INFLACIÓN
¡Inédito! Venezuela tendrá billete de 1 millón de bolívares, es decir, medio dólar
El Banco Central de ese país informó que tres nuevas denominaciones se incorporarán al Cono Monetario vigente. ¿Por qué es la peor salida para la crisis económica?
Este viernes, el Banco Central de Venezuela (BCV) confirmó una noticia de no creer: el país vecino tendrá tres nuevas denominaciones de billetes, una de las cuales será de un millón de bolívares.
Las otras piezas serán de 200.000 y 500.000 bolívares, respectivamente, y en su conjunto comenzarán a circular paulatinamente a partir del 8 de marzo de este año. “Estos nuevos billetes vienen a complementar y optimizar el actual cono monetario, para cumplir con los requerimientos de la economía nacional”, aseguró el BCV.
Las tres nuevas especies monetarias tienen en su anverso la imagen de Simón Bolívar. Asimismo, los 200.000 y 500.000 bolívares cuentan con la imagen del Mausoleo del Libertador. En el caso del de un millón muestra en su reverso la imagen conmemorativa del Bicentenario de la Batalla de Carabobo.
Tres nuevos billetes serán incorporados al Cono Monetario vigente, como parte de la ampliación de la actual familia de especies monetarias.#BCV 🇻🇪 pic.twitter.com/HdUDbrrZ5F
— Banco Central de Venezuela (@BCV_ORG_VE) March 5, 2021
La decisión del banco central venezolano de emitir estos nuevos billetes se da justo cuando se conmemoran ocho años del fallecimiento de Hugo Chávez. Pero al margen de esta efeméride, se presenta cuando el régimen de Nicolás Maduro se enfrenta a una inflación que no para de crecer.
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Según los más recientes reportes oficiales, ese país cerró el año pasado con un índice de precios al consumidor cercano al 3.000 por ciento, que no es otra cosa que un aumento desproporcionado de los valores a pagar en todos los sectores.
De acuerdo con el Coordinador de Asuntos Internacionales del partido Vente Venezuela, Pedro Urruchurtu, ni sumando las tres nuevas denominaciones se puede completar el equivalente a un dólar norteamericano. Según el cambio vigente, por ejemplo, el billete de un millón de bolívares a duras penas alcanza para medio dólar.
Eso sí, esta no es la primera y probablemente no será la última vez en que un país vire hacia su emisor de monedas, con el fin de hacerle frente a las crisis económicas. Naciones a lo largo y ancho del mundo han recurrido a esta salida, buscando “aumentar” la capacidad de los hogares y personas para adquirir bienes y servicios.
En Perú, a mediados de los ochenta se hizo popular la expresión “la maquinita”. García utilizó la emisión monetaria para impulsar un boom económico caracterizado por medidas populistas. El resultado: una hiperinflación que llegó al 7.000 % y generó un gran desabastecimiento.
Años después, en la antigua República Federal de Yugoslavia, el dictador Slobodan Milosevic financió la guerra con una emisión exagerada de dinero. A medida que el dinero fue perdiendo valor, el Gobierno de Milosevic empezó a ponerles más ceros a sus billetes. Poco fue su efecto, teniendo en cuenta que su inflación aumentaba 63 por ciento al día.
Como se ve, la “fórmula mágica” ha fracasado en donde se ha presentado. De hecho, economistas de diversas corrientes coinciden en que emitir es la peor solución del mundo, aunque no deja de ser atractiva para algunos sectores políticos.
En Colombia, economistas y políticos ya la han planteado. Uno de ellos es el senador Gustavo Petro, quien además se perfila como uno de los candidatos presidenciales más fuertes, y que insiste en que hay que tomar decisiones audaces y dejar de lado la ortodoxia que caracteriza a la tecnocracia colombiana.
Para el líder de Colombia Humana, la mejor manera de llevar recursos a los hogares y a las pequeñas y medianas empresas es que el Banco de la República emita y le dé un crédito directo al Gobierno de unos 15 billones de pesos mensuales, mientras haya la necesidad de mantener cerrado el aparato productivo.
Argumenta que el Banco ya emitió una gran cantidad de dinero, pero que en vez de darlo a los hogares, estos recursos fueron canalizados a través de la banca privada. En pocas palabras, la emisión se convirtió en deuda para los hogares y empresas y en un activo para las instituciones financieras.
Si bien es cierto que el Banco de la República aumentó la emisión monetaria durante el año pasado, el mecanismo utilizado es de una naturaleza muy distinta a la propuesta del líder opositor. Lo que hizo la entidad fue emitir dinero para adquirir activos de las entidades financieras. El objetivo: mantener la estabilidad del sistema financiero e impedir que se repitiera la crisis de 1999.
Una posible emisión en el país resultaría en una coyuntura aún más compleja de la que ya se vive.