Exportaciones de banano colombiano alcanzaron los US$ 916 millones en 2020

La Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) presentó este viernes los resultados del sector en el 2020, en un evento que contó con la participación del presidente de la República, Iván Duque.

A pesar de que durante el año pasado el sector tuvo que enfrentarse a dos importantes plagas: el coronavirus y el hongo Fusarium, el gremio reportó un año positivo para los bananeros, destacando que se lograron exportaciones de 109 millones de caja de la fruta (cada una de 20 kilos) por US$ 916,2 millones, de las cuales el 75 % corresponden a exportaciones de los afiliados a Augura.

Entre los principales destinos a los que llegó la fruta se enlistan la Unión Europea (en especial, Alemania, Bélgica e Italia) representando el 69 %, seguido de Estados Unidos con el 16 % y Reino Unido con el 15 %.

“Hoy con orgullo podemos decir que el diálogo ha sido un pilar del proceso constructivo que hemos adelantado en equipo con nuestros colaboradores, implementando unos estrictos protocolos de bioseguridad y, gracias a esto, hemos podido continuar ejerciendo nuestra actividad, respondiéndole al mercado, a las regiones y al país”, resaltó Emerson Aguirre, presidente de Augura.

“El año pasado nos puso retos a todos debido a que nos tocó enfrentar una situación inédita. En este sentido, el balance de Augura no lo podemos centrar únicamente en los resultados de producción y exportación, sino que también es nuestro deber destacar el esfuerzo que hicimos como gremio, en conjunto con nuestras productoras y comercializadoras internacionales, y de la mano con otras entidades públicas y privadas, con quienes logramos donar $ 3.200 millones para el fortalecimiento del sistema de salud”, agregó Aguirre.

Por su parte, el presidente Iván Duque afirmó que “este es un sector que tiene un gran valor en el desarrollo rural de nuestro país: es tecnología, es capital humano, potencial exportador, cadena de valor, y por eso ha sido una prioridad en nuestro gobierno abrirle mercados y oportunidades”, destacando durante su intervención la llegada del banano colombiano a los mercados de China y Corea del Sur.

Las dos pandemias

Los bananeros no solo debieron responder con celeridad ante las condiciones que impuso el coronavirus. Además, seguían haciéndole frente a la plaga del hongo Fusarium R-4, la peor pandemia del sector.

Este hongo, explica Aguirre, se caracteriza por tres cosas: no tiene un plan de manejo químico comprobado, no tiene un material vegetal resistente y vive en la tierra durante más de 30 años una vez que llega a una plantación.

“Hemos acompañado al sector enfrentando la más grande crisis fitosanitaria, como fue la aparición del Fusarium R-4. Llevamos casi dos años, día a día, con el gremio, con el ICA y con todas las autoridades locales para hacer cercos y evitar que esa enfermedad, que puede durar hasta 40 años en un territorio, no pise el suelo ni de la región productora del Magdalena ni tampoco de Urabá”, aseguró el presidente Iván Duque.

Para ello, se implementaron unos protocolos exigentes en cada uno de los predios bananeros, así como unos puestos de lavado y desinfección en las áreas en las que se ejerce la actividad y unos puestos nacionales de control. Además, pusieron cuarentenas estrictas en la Guajira, donde actualmente está el hongo.

Frente a los retos que implicó la otra pandemia, la del covid-19, Aguirre resalta que el tema logístico fue de los mayores desafíos para el sector. En primer lugar, tuvieron que conseguirse los contenedores refrigerados, puesto que la mayoría quedaron parqueados en China, lo que implicó sobrecostos por los precios de alquiler de estos.

En segundo lugar, en los puertos a los que llegaba la fruta se presentaron retrasos en la recepción de carga, debido a que el coronavirus alcanzó a varios funcionarios. Por lo que hubo que garantizar que la fruta verde tuviera una vida más amplia y pudiera soportar estos retrasos.

Todo esto sumado a la implementación de los protocolos de bioseguridad en el sector bananero que iba más allá de los tapabocas e incluían la logística y adecuación en las rutas, fincas, casinos, empacadoras, entre otras áreas. Una inversión cercana a los 30 mil millones de pesos, de acuerdo con Aguirre.

Durante el 2021, continuar con estos protocolos será clave para mantener la dinámica positiva del sector y no desfallecer ante estas dos plagas.

Fomentar el consumo nacional

“Desafortunadamente, las cifras del consumo per cápita (en Colombia) se alejan del consumo que se tiene en la zona de Europa. Mientras una persona en Europa tienen un consumo similar de 12 a 13 kilos por año, en Colombia tan solo estamos llegando a 4 kilos por año por persona”, indica el presidente de Augura.

En este sentido, hay una importante oportunidad de crecimiento, que involucra una promoción del banano como parte esencial de la alimentación, sobre todo en el desayuno. Es ahí precisamente donde radica la diferencia con la región europea, puesto que mientras que para el colombiano es indispensable el pan o la arepa en el desayuno, para los europeos es importante contar con una fruta en la primera comida del día.

Solución de riego

De acuerdo con Aguirre, el sector bananero colombiano ocupa el quinto puesto en exportaciones a nivel mundial, detrás de Ecuador, Guatemala, Filipinas y Costa Rica, con un promedio de 2.134 cajas por héctarea año.

Para alcanzar la productividad de los otros competidores, una de las necesidades prioritarias del sector es el suministro de agua, un distrito de riesgo, sobre todo para la región del Urabá.

“Desde el sector bananero siempre hemos creído que estos grandes esfuerzos deben venir de una alianza público-privada, donde el mayor y principal actor debe ser el Gobierno Nacional”, afirmó Aguirre.

Seguro agropecuario y precios

Finalmente, el presidente de Augura destaca que hay que continuar con dos apoyos importantes. En primer lugar, mantener el subsidio al seguro agropecuario, que es una de las herramientas más necesarias para las familias bananeras, ya que les permite tener cierta protección ante el cambio climático que está experimentando el planeta.

Asimismo, en segundo lugar, será clave seguir promoviendo la actividad del sector bananero ante los mercados internacionales, resaltando el valor agregado del producto colombiano así como su compromiso con la fuerza laboral y el país, para así mantener unos precios que sean justos para los productores.

Trabajar en estos retos será fundamental para que el banano siga siendo uno de los productos de exportación más exitosos de Colombia.