REFORMA TRIBUTARIA
Esta es la larga lista de la comida que será más cara de ahora en adelante por la reforma tributaria de Gustavo Petro. Están las empanadas, la natilla y los helados
Los impuestos saludables son muy comunes en el mundo y buscan desalentar el consumo de alimentos que pueden llegar nocivos para la salud. Pero afectan el bolsillo, especialmente de quienes menos tienen.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alentado los llamados impuestos saludables, el tema que más controversia genera en la tributaria de Gustavo Petro. “Son aquellos que gravan los productos no saludables (por ejemplo, tabaco, alcohol, bebidas azucaradas). El consumo de estos productos es un factor de riesgo importante para múltiples enfermedades no transmisibles (ENT), incluidas enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes. Asimismo, el consumo de estos productos genera externalidades negativas, así como consecuencias socialmente indeseables que no se reflejan en su precio de mercado”, sostiene la entidad.
Para el presidente Gustavo Petro, esta causa era una prioridad. Sin embargo, se chocó con un problema. También son los que en un primer momento afectan a quienes menos tienen. Teniendo en cuenta que la comida más saludable suele ser más cara y que en los hogares pobres la alimentación suele tener un porcentaje mayor del salario que en quienes ganan más, la medida ha sido muy criticada.
A pesar de que en el largo plazo, según la OMS, “los impuestos saludables son medidas progresivas que benefician relativamente más a las poblaciones de bajos ingresos considerando la reducción en los costos de atención médica y la carga sanitaria que estas enfrentan”.
A eso se suma el clamor de la industria nacional que produce este tipo de alimentos, que en algunos municipios es el eje central de la actividad económica de la región. La reforma tributaria planteaba este impuesto así:
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Para las bebidas azucaradas
- Si la bebida tiene menos de 6 g de azúcar por cada 100 ml, no le aplicaría impuesto durante los primeros tres años.
- Si la bebida tiene de 6 g a 10 g de azúcar por cada 100 ml, le aplicaría un impuesto de $18 a $28.
- Si la bebida tiene más de 10 g de azúcar por cada 100 ml, le aplicaría un impuesto de $35 a $55.
Por su parte, los alimentos ultraprocesados (incluyen embutidos, snacks, cereales, galletas, dulces, chocolates, o lo que coloquialmente se conoce como ‘mecato’), tendrían un impuesto sobre el precio final, de la siguiente manera:
- 2023: impuesto del 10 %.
- 2024: impuesto del 15 %.
- 2025: impuesto del 20 %.
Los que sí pagaran impuestos componen una larga lista de alimentos. Por ejemplo, las carnes frías están incluidas por su alto nivel de sodio: los perniles, el salami, el peperoni, las preparaciones de pavo y de pollo, las albondigas, las empanadas de carne, las salchichas, el jamón.
También están los dulces que componen el mecato de los colombianos como los chicles, las gomitas, las mermeladas, los masmelos, las barras de cereal, las tortas, los alfajores, las papás fritas, los patacones, los chicharrines, las brevas y los duraznos en almibar, los helados, los brownies.
La Navidad, por ejemplo, no se salvó: quedaron dentro tanto la natilla, como los buñuelos.
Las salsas también están en el paquete, la de tomate, la mostaza y la mayonesa. Y los alimentos para bebés, como la compota.
En las bebidas azucaradas quedaron todas: las gaseosas, las leches achocolatadas, el café instantaneo, el chocolate, las energizantes y los jugos.
Alimentos que quedan gravados con la Reforma Tributaria. Mayor informalidad, menos empleo, menos consumo. No hubo manera de que se aceptara un período de transición productiva pic.twitter.com/4s2xcUbJdI
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) November 3, 2022
Sin embargo, en el candente debate en Senado algunos productos quedaron excluidos. La miel, la leche, el bocadillo y las obleas fueron sacados de la medida. El pan, que es la base de la comida de muchos colombianos, y que en la teoría debería estar en este impuesto, tras una álgida discusión, también se salvó.
Los productores deberán pagar ese impuesto, pero el Gobierno les dio unos meses para acomodarse. Todos los cobros comenzarán después de julio de 2023.
Así va la reforma tributaria
Al filo de la media noche (11:55 p.m.), en un candente y extenso debate, el Senado de la República aprobó la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro.
En la jornada, que se extendió por 15 horas, hubo de todo. Se presentaron peloteras, ánimos exaltados, euforia en la oratoria, insultos, apoyos, mensajes de protesta, atuendos que pretendieron sentar una posición a favor o en contra.
Al final, se llevó a cabo la votación y aprobación en el Senado, del paquete que transforma la manera de pagar impuestos en Colombia; mientras que la Cámara de Representantes suspendió la sesión, con parte de la tarea hecha, para continuar el jueves.
