Macroeconomía
Estados Unidos no incumplirá con sus pagos antes del 5 de junio
La secretaria del tesoro, Janet Yellen, le pidió al Congreso norteamericano que eleve el techo de la deuda.
La situación económica de los Estados Unidos está llegando a su momento más crítico. El Gobierno norteamericano ha intentado desesperadamente evitar el impago de su deuda, pero apareció un salvavidas, o al menos es lo que dejó ver la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, quien le pidió al Congreso de este país que eleve el techo de su cupo de endeudamiento, de lo contrario, el 5 de junio comenzaría el impago.
La solicitud se viene haciendo desde hace varios días, pues las autoridades monetarias estadounidenses saben los adversos efectos que tendría para su economía, y la de muchos países, que esta nación incumpla con el pago de sus responsabilidades.
Precisamente Janet Yellen, hace unos días, le pidió al Congreso que salvara la economía de su propio país: “Estados Unidos ha mantenido sus compromisos financieros desde 1789 pagando sus cuentas a tiempo. El Congreso ha impedido el incumplimiento 78 veces. Es esencial que lo hagan de nuevo”.
The U.S. has kept its financial commitments since 1789 by paying its bills on time. Congress has prevented default 78 times. It’s essential they do so again. pic.twitter.com/azPjhFdUry
— Secretary Janet Yellen (@SecYellen) May 22, 2023
Se estima que la deuda que acarrea el Gobierno de los Estados Unidos es de 31,4 billones de dólares y esto es precisamente lo que le está pidiendo la administración de Joe Biden al Congreso, que se eleve ese cupo de endeudamiento, por lo que tendrá que recortar el presupuesto y recursos de ciertas entidades estatales, con el fin de cumplir con sus acreencias.
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Dentro de las consecuencias más inmediatas que sufriría la economía norteamericana sería: una rebaja en la calificación crediticia y la devaluación del dólar.
El problema es que el gobierno del demócrata Joe Biden le está haciendo la solicitud a Kevin McCarthy, presidente del Congreso y miembro del Partido Republicano (opositores), que en repetidas ocasiones ha denunciado cómo el Estado gasta mucho dinero de forma innecesaria.
Queda una semana para saber si Estados Unidos cumplirá, o no, con sus deudas
Según lo dicho por McCarthy, en los últimos días el Congreso y el Gobierno habían avanzado para avalar que se aumentara el techo del endeudamiento, no obstante, la notificación de la secretaria del Tesoro, que es un alivio porque garantiza una semana más evitar el impago, podría generar un revés en las conversaciones por la premura del tiempo.
“Desde enero, les he subrayado el riesgo de que el Tesoro no pudiera satisfacer todas nuestras obligaciones a principios de junio, si el Congreso no elevaba o suspendía el límite de deuda antes de esa fecha (...). En mis cartas, también señalé que seguiría informando al Congreso a medida que dispusiera de más información. Basándonos en los datos disponibles más recientes, estimamos ahora que el Tesoro no dispondrá de recursos suficientes para satisfacer las obligaciones del Gobierno si el Congreso no ha elevado o suspendido el límite de deuda antes del 5 de junio”, declaró Janet Yellen en una misiva dirigida al presidente del Congreso.
Los primeros programas que se verían afectados serían los sociales y médicos. Según la secretaria del Tesoro, los giros que se efectuarán para estos rubros serán con un monto muy bajo. Todo esto, explicó la funcionaria, estaría inquietando a los mercados, además que la confianza de las empresas y los consumidores se vería afectada.
“Aunque esta medida no se ha utilizado desde 2015 debido a su tamaño limitado, el nivel extremadamente bajo de los recursos restantes exige que agote todas las medidas extraordinarias disponibles para evitar no poder cumplir con todos los compromisos del Gobierno”, agregó Yellen.
La propuesta del gobierno Biden es aumentar el techo por dos años, y se comprometen a no afectar el gasto en programas militares ni de sus veteranos. Ahora la última palabra la tendría el Congreso, que en una semana tendrá que aceptar las pretensiones de los demócratas, o aceptar las consecuencias económicas de incurrir en el impago.