DIVISAS
Exministros de Hacienda, alarmados por la disparada del dólar a más de 5.000 pesos: estos son sus consejos ante la preocupante situación
Atribuyen el derrumbe del peso a factores externos y locales y aconsejan acciones claras que muestren el interés por continuar generando las divisas que necesita el país
Ni el contundente anuncio en Twitter del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, en el que asegura que no piensa renunciar, ni la subida de tasas del Banco de la República, ni siquiera el regreso del precio del barril de petróleo por encima de los 90 dólares han servido para frenar la disparada en el precio del dólar en Colombia.
Toda la semana pasada la tasa de cambio estuvo al alza. Entre el lunes y el viernes ganó 240 pesos, al tiempo que se ubicó por encima del temido nivel de 5.000 pesos. Esto obligó a los colombianos a pasar rápidamente de multiplicar por tres, luego por cuatro y ahora por cinco para calcular el valor en pesos de cualquier bien o servicio en dólares.
Al consultar a varios exministros de Hacienda, todos coinciden en la gravedad de tener una tasa de cambio tan alta y en el origen de tal situación. Ella está relacionada con un difícil contexto internacional –guerra en Ucrania, amenaza de recesión y subida de tasas de interés de los principales bancos centrales del mundo–, al igual que con temas locales.
De hecho, uno de los propulsores de la devaluación de esta semana fue la decisión de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos de subir por cuarta vez consecutiva su tasa de interés en 75 puntos básicos (dejándola en un rango entre 3,75 y 4 por ciento, la más alta desde 2008). Además, anunció que probablemente sus tasas suban más de lo que pronostica el mercado. Esto, por supuesto, valorizó al dólar en el mundo ante la decisión de los grandes inversionistas de comprar más billetes verdes como un refugio seguro mientras pasa la tempestad.
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Parecería, sin embargo, que acá a ese movimiento se le fue la mano y ratificaría el argumento de que los temas locales, que incluso en el Banco de la República denominaron como “idiosincráticos”, golpean también con fuerza al precio del dólar.
Activos debilitados
Para el dos veces ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, el fortalecimiento global del dólar (que es más o menos de 16 por ciento en lo corrido del año, según el índice DXY) ha implicado ajustes importantes en prácticamente todas las monedas del mundo. Sin embargo, atribuye el mayor debilitamiento del peso colombiano en el último mes –junto con otros activos, como los bonos de deuda pública– a la incertidumbre alrededor de la agenda económica del nuevo Gobierno.
Su colega Juan Camilo Restrepo considera que la inflación está entre las razones externas que hoy más afectan la tasa de cambio en Colombia. Es un indicador que en muchos países se encuentra por encima del 10 por ciento, lo que tiene realmente afanados a los bancos centrales, comenzando por el de Estados Unidos. “Al subir estos bancos sus tasas de interés de referencia hacen más rentables las inversiones denominadas en dólares, y los capitales salen de países como Colombia y toda América Latina buscando esas mayores inversiones. Pero obviamente también hay razones internas”, explica Restrepo.
En su concepto, en este momento hay desconfianza en la economía colombiana, lo que no solo se evidencia en el dólar, sino también en las primas de riesgo que los inversionistas les están exigiendo a los bonos de deuda nacional, hoy más altas que las de otros países similares. “Es una prueba de que hay incertidumbre sobre los efectos de la reforma tributaria, sobre manifestaciones desafortunadas de altos funcionarios del Estado, empezando por el presidente de la república, y sobre la incapacidad del Gobierno para dilucidar cuál va a ser efectivamente su política energética. Mientras no se dé esa lucidez, seguirá existiendo un ojo avizor desconfiado en la economía colombiana, que, junto con los factores externos, está llevando a una devaluación muy acentuada de nuestra moneda”, enfatiza el exministro Restrepo.
