Economía
Impuesto saludable: “los costos asociados serán trasladados al consumidor”, explica experta
El incremento busca hacerse de forma gradual hasta llegar al 20 % para 2035.
Bebidas azucaradas, productos empaquetados y otros alimentos ultraprocesados tendrán desde este 1 de noviembre un impuesto adicional, los cuales fueron aprobados en la Reforma Tributaria del años pasado, el objetivo es recaudar alrededor de 3 billones de pesos.
Si bien este incremento se dará de forma gradual hasta llegar al 20 % para 2035, los costos extras lo recibirán tanto los productores, vendedores e importadores, que posiblemente se vean trasladados al consumidor final.
Para Sara Valbuena, tributarista y directora legal de Ventus Consultores, explica que si bien el sujeto a impuestos no es el consumidor final, este puede ser impactado con un incremento hasta del 3%.
“En este caso, el sujeto pasivo es el productor, vendedor, importador o quien genere transferencia de dominio. En este sentido, puede verse obligado a incrementar costos asociados al impuesto, viendo disminuida su rentabilidad y buscará equilibrar esta alza trasladando este valor al consumidor”, afirma Valbuena.
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Así será el incremento
El gobierno asegura que esto no generará presiones significativas sobre la inflación. El alza del precio se presentará de manera gradual. Por ejemplo, en el caso de las bebidas azucaradas solo se empezará a cobrar 35 pesos entre 6 y 10 gramos. Para 2025, la meta es cobrar impuesto desde los 5 gramos y también a las de 9 gramos. Las tarifas serán entre 38 pesos y 65 pesos, respectivamente.
Mientras que en lo que respecta a los productos comestibles ultraprocesados, “estos serán sujetos de impuesto a partir de la cantidad de sodio, azúcares y grasas saturadas, todos con la fórmula de cantidad en gramos dividido en el número de kilocalorías. En los productos que reflejen un resultado mayor al de 10%, tanto con azúcares como con grasas saturadas, se les aplicará el impuesto. Entre tanto, en el 2024, el impuesto subirá al 15%”, explica Valbuena.
El Gobierno Nacional ha dicho que el objetivo de este impuesto es aumentar el recaudo mientras se reduce la presión sobre el sistema de salud; afirmación que comparte la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Para la Organización, este tipo de impuestos representan un impacto positivo en la población y dan como resultado una triple ganancia para los gobiernos con poblaciones más saludables, generando ingresos fiscales inmediatos y, según se lee en su página web, tienen el potencial de reducir costos en la atención médica.