Desde ya, los colombianos tendrán que irse preparando para el nuevo esquema de tributación que quedó en la reforma tributaria aprobada, en la que están: un impuesto al patrimonio; modificaciones a la tributación de los dividendos; pago de impuesto de renta con tarifa más alta a personas naturales con más de 10 millones de ingresos mensuales; impuestos a los hidrocarburos; sobretasa en el impuesto de renta al sector financiero y a las electrificadoras; impuestos saludables; eliminación o disminución de beneficios tributarios, tanto para personas como sectores, entre otras medidas.
Durante el debate se estableció que las iglesias no tendrán un impuesto, como lo había propuesto el proyecto desde su texto original. Una iniciativa presentada por la oposición pidió el hundimiento del artículo y así lo hicieron con 59 votos por el si a la eliminación.
El articulado, en su mayoría, se votó en bloque, pero las propuestas más álgidas, que quedaron para la parte final, enredaron el debate y lo extendieron hasta casi la media noche.
Ahora, habrá que esperar las decisiones que se tomen en la Cámara de Representantes, para definir si será necesaria una conciliación, como lo piden las normas cuando hay diferencias en los textos que aprueban de manera independiente en las dos cámaras.
Uno de los artículos más complejos de la reforma, el del impuesto a los hidrocarburos, recibió el aval, pese a que también se pidió su hundimiento. De él depende gran parte de los recursos que obtendrá el gobierno con el recaudo tributario que dará la iniciativa legislativa una vez se convierta en ley.
Muchas peticiones de eliminación
Algunos congresistas proponían la eliminación de artículos y el borrón se dio en ciertos casos, como el del número 9, que, según explicó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, buscaba igualar el derecho de los pensionados colombianos con el de los extranjeros, al dejarles las mismas deducciones cuando tienen a su cargo dependientes. Al final, el artículo fue hundido.
Pero no fue la única propuesta de eliminación de medidas en la reforma, pues al menos una veintena de artículos motivaron peticiones de eliminación. Los opositores al gobierno pedían quitar el impuesto al patrimonio, el de los plásticos de un solo uso, el de las iglesias, y los artículos relacionados con la llamada presencia económica significativa, entre otros. En algunos casos lograron su objetivo.
El estudio de esas peticiones hizo parte de lo que demoró el debate, que comenzó a las 9:30 de la mañana en el Senado, y se prolongó hasta casi la media noche, pues el presidente de esa célula legislativa, Roy Barreras, habló de dar todas las garantías de participación.
En relación con propuestas de eliminación de artículos, dentro de las proposiciones que hicieron algunos parlamentarios, con varias firmas de respaldo, principalmente de integrantes del Centro Democrático, estuvo la de quitar de la reforma tributaria la medida que busca cobrarle impuestos en Colombia a empresas como las plataformas que prestan su servicio a través de la nube (tienen presencia económica significativa en el país aunque no cuenten con sede acá). Debido a la fuerte controversia que generaba la medida, intervino el ministro del interior, Alfonso Prada, para ofrecer una solución mediadora: una transición para iniciar el cobro del impuesto.
Abecé de lo debatido
- Impuesto al patrimonio: aunque casi se hunde, finalmente fue votado. Grandes fortunas tendrán tarifas de entre 0 y 1,5 %. La tarifa más alta será transitoria.
- Impuesto a los dividendos: también fue avalado en plenaria del Senado.
- Impuesto a hidrocarburos: tuvo propuesta de eliminación, pero el gobierno y los ponentes sustentaron que era clave en la reforma tributaria, pues sin él no habría el suficiente recaudo. Entre tanto, el ministro de Hacienda argumentó que lo que se les está pidiendo es un aporte, debido a los altos precios de los commodities, lo que les ha generado generosas utilidades.
- Cárcel para evasores: esta medida llegó en la ponencia para segundo debate (en el primer debate no estuvo), pues el gobierno pidió conceptos a las entidades judiciales, para resolver interrogantes, por tratarse de una medida de tipo penal. Después de ajustes aplicados durante el trámite, dejaron medidas para castigar la evasión tributaria y la omisión en el pago de impuestos. El senador Barreras insistía en enviar cierto mensaje irónico alrededor de lo que finalmente quedó en materia de castigo al evasor. El congresista enfatizaba en que, “un evasor que roba el primer año y paga, le perdonan; roba al segundo año y también es perdonado luego de cubrir la deuda, y vuelve a robar por tercera vez y ahí si tendrá cárcel”. El monto de la evasión es de más de 1.000 millones de pesos.
- Impuesto saludable: fue uno de los que más debate tuvo. Se pedía excluir algunos productos como las pastas o incluir los edulcorantes. El ministro de Hacienda confirmó que se excluye el pan, la miel, el dulce de leche, el bocadillo y las obleas. También se dio un periodo de transición, por lo tanto, el impuesto para las bebidas aplicará a partir del 1 de julio del 2023 y el de los alimentos, desde el 1 de septiembre del próximo año. Miguel Uribe, a nombre del Centro Democrático, intervino para reclamar la autoría de los cambios logrados. Finalmente, el impuesto saludable, con modificaciones, fue aprobado.
