguró que “con el tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos desde 2003, el país puede importar algodón de EE. UU. con el 0 % de aranceles; pero si empresarios textileros quieren importar productos ya elaborados como los hilos y las telas para realizar confecciones de otros países, sí tienen que pagar unos aranceles para proteger la producción nacional y proteger el productor colombiano”.