Remesas

Flujos de remesas crecerían 7,3 % en 2021, según el Banco Mundial

De esta manera, las remesas llegarían a los US$589.000 millones.

18 de noviembre de 2021
Para 2022, se espera un aumento de las remesas en un 2,6 %, según las previsiones macroeconómicas mundiales. | Foto: Yuji Sakai / Getty Images

Un informe del Banco Mundial reveló que para 2021 las remesas a los países de ingreso bajo y mediano experimentarían un crecimiento del 7,3 % para alcanzar los US$589.000 millones.

De acuerdo con la entidad multilateral, este retorno al crecimiento supera las estimaciones previas y confirma la resiliencia de los flujos que se observó en 2020, cuando las remesas disminuyeron apenas un 1,7 % pese a la profunda recesión mundial desencadenada por la pandemia de la covid-19, según las estimaciones que figuran en la Reseña sobre migración y desarrollo del Banco Mundial.

Esto denota la importancia de las remesas como medio de sustento vital que permite a los hogares cubrir sus gastos esenciales relacionados con la alimentación, la salud y la educación durante los períodos de dificultades económicas en los países de origen de los migrantes.

“Los flujos de remesas que envían los migrantes han sido un complemento fundamental de los programas públicos de transferencia de efectivo, que buscan ayudar a las familias que enfrentan dificultades económicas durante la crisis de la covid-19″, aseguró Michal Rutkowski, director Mundial del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial.

Facilitar los flujos de remesas a fin de brindar alivio a los ajustados presupuestos de los hogares debería ser un componente fundamental de las políticas públicas para propiciar la recuperación mundial tras la pandemia”, señaló.

De igual manera, se encontró que algunos de los factores que han contribuido al sólido crecimiento de las remesas son la determinación de los migrantes de ayudar a sus familias en épocas de necesidad, sumada a la recuperación económica en Europa y Estados Unidos, que a su vez fue respaldada por los estímulos fiscales y los programas de promoción del empleo.

También se registró un sólido crecimiento de las remesas en la mayoría de las regiones. Los flujos aumentaron un 21,6 % en América Latina y el Caribe, un 9,7 % en Oriente Medio y Norte de África, un 8 % en Asia meridional, un 6,2 % en África al sur del Sahara y un 5,3 % en Europa y Asia central.

En Asia oriental y el Pacífico, las remesas disminuyeron un 4,0 %, aunque si se excluye a China, registraron un aumento del 1,4 % en la región.

En América Latina y el Caribe, el crecimiento fue sumamente sólido debido a la recuperación económica en Estados Unidos y a otros factores, entre ellos la respuesta de los migrantes ante los desastres naturales en sus países de origen y las remesas enviadas desde estos países a los migrantes en tránsito.

El costo de enviar US$200 a otro país continuó siendo elevado, y se situó en un 6,4 % del monto transferido en el primer trimestre de 2021, según la base de datos sobre el precio de envío de remesas a nivel mundial que mantiene el Banco Mundial.

Esto representa más del doble del 3 %, la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que debe lograrse antes de 2030. La región más costosa a la que enviar dinero es África al sur del Sahara (8 %), en tanto que la más barata es Asia meridional (4,6 %).

Los datos revelan que los costos tienden a ser más altos cuando las remesas se envían mediante un banco frente a canales digitales u operadores de transferencias de dinero que ofrecen servicios de envíos directos.

A su vez, Dilip Ratha, autor principal de la reseña y jefe de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD) manifestó que: “El impacto inmediato de la crisis en los flujos de remesas fue muy profundo. El sorprendente ritmo de recuperación es una buena noticia. Para preservar los flujos de remesas, en particular mediante los canales digitales, sigue siendo fundamental que los migrantes y los proveedores de servicios de remesas puedan acceder a cuentas bancarias”.

Para 2022, se espera un aumento de las remesas en un 2,6 %, según las previsiones macroeconómicas mundiales.

No obstante, un resurgimiento de los casos de coronavirus y la imposición de nuevas restricciones a la movilidad plantean los principales riesgos de que las perspectivas referidas al crecimiento mundial, el empleo y los flujos de remesas a los países en desarrollo no se materialicen.