Estos son cuatro desafíos para la caficultura colombiana, según el Ministro de Hacienda

La industria del café en Colombia viene experimentando, desde hace varios años, una serie de desafíos en materia de producción, comercialización y rentabilidad que tienen incidencia en su competitividad tanto en el mercado interno, como externo.

Si bien el comportamiento que ha registrado el dólar ha impactado de manera coyuntural en las finanzas de los caficultores, esta situación que es motivo de alegría no compensa las dificultades que estos vienen arrastrando y llenan de incertidumbre el panorama a futuro.

Pero, ¿cuáles son los desafíos que enfrenta la caficultura colombiana? Según el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, estos se concentran, principalmente, en cuatro que será necesario atender para garantizar el desarrollo de una industria que fue clave para la internacionalización de la economía colombiana.

En primer lugar, dijo Ocampo que se debe “mejorar la productividad y rentabilidad del cultivo, mediante la renovación de cafetales, la optimización de los costos de producción y la administración de los riesgos que impactan el sector”.

Según el funcionario del gobierno Petro, esto exige la puesta en marcha, mediante un esfuerzo conjunto, de un programa para la renovación de cafetales envejecidos y el establecimiento de nuevos cultivos por medio de la siembra de variedades resistentes a la roya desarrolladas por Cenicafé.

“Ambas tareas son esenciales para mantener el parque cafetero en condiciones óptimas de producción y mejorar el nivel de ingresos de las familias cafeteras”, sostuvo.

En este aspecto, es importante resaltar que en lo corrido de 2022, se han renovado 48.650 hectáreas de cafetales, lo que corresponde a apenas 5.000 hectáreas por encima de las áreas intervenidas en medio de las dificultades logísticas y de oferta de mano de obra registradas en 2020, al comienzo de la pandemia de la covid-19, y a 29 % menos áreas de las renovadas realizadas en igual período de 2021.

Mientras tanto, la meta propuesta es renovar 84.000 hectáreas, equivalentes al 10 % del área sembrada, y consistente con las recomendaciones técnicas de Cenicafé. Con base en la estructura de tecnificación del parque cafetero, el ministro Ocampo expresó que “la expectativa es entregar incentivos a un poco más de 35.000 hectáreas de cafetales a renovar en 2023 a través de esta iniciativa”.

El segundo desafío es consolidar los propósitos contemplados en la Ley 1969 de 2019 para el Fondo de Estabilización de Precios del Café, mientras que el tercero es mitigar los efectos que han generado los retrasos en las ventas de café a futuro sobre las finanzas del Fondo Nacional del Café y las cooperativas de caficultores.

Finalmente, como cuarto desafío, el ministro Ocampo manifestó que se debe expedir una regulación para la eventual exportación de cafés robusta producidos en el país.

Es importante destacar que, con base en datos reportados por la industria cafetera, esta ha tenido logros importantes. Por ejemplo, el valor récord de la cosecha, que se ubicó por encima de los 14 billones de pesos. Esto, gracias al repunte en el precio interno registrado durante los últimos dos años soportado por aumentos en los precios internacionales del café, las buenas primas de calidad del grano en los mercados internacionales y las variaciones de la tasa de cambio.

El gobierno Petro estima que la economía colombiana cerrará el año con un crecimiento económico superior al 8 %, uno de los registros más altos del mundo y que permite que la economía se encuentre hoy 11 % por encima de los niveles anteriores a la pandemia de la covid-19. Para el próximo año, se calcula que el crecimiento sea un poco más del 1 %, como resultado de un contexto internacional particularmente crítico.