DEUDA
Fitch prevé que deuda mundial de los gobiernos suba a US$88 billones en 2021
Para 2022, la estimación es que el endeudamiento llegue a los US$95 billones.
La calificadora de riesgo Fitch Ratings publicó un documento en el cual proyecta que la deuda mundial de los gobiernos aumente a US$88 billones en 2021 y que para 2020 se ubique en US$95 billones.
En 2020, y por culpa de la pandemia del coronavirus, la deuda mundial de los gobiernos alcanzó el máximo histórico de US$78 billones, lo que representó el 94 % del PIB mundial.
El incremento del endeudamiento global durante 2020 y los próximos años se explica, según Fitch, por el incremento del gasto que asumieron las naciones para intentar mitigar el impacto económico del coronavirus.
A pesar de que Fitch estima que en 2021 la recuperación económica va a ser marcada, esto no sería impedimento para que se empiece a bajar el endeudamiento de las naciones, pues los efectos económicos de la pandemia van a perdurar en el tiempo.
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“Fitch pronostica una sólida recuperación económica en 2021 con un crecimiento del PIB mundial del 6,1%, pero proyectamos aumentos continuos de la deuda pública en términos nominales y como porcentaje del PIB”, dijo la calificadora.
Según Fitch, la deuda se ampliará más en los mercados emergentes (ME) que en las economías desarrolladas (DM), porque los primeros tenían menos espacio fiscal para afrontar las necesidades de gasto causadas por la covid-19.
“Los ratios de deuda mediana para los gobiernos de ME y DM son similares, alrededor del 61 % del PIB en 2021 y se prevé que sea de alrededor del 65 % para 2022. Sin embargo, los pagos de intereses medianos son considerablemente más altos en los mercados emergentes, equivalentes al 2,5 % del PIB este año mientras son solo el 1,2 % en economías desarrolladas. Esta brecha ha ido creciendo y seguirá siendo amplia”, dijo Fitch.
Pese a este incremento en las deudas de los gobiernos, Fitch cree que la disminución del endeudamiento no es una prioridad política en la actualidad, pues las naciones le están apostando a impulsar la recuperación económica.
“Los multiplicadores fiscales son más altos cuando las tasas de interés están en el límite inferior cero, y los bancos centrales tienen la intención de mantener posiciones políticas acomodaticias. Las tasas de interés que son más bajas que las tasas de crecimiento del PIB pueden generar reducciones en los ratios de deuda con el tiempo”, dijo Fitch.
Una de las principales incertidumbres económicas que ve Fitch para este año es el comportamiento de las tasas de interés, pues no se sabe si se mantendrán bajas, o si empezarán a subir por los temores a un repunte de la inflación.
“Existe un gran debate sobre si las tasas de interés se mantendrán bajas en relación con las tasas de crecimiento del PIB y las implicaciones para la trayectoria futura de los índices de deuda pública. La historia confirma que las bajas tasas de interés en relación con el crecimiento del PIB no son una condición necesaria ni suficiente para reducir los coeficientes de deuda pública”, dijo la agencia calificadora.
Para disminuir la deuda, Fitch cree necesario que se debe dar un crecimiento económicos sostenido y acompañado de una consolidación fiscal por parte de los gobiernos.
“Los coeficientes de deuda pública pueden disminuir con un mayor crecimiento del PIB real, mayor inflación, consolidación fiscal y mediante la reestructuración de la deuda. Empíricamente, los tres primeros medios de reducción de la deuda interactúan entre sí en procesos iterativos, lo que complica los marcos de política destinados a reducir los coeficientes de endeudamiento”, dijo Fitch.
Fitch concluye que los gobiernos deben prestar atención a los incrementos inflacionarios ante la posibilidad de entrar en una crisis en el mediano y largo plazo.
“Los responsables de la formulación de políticas pueden verse tentados a aumentar la inflación cada vez más para tratar de mantener bajas las tasas reales, con el riesgo de acelerar la inflación y la inestabilidad financiera”, dijo.