Economía
FMI dice que coordinación fiscal puede llevar a una economía mundial más justa y ecológica
El organismo instó a cooperar entre países para aumentar ingresos, abordar la desigualdad y luchar contra el cambio climático.
El más reciente monitor fiscal del Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que la tecnología, la globalización y el calentamiento global han cambiado el mundo y los impuestos deben seguir este ritmo.
Así mismo, la producción depende de activos de conocimientos intangibles que se pueden ubicar en cualquier lugar, mientras que los empleadores y trabajadores pueden trabajar en diferentes países. Y “a medida que los ingresos y los factores de producción se vuelven más móviles, y con el cambio climático amenazando nuestro planeta, los países enfrentan desafíos fiscales que no conocen fronteras nacionales”.
A esto se suma que la evasión y elusión fiscal provocan la pérdida de ingresos que podrían haber financiado el gasto social o las inversiones en infraestructura.
También exacerban la desigualdad y las percepciones de injusticia, incluido que hay algunas políticas nacionales egoístas de un país pueden afectar a otros de manera perjudicial, por lo que si cada uno establece su propia política fiscal sin tener en cuenta los efectos adversos en otros lugares, todos los países pueden terminar peor.
Por esto, el informe menciona tres áreas para ayudar a solucionar estos problemas:
Coordinación de la fiscalidad de las empresas
El descontento generalizado con los bajos pagos de impuestos por parte de las principales multinacionales del mundo (a pesar de las ganancias anuales del 9 % del producto interno bruto mundial) impulsó un acuerdo innovador para modernizar el sistema internacional existente y centenario.
En 2021, 137 países lograron un gran avance en la coordinación: la solución de los dos pilares bajo el Marco Inclusivo. Dado que 2022 será un año crucial para la implementación del acuerdo, objeto de un debate político en vivo en varios países, el monitor fiscal mide sus beneficios potenciales.
Primer pilar: una parte de las ganancias de las multinacionales debe gravarse donde se usen o consuman los bienes o servicios de las empresas. Esto significa que las empresas de tecnología pueden pagar impuestos donde se encuentran sus clientes, incluso si sus empleados están lejos de su base de clientes.
Segundo pilar: establece un impuesto corporativo mínimo global del 15 %, el cual pone un piso a la competencia, reduciendo los incentivos para que los países compitan utilizando sus tasas impositivas y para que las empresas transfieran ganancias a través de las fronteras. Algunas naciones aumentarán sus impuestos sobre las ganancias “bajo impuestos” al nivel mínimo, aumentando los ingresos por impuestos corporativos hasta en un 6 % a nivel mundial.
Coordinación en impuestos personales
Al igual que las corporaciones, la tributación de las personas (especialmente las más ricas) también requiere coordinación a través de las fronteras. Las filtraciones recientes de documentos como los Papeles de Panamá y los Papeles del Paraíso revelaron un stock masivo de riqueza en el extranjero y lagunas fiscales generalizadas.
Y con el auge de los activos digitales que permiten un anonimato aún mayor, el intercambio de información se vuelve cada vez más vital. Más allá de la pérdida de ingresos, las cuentas extraterritoriales opacas diseñadas para ocultar la riqueza facilitan la transferencia transnacional de ganancias corruptas.
La coordinación puede generar resultados tangibles, por lo que 163 países han acordado intercambiar información en el marco del Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información con Fines Fiscales.
Sin embargo, se puede hacer más para mejorar la confiabilidad de la información, señala nuestro informe. Los países deberían hacer más para promover los registros de beneficiarios reales: información sobre quién es realmente el propietario o el control de una empresa.
Coordinación sobre el precio del carbono
La acción coordinada concreta es aún más urgente para combatir el cambio climático, porque el rápido aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero está acelerando el planeta hacia un calentamiento global desastroso de más del doble del límite que los científicos consideran tolerablemente seguro.
Un precio mínimo internacional del carbono es análogo a un impuesto corporativo mínimo global. Pero aquí algunos países emisores clave pueden acelerar la coordinación y hacer un comienzo importante.
Tal piso desalentaría las emisiones y aliviaría las preocupaciones de competitividad, lo cual limitaría el calentamiento global a 2 grados centígrados o menos, al mismo tiempo que daría cabida a enfoques alternativos (como la regulación, a través del cálculo de precios equivalentes). Un precio mínimo internacional del carbono también podría permitir responsabilidades diferenciadas para las naciones según el nivel de ingresos.