El pavo, los perniles y los pollos rellenos están por las nubes y tendrán una Navidad al ritmo de la inflación. Estas son las cuentas que usted debe hacer

Las fiestas de fin de año de 2022 no solo estarán marcadas por una reactivación completa de la vida social de los colombianos, sino por una elevada carestía, sobre todo en lo que respecta a los alimentos, los cuales literalmente no han parado de subir. Como se sabe, mientras la inflación total cerró en noviembre en 12,53 %, la de la comida lo hizo en 27,08 %.

Entre los alimentos que más suben se destacan la yuca (con un alza del 107,64 %), arracacha, ñame y otros tubérculos (104,09 %), cebolla (89,63 %), plátanos (53,35 %), café (52,64 %) y arroz (48,76 %). Sin embargo, con excepción del arroz, los otros cuatro productos no son los culpables de que la comida esté más cara. Esa responsabilidad le cabe a la carne de res, la leche, los huevos y la carne de pollo, que, en conjunto en noviembre, pusieron 1,44 puntos de los 12,53 que alcanzó la inflación.

En consecuencia, el mayor costo de vida hoy les está pasando factura a las proteínas, que son parte fundamental de la dieta de los colombianos y protagonistas de las cenas de fin de año, así como de los asados que se suelen hacer en miles de hogares colombianos para el ‘desenguayabe’.

Aunque en Colombia hay una baja producción de pavo y la mayor parte de la oferta es importada, principalmente de Perú y Estados Unidos, este año es factible que los hogares que han adoptado la costumbre de comer esta ave para celebrar la Navidad o el Año Nuevo lo piensen dos veces. Los precios están bastante elevados no solo por la carestía general de los alimentos, sino por la devaluación del peso frente al dólar. En supermercados, un pavo entero marinado cuesta más de 180.000 pesos y una fabricante de pavos rellenos para temporada señala que hace un año la libra estaba en 15.000 pesos y ahora está en 25.000.

Quienes optan por los perniles de cerdo se encuentran con precios inferiores a los del pavo, aunque más caros que el año pasado, debido a la disparada que ha tenido la proteína animal. Esto también impactará la lechona y los asados típicos de la temporada. Si bien la carne de res ya no siguió subiendo al ritmo que lo hacía a principios de este año, tampoco bajó de precio, lo que hace que difícilmente se consiga una libra por menos de 10.000 pesos.

Buen abastecimiento

En Corabastos, la principal mayorista del país, dicen que pese las dificultades que ha tenido la actividad agropecuaria este año (como el invierno, el encarecimiento de los fertilizantes y la baja productividad) hay suficiente oferta de alimentos para atender la demanda de fin de año. Mientras en diciembre de 2021 esta central recibió 196.000 toneladas de comida, este año lleva 215.000 toneladas que no solo se consumen en Bogotá, sino en numerosos municipios cercanos.

“Este momento hay de todo, más caro, pero hay de todo. Están en cosecha la guayaba, la mora, la papaya y pronto va a empezar la de piña y la de mango, lo que va a ayudar a que haya comida suficiente”, sostiene un vocero de Corabastos y dice que, a nivel de mayoristas, actualmente se consigue carne de res desde 12.500 pesos por libra, la de cerdo desde 11.000 y la de pavo desde 18.000 pesos.

Estos precios, no obstante, no han espantado a los compradores que están adquiriendo proteínas para sus celebraciones y en puntos como Corabastos se está vendiendo todo lo que llega. En las plataformas como Rappi, los alimentos más solicitados para esta época son buñuelos y natilla, independiente de sus precios, pero también crece la demanda por licores, los cuales representan cerca del 22 % de sus ventas.

En las celebraciones decembrinas, el licor también tiene un papel estelar y allí la inflación y el dólar han tenido un fuerte impacto. Hasta noviembre lo que más subía era whisky, ron, brandy, vodka, ginebra, coñac, tequila, cremas de licor y aperitivos, que en su mayoría son importados. En promedio sus precios registraron un alza de 10,17 %. El segundo grupo de licores que más sube es el de cerveza y refajo, con 7,47 % y le siguen vino, champaña, jerez y aperitivos a base de vino, con una subida del 7,14 %.

La buena noticia, en medio de esta ola de alzas, es que el aguardiente, que después de la cerveza es la bebida alcohólica más consumida en el país, solo había subido 4,32 % anual a noviembre pasado.