Vivienda
Gobierno aumentó a más de 250.000 unidades su meta para venta de viviendas en 2022
Para este año también se prevé que inicie la construcción de más de 200.000 viviendas y se entreguen más de 100.000 subsidios para la compra de vivienda en el país.
El 2021 fue el mejor año en la historia de la vivienda en Colombia, logrando cifras récord por cuarto año consecutivo. Para 2022 el Gobierno nacional aumentó sus expectativas y espera que se vendan más de 250.000 unidades, es decir, 20.000 más frente a la proyección revelada en enero pasado. Al menos 130.000 viviendas serán de interés social.
Durante 2021 se registraron máximos históricos con más de 247.000 unidades comercializadas, al igual que las iniciaciones que marcaron 175.000 ese mismo año. El 2022 también arrancó con pie derecho y enero y febrero han sido los mejores meses de la historia de Colombia en compra de vivienda con 19.633 y 21.689 unidades, respectivamente.
Además, de acuerdo con el viceministro de Vivienda, Carlos Ruiz, este año también se prevé que inicie la construcción de más de 200.000 viviendas, se genere un millón de empleos y se entreguen más de 100.000 subsidios para la compra de vivienda en el país.
Seis de cada diez subsidios del programa Mi Casa Ya son entregados a mujeres, 38.600 de estos a madres cabeza de hogar. Así mismo, el Gobierno ha entregado 43.324 subsidios concurrentes, esto indica que ocho de cada diez llegan a hogares de bajos ingresos.
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Los jóvenes también son protagonistas de la época dorada de la vivienda en Colombia, pues ya son 12.458 subsidios otorgados por el programa Jóvenes Propietarios, lo que muestra que cuatro de cada diez viviendas son compradas por esta población.
El presidente de Asobancaria, Hernando José Gómez, destacó que gracias a los programas y subsidios que ha entregado el Gobierno nacional se han visto beneficiados hogares con dos y tres salarios mínimos, pero ahora el reto inmediato es poder llegar a familias que devenguen entre uno y dos salarios mínimos.
Por los beneficios que brinda el Leasing Habitacional, el presidente de Asobancaria aseguró que “puede ser interesante para el segmento que devenga entre uno y dos salarios mínimos” para que pueda adquirir vivienda. Y es esta alternativa de financiación ha venido tomando una buena dinámica e, incluso, está por encima del crédito. Mientras el crédito crece al 13 % nominal, el leasing lo hace al 15,8 % anual y totaliza cerca de 25 billones de pesos.
También resaltó los avances en la reducción de los déficits cualitativo y cuantitativo de vivienda y en profundización financiera en este segmento, ya que en 2010 el tamaño de la cartera de vivienda como proporción del PIB era solo 4,4 %, mientras que el año pasado el indicador superó el 8 %. A pesar del alza, todavía hay espacio para crecer a niveles como los que tienen Brasil, México o Chile.
Hernando José Gómez señaló que la cartera de vivienda de los agremiados a Asobancaria llegó a los 89 billones de pesos, que es la que más crece (13 % nominal) y la que mejor comportamiento tiene en calidad con 3,1 %. También resaltó los esfuerzos importantes que se hicieron para apoyar a los clientes ante el choque de la pandemia y a través del PAD, herramienta con la cual se dio alivio a 38.000 familias por un valor de cuatro billones de pesos.
El presidente de Asobancaria también resaltó los avances en la financiación de vivienda de interés social. Explicó que, en 2015, cuando nació el programa Mi Casa Ya, se hacían cerca de 50.500 desembolsos para familias en este segmento, mientras que el año pasado se logró un máximo histórico superando 88.000 operaciones.
De cara al futuro, Hernando José Gómez señaló retos que tiene el sector como impulsar el ecosistema digital asociado a la compraventa de inmuebles, analizar la viabilidad de una garantía del Fondo Nacional de Garantías para los créditos de vivienda de los hogares informales, fortalecer los incentivos a la construcción sostenible y mantener suficiente volumen de recursos para el programa Mi Casa Ya, una iniciativa que el presidente del gremio calificó como “exitosa”.
Adicionalmente, planteó la importancia de ampliar el límite entre el servicio de deuda con relación al ingreso. Para las viviendas VIS se incrementó del 30 % al 40 %, lo que ha permitido que más hogares puedan comprar vivienda. Por eso, la propuesta es que para las no VIS también se amplíe al 40 %, porque esto implica que “las familias puedan comprar una vivienda un poco más grande, con más cuartos y más cercana al sitio de trabajo”.