Freno a tiquetes aéreos en primera clase y menos horas extra, parte del apretón del cinturón del Gobierno

Cada vez que el país se involucra en un debate de reforma tributaria, como el que acaba de comenzar en Colombia, uno de los reclamos que se presenta tiene que ver con el recorte del gasto público por parte del Estado.

Al unísono, diversas voces plantean que el Gobierno se apriete primero el cinturón, antes de aprobar un aumento en los impuestos, lo que llevará a los ciudadanos a frenar el consumo y, por esa vía, terminará afectando la meta de crecimiento de la economía prevista para 2021.

No es gratuito, por ejemplo, que el representante a la Cámara, Gabriel Santos, pusiera sobre la mesa la idea de que se elimine buena parte de las altas consejerías presidenciales, pues realizan labores que ya están asignadas a otros ministerios, viceministerios, departamentos administrativos, entre otros.

Desde el Ejecutivo no han señalado si están o no de acuerdo con esta medida, que podría ahorrarle algunos miles de millones de pesos al erario. No obstante, mientras llega la discusión de la reforma fiscal, el Ministerio de Hacienda prepara una nueva ‘tijera’ a algunos pagos.

Para lograrlo, prepara un decreto con el Plan de Austeridad del Gasto, que aplicará para 2021. Según el proyecto, uno de los propósitos de la administración de Iván Duque ha sido contar con “una política de austeridad con eficiencia y efectividad en el uso de los recursos públicos, la cual debe prevalecer en todos los órganos que son parte del Presupuesto General de la Nación”.

De esta forma, todas las entidades que reciben recursos de la Nación vía Presupuesto deberán atender esta iniciativa, que pretende ponerle un freno al gasto público. Estos planes se realizan todos los años, pero en épocas de pandemia cobran aún más relevancia, pues el ‘palo no está para cucharas’.

Las medidas que vienen

Una primera medida busca ponerle freno al aumento de planta de personal. Según el borrador de la norma, esta solo se podrá modificar cuando dicha reforma sea a costo cero o genere ahorros en los gastos de la entidad.

Si lo van a hacer deberán informar al Departamento Administrativo de la Presidencia antes de iniciar el trámite ante Función Pública y el Ministerio de Hacienda. En todo caso, se podrá autorizar el aumento del personal, si es considerado como prioritario por el Gobierno nacional.

Algo similar sucederá con la inclusión de trabajadores por prestación de servicios. En este punto, las entidades deben “realizar una revisión previa y rigurosa” de las razones que lo justifiquen.

De horas extra, muy poco

En cuanto a horas extra y vacaciones, los responsables de cada entidad del Estado tendrán que racionalizar el reconocimiento y pago de horas extra, ajustándolas a las estrictamente necesarias. “Por regla general, las vacaciones no deben ser acumuladas ni interrumpidas. Solo por necesidades del servicio o retiro podrán ser compensadas en dinero”, señala Hacienda.

De otro lado, si se van a realizar eventos, se deben promover encuentros virtuales y no presenciales. En el caso de que sea necesario comprar tiquetes aéreos para algún viaje, estos deberán hacerse en clase económica, o en la tarifa que no supere el costo de la misma.

Si el trayecto se hace con la comitiva del presidente o la vicepresidenta, no habrá lugar al pago de gastos de transporte.

Coto a esquemas de seguridad

El plan de austeridad también incluye un capítulo de la Unidad de Protección Nacional (UNP). Esta entidad deberá efectuar una revisión a los esquemas de seguridad de los servidores públicos de las entidades de la Rama Ejecutiva del orden nacional y, procurar, reducir su conformación.

“Estas actuaciones deberán estar enmarcadas en el respeto a la vida e integridad personal de los servidores”, aclara el borrador de decreto.

La norma, que está para comentarios y será expedida en los próximos días, también incluye reducción de gasto en publicidad estatal, suscripción a periódicos, revistas y bases de datos y condecoraciones.