Economía
Impacto económico del fenómeno de El Niño sería transitorio pese al intenso calor y, ahora, a las fuertes lluvias
En el crecimiento y la inflación de productos agropecuarios y en el sector de energía estarían los mayores golpes que generaría este evento climático. Pero será puntual.
A pesar de la tregua que por estos días ha dado el fenómeno de El Niño con lluvias fuertes en algunas partes del país que han aplacado las intensas jornadas de calor, las preocupaciones por el impacto que tendrá este evento climático en la economía van en aumento.
La razón es que los cálculos iniciales se basaban en un Niño moderado, pero ahora se estima que su intensidad será fuerte y todavía no es clara la duración que tendrá.
El fenómeno de El Niño se caracteriza por condiciones más secas, a causa del calentamiento del océano Pacífico, y tiene un impacto importante sobre la vegetación, debido al déficit de precipitaciones y al aumento de la temperatura por encima de lo normal.
“Al comparar las predicciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de junio de 2023 con los datos observados hasta diciembre de 2023, se evidencia que las condiciones climáticas experimentadas han sido más fuertes de lo previsto. En efecto, mientras que en junio de 2023 se esperaba que El Niño fuese de categoría moderado, en su actualización de enero se observa que en realidad nos estamos enfrentando a uno fuerte, de una intensidad mucho mayor”, señala un informe de Corficolombiana.
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Agrega el estudio que se espera que este fenómeno se mantenga en categoría fuerte hasta febrero de 2024. “Así, de cumplirse lo previsto, El Niño que estamos experimentando permanecería seis meses en categoría fuerte y completaría doce meses de duración total, al volver a terreno neutral en mayo de 2024″, añade.
Los efectos de El Niño ya se están viendo en la capacidad productiva y de consumo del país. Según XM, la administradora del mercado de energía, en 2023, la demanda de energía en Colombia aumentó en 4,45 % en comparación con el año anterior.
“En 2023 la demanda de energía fue de 79,985 GWh, lo que representa un aumento de un 4,45 % en comparación con el consumo nacional de 2022, donde la demanda fue de 76,653 GWh. A escala trimestral, se observa un incremento progresivo a lo largo de los cuatro trimestres del año, siendo el cuarto trimestre el de mayor aumento, con un 6,2 % de crecimiento y un consumo total de 20,448 GWh. Durante 2023 la evolución mensual del crecimiento de demanda del Sistema presentó un aumento más representativo desde mayo, provocado principalmente por las altas temperaturas asociadas a la transición del Fenómeno de El Niño”, señaló XM en un comunicado.
Por su parte, el sector ganadero en Colombia enfrenta pérdidas millonarias, especialmente en la producción láctea, afectada por El Niño. La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) registró una pérdida de 122.000 millones de pesos en los últimos 45 días. Además, se evidenció una disminución diaria del 8 % en la producción de leche que podría impactar los precios en el corto plazo.
Por su parte, la carne experimentará un alza a finales del primer trimestre de 2024. El gremio informó sobre la muerte de 8.879 bovinos que se atribuye a la falta de agua y pasto, afectando 113.508 predios y 2,5 millones de hectáreas. Las regiones más afectadas son el Caribe (6.253 bovinos muertos), Llanos Orientales (1.386 bovinos muertos) y Andina (1.238 bovinos muertos).
“Con ocho meses de anticipación, el Ideam encendió las alarmas sobre la sequía que llegaría como consecuencia del fenómeno de El Niño, pero no hubo acciones de prevención, ni las hay para auxiliar a los afectados”. De esta manera, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, manifestó su inconformidad con el Gobierno por su exceso de anuncios, pero deficitaria puesta en marcha de iniciativas para apoyar a los productores del campo en estos momentos de crisis por la fuerte sequía en buena parte del país.
“Hoy, en el altiplano cundiboyacense, minifundista, lechero y reseco, un bulto de silo de maíz supera los 20.000 pesos, y el campesino, enfrentado a perder sus animales y su ingreso, debe elegir entre alimentarlos o alimentar a su familia”, dijo en una columna semanal que publica.
Precisamente, el fenómeno de El Niño ha sido uno de los eventos que ha encendido las alarmas en torno a la inflación que podría afectar la velocidad con que viene cayendo este indicador. Para el cierre de 2023, el índice de precios al consumidor se situó en 9,28 %, volviendo a un dígito. Para enero, la inflación anual fue de 8,35 %, en donde el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas subió 2,96 % y el servicio de energía eléctrica 22,46 %.
En la más reciente reunión de la Junta Directiva del Banco de la República, a finales de enero, sus miembros votaron por una reducción de la tasa de interés de 25 puntos básicos, para llegar a 12,75 %. Según las minutas de la reunión, se señaló que una reducción más acelerada de la tasa de política en las condiciones actuales tiene el riesgo de “erosionar” la credibilidad en la meta. Esta erosión podría impedir avanzar más adelante en el proceso de reducción de tasas y en el relajamiento de la política monetaria, y resultar en mayores costos para la economía.
Los codirectores subrayaron su preocupación por el comportamiento de la canasta de servicios, cuya inflación ha venido mostrando una importante rigidez a la baja. Resaltaron que la convergencia de la inflación hacia la meta enfrenta riesgos importantes debido a la fuerte sequía que está generando el fenómeno de El Niño.
“Esta es una postura prudente en las circunstancias actuales, y daría tiempo para evaluar el verdadero alcance del fenómeno de El Niño, examinar los incrementos de los precios de los arriendos y la educación, típicos del comienzo del año, y valorar los posibles efectos del reciente incremento del salario mínimo”, señalan las minutas.
