Golpe a la confianza inversionista: así reaccionó la Cámara de Infraestructura tras fin de contrato con Autopistas del Caribe

William Camargo, líder de la cartera de Transporte, encendió una nueva controversia en el Gobierno Nacional durante esta semana, luego de haber asegurado que el proyecto de Autopistas del Caribe, que mejoraría la conectividad entre el departamento de Bolívar y Atlántico, no se llevará a cabo y entrará en un proceso de reversión.

La decisión de la cartera se dio debido a la imposibilidad del cierre financiero de la obra, tras no realizar el cobro de los peajes de Turbaco y Arroyo de Piedra. Tras la declaración del ministro, la Cámara Colombiana de Infraestructura, que agrupa al gremio constructor del país, se pronunció frente a la decisión.

A través de un comunicado, la agremiación aseguró que se requiere de un pronunciamiento oficial de la Agencia Nacional de Infraestructura, para que esta confirme o aclare el anuncio del ministro, en las declaraciones dadas a medios de comunicación en Barranquilla y Cartagena.

Además, afirman que de confirmarse oficialmente el cierre anticipado del citado contrato de la concesión, además de la reversión al Instituto Nacional de Vías, se sentaría un “precedente lesivo para el desarrollo vial del país”.

Aseguran que, de un lado, se lesionaría la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros, que han creído en el modelo de concesión y cuya participación ha sido fundamental para la financiación de obras de la envergadura que se requiere como Nación. Además, el mensaje también generaría una inseguridad jurídica.

La agremiación además lanzó un duro sablazo al Gobierno, asegurando que es inadmisible que la falta de gobernanza para permitir la operación de los peajes y la politiquería irresponsable de algunos, con su visión de corto plazo, “terminen frustrando la posibilidad de que el Caribe y Colombia tengan las obras que se necesitan”.

Frente a las dificultades para realizar el cierre financiero, la entidad asegura que no se derivan de los errores en la estructuración de la concesión, sino de “la ausencia de autoridad de los gobernantes de Bolívar y Atlántico, que no ejercieron los instrumentos legales para restablecer la operación de la caseta de peaje”.

“El modelo de concesiones basado en el cobro de peajes como principal fuente de financiación ha demostrado ser efectivo y determinante para avanzar en la modernización de la infraestructura vial del país ante las limitaciones fiscales que tiene el Estado al momento de asumir esa responsabilidad con inversión pública”, dijo la agremiación.

Finalmente, precisan que de confirmarse la cancelación anticipada del contrato de concesión de Autopistas del Caribe, los usuarios de ese corredor de carga seguirán pagando los peajes, pero no tendrán la garantía del mantenimiento. Aseguraron además que el modelo de concesiones que se ha aplicado en el país es uno de los más adecuados para garantizar la consecución de los proyectos.

“Sin el modelo virtuoso de las concesiones, el país habría tenido que tramitar una sucesión de reformas tributarias tan cuantiosas como innecesarias, tal como lo ha manifestado Fedesarrollo en diversos escenarios”, comentó la CCI.

¿Qué dice la concesión Autopistas del Caribe tras los hechos?

Frente a la decisión, Autopistas del Caribe también emitió un comunicado, en el que aseguró que con la decisión de terminar el contrato se impacta directamente la competitividad de las regiones, traduciéndose en el corto y mediano plazo en un crecimiento lento de la economía, además de un aumento en el desempleo, la disminución de la calidad vial, el declive de la infraestructura y la disminución de la inversión extranjera directa.

“Hoy, los $4,3 billones en inversión para la región, los más de 7 mil puestos de trabajo formales en el pico de la construcción, las compras en bienes y servicios, las actividades sociales que apoyan y generan bienestar a las comunidades que son determinantes para esta región del país fueron sepultados”, comentó la concesión.

Además de ello, aseguraron que la terminación del Proyecto Autopistas del Caribe es un hito negativo para el sector de infraestructura colombiano, pues construir iniciativas de este tipo pueden llegar a tardar más de 5 años en consolidarse.