Financiamiento más caro
José Manuel Restrepo, el exministro de Hacienda que hizo el empalme con el Gobierno Petro, comparte la preocupación por la tasa de cambio, que ha subido muy por encima que la de otros países emergentes, al tiempo que se ha incrementado la prima de riesgo y, con ella, se ha encarecido el financiamiento público. Como sus colegas, está convencido de que en el dólar influye una realidad internacional afectada por la expectativa de un menor crecimiento global y mayores tasas de interés. Pero también ve una justificación interna al no haber mensajes claros sobre la transición energética. “No es suficiente con solo decir que continuarán los contratos de exploración de petróleo existentes, sino que es indispensable dar absoluta claridad sobre la posibilidad de que sigan existiendo nuevos contratos de exploración de hidrocarburos en Colombia. De no hacerlo, el impacto en la inversión extranjera será significativo y con ello habrá una mayor presión sobre la tasa de cambio”, enfatiza.
Para José Manuel Restrepo, al precio del dólar en Colombia tampoco le ayudan algunas de las decisiones que se incorporaron en la reforma tributaria, particularmente en los aumentos de impuestos al sector de hidrocarburos y los que se dieron en la tasa combinada de renta socio-empresa.
Igualmente, el exministro Óscar Iván Zuluaga cree que el Gobierno ha enviado mensajes equivocados que generan incertidumbre. “En términos prácticos, yo estimo que, del nivel actual de la tasa de cambio de 5.000 pesos, 4.500 corresponden al valor derivado del contexto internacional y los 500 pesos o más restantes son atribuibles al costo político de las equivocaciones del Gobierno”, sostiene.
Al también excandidato presidencial le preocupa, adicionalmente, el impacto de la incertidumbre sobre la deuda pública del país, pues cada vez hay más fondos internacionales saliendo de sus tenencias de títulos TES. Lo atribuye a que Colombia registra un mayor riesgo que países como Brasil, México, Perú y Chile, situación que no ocurría por lo menos hace una década. “La gran fortaleza de Colombia era su estabilidad económica y la certidumbre que generaba y lo hemos ido perdiendo en los primeros 100 días del nuevo Gobierno”, subraya Zuluaga.
Propuestas
Otro exministro de Hacienda que apoyó la campaña presidencial de Gustavo Petro y es muy activo en redes es Rudolf Hommes. En uno de sus trinos más recientes dijo: “La situación fiscal, la perspectiva financiera y la creciente presión que sufre el peso pueden conducir a que se cierren las opciones de financiamiento para Colombia. Si esto no se soluciona, peligran los programas del Gobierno”.
Óscar Iván Zuluaga considera que se podrían implementar cuatro acciones para corregir el rumbo del dólar. La primera sería cambiar la ministra de Minas, Irene Vélez, pues “le ha hecho mucho daño a la economía del país con sus mensajes equivocados. No es una persona preparada para asumir esa responsabilidad”. Su segunda propuesta es que el presidente Petro escuche más y no ideologice la estabilidad macroeconómica del país. “Cada intervención, cada trino es desafortunado y aumenta la incertidumbre y la tensión en los mercados”.
La tercera idea es que el Gobierno haga un esfuerzo y anuncie una disminución de la deuda prevista en el plan financiero de 2023, aprovechando el exceso de recaudos que va a tener este año en cerca de 20 billones de pesos y en el exceso de la tributación del sector de hidrocarburos, que vale entre 5 y 6 billones de pesos. “Eso le daría mucha tranquilidad al mercado de deuda interna y sería un buen mensaje para los inversionistas”.
Su cuarta propuesta coincide con la de Juan Manuel Restrepo: anunciar que se aprobará nueva exploración en proyectos de petróleo y gas, obviamente siempre que cumplan con estándares ambientales. En otras palabras, para bajarle la fiebre al dólar no solo se necesitan anuncios en Twitter, sino acciones para demostrar que Colombia podrá seguir generando las divisas que necesita.