Energía
Este es el riesgo de soportar el abastecimiento energético en Colombia, mayoritariamente en la energía solar
Estudio de la Universidad Nacional hizo el análisis de lo que hay o lo que viene. En 5 escenarios previstos siempre habría déficit.
Colombia sigue en vilo con el abastecimiento energético, en medio de los diferentes tropiezos que hay para avanzar en la consolidación de una matriz energética diversificada que reduzca el riesgo de que en el mediano plazo se produzca un apagón.
La Asociación Colombiana de Generadores de Energía, Acolgén, financió un estudio con la Universidad Nacional, con el fin de estimar, a partir de lo que hay, lo que podría faltar en el futuro.
De esa manera, los investigadores se basaron en la información que maneja la UPME (Unidad de Planeación Energética). De allí se desprende que, de 362 proyectos existentes en la actualidad, para cubrir el suministro en Colombia, el 85 % se basa en energía solar, 1,8 % en eólica y un 12,6 % en hidráulica.
Cumplir la expectativa con la solar requiere desafíos
Uno de los mensajes que más posiciona el gobierno, en medio de una transición energética, es el de obtener más energía de fuentes renovables como la solar y la eólica, sin embargo, de la capacidad instalada, la fuente solar representa el 2 % y el 0,1 % es eólica
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Si bien ese camino de aumentar las fuentes de energía renovables puede sonar clave para los objetivos de luchar contra el cambio climático, lo cierto es que se requiere tener los pies sobre la tierra para enfrentar los desafíos que implica, toda vez que se trata de la seguridad energética de los colombianos.
Para realizar sus estimaciones futuras, el equipo investigador de la Universidad Nacional partió de un promedio en el incremento del consumo de energía, de entre 2,2 y 3,4 %, para llegar a establecer si con ese ritmo en la demanda, que en la actualidad ha llegado a estar en 5 %, tendríamos disponibilidad de energía en los siguientes años, con los proyectos que hay.
El lapso incluido en la investigación va hasta 2036. En ese tiempo, se plantaron 5 escenarios distintos, dependiendo de los problemas que se puedan presentar y que afecten el abastecimiento. Estas serían las probabilidades:
Primer escenario: en este supuesto entrarían en operación todos los proyectos que hay y, aún así, habría la posibilidad de un déficit energético, pues están contándose los riesgos como el Fenómeno del Niño.
Segundo escenario: Para el siguiente escenario se incluyen solo los proyectos que están en áreas donde no hay conflictos potenciales. Es decir, no estaría ni la Guajira, ni Cesar, ni Magdalena.
Tercer escenario: entrarían los proyectos que no tienen problemas, pero no habría entrada de Hidroituango a aportar la energía que se tiene prevista.
Cuarto escenario: entran los proyectos que no está sujetos a otro proyecto de generación o de transmisión.
Quinto escenario: incluye solo los proyectos OEF, es decir, los que tienen Obligación de Energía Firme.
¿Qué concluyen?
Lo cierto es que el estudio concluye que en 2 de los 5 escenarios simulados, la energía en firme (es decir, la que está garantizada en todo momento del día) no sería suficiente para abastecer toda la demanda, desde el 2027.
Además, la investigación llega al punto de establecer que el escenario más realista sería el que incluye 26 proyectos que ya tienen compromisos de mercado para ingresar antes de 2027, los cuales, solo representan 3,6 Gigavatios, lo que equivale a un 19 % del total del sistema de hoy, dice el informe.
¿Qué hacer?
La idea del estudio es hacer sonar un campanazo a tiempo, para que se haga la planificación necesaria que amplíe las fuentes energéticas y se nivele la cancha en el caso de la energía solar, que si bien es bueno que aporte más megavatios, también es cierto que el camino no es tan fácil como lo pintan. Santiago Arango, profesor de la Universidad Nacional, dice que los desafíos son enormes, pues si en 2036 el 30 % de la energía provendrá de fuentes solares, se requieren los complementos del caso para garantizar el suministro en horas de alta demanda, que son en las jornadas nocturnas, cuando no hay sol. El almacenamiento sería una salida, pero es algo costoso y también tiene sus impactos (por ejemplo, el terreno que se requiere para instalar paneles solares es amplio y el almacenamiento es costoso).
Los cinco escenarios planteados en el estudio coinciden en algo: en todos, hay estrés para el suministro energético.
De ahí que el experto recomiende establecer las alternativas que podrían aportar otras fuentes energéticas, como la térmica y la hidráulica. Es decir, hay que plenificar desde el punto de vista energético.
Y otro punto que sugiere el experto es que, sean cual sean las fuentes energéticas que se incluyan en la planificación, deben tener claridad acerca de los costos que acarrean y de quién los va a pagar.