- Impuesto a las iglesias: el artículo que contenía esta medida fue hundido por mayoría.
- 4x1.000: según lo aprobado, se acaba el 4x1000 para quienes hagan movimientos en sus cuentas bancarias inferiores a $13,3 millones al mes.
- Impuesto a las pensiones: fue retirado de la ponencia, por el propio gobierno, antes del debate en plenaria, según acuerdo con los ponentes de la reforma.
- Zonas francas. tendrán el 20 % del impuesto sobre el valor que exporten, mientras que deberán asumir el 35 % cuando sus productos se comercialicen en el mercado local.
- Proposición de revivir el día sin IVA: fue introducida por Miguel Uribe, desde la trinchera de la oposición. El senador Efraín Cepeda se unió, para pedir que se deje al menos una jornada, pues ya estaban listos los inventarios en el comercio.
Protagonistas
En el candente debate de la reforma tributaria sobresalieron los ministros Alfonso Prada y José Antonio Ocampo, quienes estuvieron al frente en todo momento, dando la pelea por defender la propuesta del gobierno cada vez que había amenaza de hundimiento de alguno de sus contenidos.
También se destaca la participación del presidente del Senado, Roy Barreras, que, pese a que en un par de ocasiones se exaltó, dijo que daría todas las garantías de participación y así lo hizo. Inclusive, mencionaba que había tiempo: “el jueves, el viernes, el sábado, el domingo...” podrían seguir con el trámite de la tributaria.
Por parte de los parlamentarios, uno de los que más intervenciones tuvo fue el senador Miguel Uribe, que lideró la participación de la oposición presentando propuestas, desde el archivo de la reforma, hasta proposiciones de eliminación de artículos o modificaciones.
De igual manera, el senador David Luna también se mostró activo en la jornada. Y, en varias ocasiones, fue destacado el papel de los que se abstuvieron de participar o lo hicieron en forma breve, para ayudar con los tiempos de aprobación de la reforma en una sola jornada.
Con toda la artillería
El Centro Democrático fue uno de los partidos que más dio la batalla en el debate de la reforma tributaria, para introducir cambios. Pidieron el archivo de la reforma; cuando no lo lograron pelearon por excluir el pan de los productos gravados con impuesto saludable; por la no imposición de gravamen a las iglesias, buscaron quitar el impuesto a los hidrocarburos, entre otros.
Lo cierto es que el debate fue intenso. La mayor parte de la mañana, en la plenaria del Senado, se evacuaron los impedimentos que develan los congresistas. Finalmente, a nadie dejaron salir del recinto por los impedimentos señalados.
Como se ha vuelto costumbre, el Senado empezó más temprano que la Cámara (hay que recordar que el segundo y último debate de la reforma tributaria se adelante, de manera simultánea, en las plenarias de las dos cámaras legislativas).
El trámite, hacia el medio día, avanzaba en el Senado, donde ya empezaba la votación en bloque, de los artículos que no tenían ninguna proposición colgada.
A la misma hora, en Cámara, apenas escuchaban las sustentaciones de los oponentes a la reforma, entre ellos, el representante Óscar Darío Pérez, quien habló de todo lo que la propuesta contiene. Sin embargo, enfatizó en que el contenido del texto que se votará es “gravoso” para las personas naturales y para las empresas, por lo que presentó ponencia negativa.
Los ánimos se iban exaltando a medida que se ahondaba en el debate. Inclusive, para la votación de la sesión permanente que se requería para continuar el debate en la misma jornada, hubo tensión. En el espacio del Congreso, varios parlamentarios llevaron mensajes de protesta contra la reforma tributaria: carteles, globos, mensajes en los escritorios de los oponentes.
Al final, volvió a repetirse la misma votación con la que inició el debate: la que derrotó la propuesta de archivar la reforma. Es tradicional que, una vez se produce la primera votación de alguno de los temas que pide el presidente del estrado legislativo (Roy Barreras), las demás votaciones siguen en la misma tendencia. Más aún en esta oportunidad en la que el gobierno de turno tiene todavía la aplanadora política andando, debido al respaldo de partidos como los Verdes, Comunes, entre otros.
Como pocas veces en una reforma tributaria, el proyecto no está contra las cuerdas en materia de tiempos. Podrían irse hasta diciembre, pues la iniciativa debe ser aprobada antes del último día del último mes para que pueda aplicar a partir del 1 de enero del nuevo año. De esa manera, quedó aprobado en el Senado el proyecto de ley -quizás el más importante para la administración del presidente Petro-, que incluye la plata para hacer realidad las propuestas de campaña.