REFORMA TRIBUTARIA
Fuerte pulso entre minHacienda y el columnista Aurelio Suárez, por la reforma tributaria: ¿qué los enfrentó?
Durante un foro promovido por la Academia Colombiana de Ciencias Económicas fue planteado el interrogante: ¿cuál es la verdad de la tributaria? Suárez criticó la falta de progresividad de la ley en un Gobierno del cambio. El ministro sentó su posición.
Aunque el presidente Gustavo Petro aún no ha estampado la firma en la reforma tributaria recientemente aprobada en el Congreso de la República, el primero de enero entrará en vigencia el paquete de nuevas normas, con las cuales se trajo de nuevo a la vida el impuesto al patrimonio, se modificó el gravamen a los dividendos, se introdujeron impuestos saludables y ambientales, y se quitaron beneficios tributarios que pondrán a las personas naturales a pagar más.
Durante un foro programado por la Academia Colombiana de Ciencias Económicas, los participantes fueron el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y el columnista Aurelio Suárez, con la moderación de Beethoven Herrera.
Durante el espacio fue inevitable el fuerte pulso, pues, luego de que el ministro Ocampo expusiera el contenido de la reforma, como salió de la Legislativa, Suárez arrancó con su rosario de críticas.
Así, mientras el líder de la cartera de las finanzas públicas sustentó el paquete tributario como el más progresivo desde hace décadas, y habló de las razones por las cuales sectores como el de los hidrocarburos soportarán la mayor carga. Además de exponer las distorsiones que generan los beneficios tributarios para unas empresas y para otras no, Suárez argumentó que no se cumplió el anhelo de una reforma fiscal estructural.
“No se trata solo de cómo el Estado consigue los recursos, sino cómo se los gasta. Deploro que sea una iniciativa aislada y no haga parte de una política económica integral, pues lo fiscal no es una causa sino una consecuencia”.
Para el columnista, la manera como quedó la reforma tributaria llevará a que en dos o tres años el país de nuevo se vea abocado a hacer otra, cuando la expectativa que tenía “con el Gobierno del cambio” era que se hiciera una tarea tal que, por mucho tiempo, no fuera necesario volver a legislar para cambiar el Estatuto Tributario.
Entre tanto, Ocampo ponía en el debate el hecho de que Colombia, tradicionalmente baja en recaudación por impuestos, lograra pasar una reforma que lleva a esta nación a dejar atrás el ingreso tributario de 15,1 % del PIB, a uno de 17,8 %, lo que la ubica por primera vez en los promedios de América Latina.
Para Suárez, aunque reconoce “las enormes diferencias negativas que heredó el Gobierno (en referencia al déficit fiscal y a la deuda)”, la reforma tendría un perfil basado en la recomendación del Fondo Monetario Internacional, de incluir impuestos y más impuestos, eliminar regímenes diferenciales y ajustar o revivir los impuestos al patrimonio y a la riqueza”. No obstante, no se solucionan de tajo los problemas estructurales de los que se habla de tiempo atrás.
“En Colombia hay 4 grandes contradicciones, la primera es con las personas naturales, la segunda entre las jurídicas, otra es la que hay entre las personas jurídicas y las naturales, y la cuarta es entre los impuestos directos e indirectos”, sostuvo Suárez y explicó cada uno de esos componentes.
El ‘rifirrafe’
El momento más tenso entre los dos panelistas se produjo cuando Suárez mostró una gráfica del investigador Jorge Espitia, en la que evidencia que la reforma no logró introducir progresividad en las tarifas marginales del impuesto de renta de las personas. “En el país hay tres clases de personas: las que no pagan, las que contribuyen, pero no son sujetos de la reforma, y los que tienen ingresos de 13 millones de pesos en adelante”. Estos últimos, tocados por la nueva ley tributaria, son los que muestran la no progresividad, según sostuvo Suárez. “En el peldaño con más ingresos, la progresividad cae”.
De igual manera, expuso su argumento con el impuesto a los dividendos, pues se impone una tarifa, igualmente basada en la tabla del impuesto de renta, mientras que en Colombia solo hay 300 personas ‘supermillonarias’, que son las que reciben la mayor parte de esos recursos.
Suárez continuó con las críticas, mientras que el ministro Ocampo señalaba que estaba equivocado. “Con el impuesto al patrimonio hay 40.000 colombianos que tienen billones y van a pagar lo mismo que un ciudadano con 10.000 millones de pesos”, sostuvo.
En el desenlace del foro, ambos panelistas defendieron sus argumentos y mostraron la minuciosidad de la reforma tributaria.