Economía
Gobierno planea invertir más de 500 mil millones de pesos para mitigar impacto del fenómeno de El Niño
La fase preparatoria ya ha destinado $145 mil millones que se han entregado a más de 35 comunidades.
La llegada del fenómeno de El Niño es algo inminente e incontrolable. La temporada de sequía que se anunció desde junio ya comienza a desencadenar estragos en diferentes sectores, principalmente la agricultura y la energía. La razón es que las temperaturas superficiales del mar se vuelven más cálidas, al igual que sus niveles, especialmente en el océano Pacífico tropical central y oriental.
Ante este fenómeno, el Gobierno colombiano ya tiene listo un plan para atender las consecuencias de esta condición climática. La ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, aseguró que dentro del plan previsto, se contempla la inversión de 566.370 millones de pesos.
“Estamos en escenarios donde los impactos son moderados. Se espera que unos 742 municipios puedan tener alguna consecuencia por disminución en las precipitaciones. Y lo que hemos venido haciendo es un proceso anticipatorio focalizado en 72 municipios que pueden tener un mayor déficit de lluvias en el último trimestre del año”, dijo la ministra Jhenifer Mojica.
El destino de esta inversión está centrado principalmente en identificar posibles impactos en cadenas productivas y mitigar el impacto en comunidades rurales dispersas. Así mismo, se está en proceso de establecer un plan de acción para dar respuesta en conjunto con las entidades adscritas al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Tendencias
¿Cómo se pronostica la temporada de El Niño?
El Ministerio de Agricultura ha dicho que se esperan tres trimestres continuos con bajas precipitaciones. En esta situación, 215 poblaciones serán las más afectadas. En cuanto a municipios, se proyecta que 72 estarán durante cinco meses continuos con lluvias insuficientes.
Ya se han hecho inversiones en la fase preparatoria en la que se han destinado 145 mil millones de pesos. Con esta inversión se han entregado semillas a los agricultores, las cuales son resistentes a la sequía. También se ha instalado sistemas de almacenamiento de agua, campañas de vacunación para animales y adecuación de espacios para almacenar bloques nutricionales para el ganado.
En total, se ha logrado brindar ayudas a 35 comunidades indígenas, seis de estas se encuentran ubicadas en diferentes municipios de La Guajira y dos en el Cesar.
Medidas globales
Algunas de las consecuencias más grandes se ven en la muerte de los cultivos, muerte de ganado, incluso desnutrición, lo que en consecuencia desencadena pérdidas económicas y reducción de alimentos; esto, a su vez, ocasionaría un alza en los precios, al tener menor oferta. Sin embargo, Colombia no es el único afectado.
En Latinoamérica, algunos de los países perjudicados son Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, norte de Venezuela, Colombia, Bolivia, Perú, entre otros.
En otras partes del mundo, la situación es similar. Por esto La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por sus siglas en inglés) ha dicho que lo más importante es que los gobiernos tengan planes para intervenciones anticipadas y así prevenir emergencias.
La FAO, según su reporte, está monitoreando el evento actual de El Niño y diseñando e implementando acciones tempranas para reducir los efectos sobre las poblaciones vulnerables en todos los países de alto riesgo y en algunos de los países con riesgo moderado.
- En Somalia, se están reforzando y colocando sacos de arena en los márgenes de los ríos y se distribuyen plásticos para proteger las reservas de semillas.
- La FAO está ampliando sus operaciones en respuesta a la creciente inseguridad alimentaria como consecuencia de las malas cosechas en gran parte del África austral. En Malawi, la Organización ayuda a los gobiernos en la preparación de un plan de respuesta a la inseguridad alimentaria.
Esta organización ha anunciado que está apoyando a los países del corredor seco en Centroamérica para aumentar la resiliencia de los hogares, comunidades e instituciones, con el fin de prevenir y hacer frente a los riesgos de desastres.