Según un análisis del Banco Popular, “los fuertes riesgos” asociados al incremento del salario mínimo de 2024 y el fenómeno de El Niño llevó a la Junta Directiva del Banco de la República a ser más prudente de lo anticipado. Considera el estudio que bajar las tasas de manera muy acelerada puede traer efectos adversos más adelante.
A su vez, para Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research, el fenómeno de El Niño generará aumentos transitorios en los precios de los alimentos y la energía al tiempo que disminuirá su oferta disponible.
Los cálculos
Corficolombiana estima que un Niño fuerte afectará la actividad económica de los sectores agropecuario y energético, resultando en una disminución en cada sector de 0,3 puntos porcentuales en el crecimiento anual para 2024. En su conjunto, esto se traduciría en una afectación aproximada de 0,04 puntos porcentuales en la producción nacional para 2024.
De acuerdo con el documento, Corficolombiana estimó que el año pasado la actividad económica del sector agropecuario creció en promedio 0,5 puntos porcentuales menos que en periodos del fenómeno de El Niño moderado. “Sin embargo, estimamos que ante episodios de El Niño fuerte el efecto es casi del doble. Nuestros cálculos revelan que el PIB del sector agro crece 0,9 puntos porcentuales menos anualmente durante estos eventos climáticos. El efecto es especialmente mayor en las subramas de cultivos agrícolas, silvicultura y pesca”, explica el análisis.
En este sentido, para 2024 el análisis estima que el sector agropecuario crecería 0,3 puntos porcentuales menos que en un escenario climático neutro. Específicamente, la subrama de cultivos agrícolas crecería 0,4 puntos porcentuales menos y ganadería 0,2 puntos porcentuales menos, mientras el efecto esperado para los cultivos de café es cercano a cero.
Los cultivos más afectados por El Niño, con gran peso en áreas sembradas del país, son arroz, plátano, caña de azúcar, yuca y papa. Dentro de la ganadería, la mayor afectación se daría por la oferta de leche.
“Pese al choque climático, el sector agropecuario ha tenido una tendencia de recuperación y fortalecimiento reciente, que observamos en el crecimiento de los datos de abastecimiento en centrales de abasto, cifras de producción de café y de ganadería hacia el cierre de 2023. Por lo cual, estimamos que el PIB del sector agropecuario habría crecido entre 1,2 y 1,5 % en 2023 y crecerá en un rango de 1,0 a 2,0 % en 2024 con sesgo alcista, aun incorporando el efecto estimado de El Niño fuerte”, explica Corficolombiana.
Como resultado de la afectación a la oferta de productos agropecuarios, el fenómeno de El Niño genera una presión inflacionaria en el rubro de alimentos, especialmente en el componente de productos perecederos. El informe recuerda que el precio de los alimentos fue el principal factor en el aumento del índice de precios al consumidor (IPC) para 2022. Esta división contribuyó con 4,88 puntos porcentuales y un aumento del 27,8 % al cierre de 2022, el mayor resultado desde julio de 1998. Esto se originó principalmente por los altos precios de los insumos para los productores debido a los precios elevados de las materias primas agrícolas.
“Recientemente, estimamos que los periodos de El Niño débil-moderado la inflación de alimentos ha sido 1 punto porcentual más alta y en intensidad fuerte ha sido 3,9 puntos porcentuales más elevada. Esto considerando que los alimentos perecederos con mayor impacto en su oferta disponible, la leche, el arroz, el plátano y la papa, pesan cerca del 17 % de la canasta de alimentos de consumo de los hogares. Pese a la magnitud del choque, posteriormente se evidencia una desaceleración acelerada en la inflación de alimentos. La cantidad de meses para retomar la inflación registrada antes del choque después de finalizado el fenómeno de El Niño en periodos de intensidad fuerte históricamente ha sido de siete meses en promedio (intensidad débil y moderada: cuatro meses)”, explica el informe de Corficolombiana.
Sin embargo, agrega el análisis, aun con la afectación alcista en precios por el impacto de El Niño fuerte, el choque será transitorio, y se prevé que la inflación de alimentos en 2024 se mantenga entre en el rango de 2,9 a 6,1 % del escenario base de la firma, como resultado de factores asociados al comportamiento de los costos de los principales insumos de producción (urea, maíz, trigo y soya). “De esta forma, para 2024 su impacto lo estimamos en 0,9 puntos porcentuales y proyectamos que la inflación de alimentos cierre este año en 5,3 % después del 5,0 % de 2023. Vale la pena destacar que este efecto es transitorio y se espera que corrija entre el segundo y el tercer trimestre de 2024. Por lo tanto, mantenemos nuestro pronóstico de inflación al cierre de 2024 en 5,1 %”.
Por el lado de la energía, el fenómeno de El Niño también impacta el crecimiento de este sector. En promedio durante los períodos en que se registra este evento climático, el PIB del sector crece 0,6 puntos porcentuales menos anualmente. Al igual que en agro, en el caso de un Niño con intensidad fuerte el impacto es aún más pronunciado. Los cálculos de Corficolombiana establecen que el sector evidencia una expansión 0,8 puntos porcentuales menor frente al escenario climático neutro. “Con ello, estimamos que en 2024 el sector crecerá 0,3 puntos porcentuales menos que en un escenario climático neutro. Además, El Niño genera presiones alcistas en los precios de la energía en bolsa, mayoritariamente, y de forma residual en los precios pactados en los contratos de compra de energía de largo plazo. No obstante, los movimientos del precio de energía en bolsa a la fecha no reflejan condiciones de estrés hídrico”, agrega el informe.
Sin embargo, no descarta que persistan riesgos inflacionarios durante el próximo trimestre, por un recrudecimiento de las condiciones climáticas en el país, con consecuencias esperables en los embalses y los precios de la energía.