Macroeconomía
Inflación en Argentina cerró el 2021 en 50,9 %
Según el Instituto de Estadística Estatal, el país sudamericano cuenta con una de las tasas más elevadas del mundo.
El encarecimiento de la canasta familiar y del costo de vida están lejos de estabilizarse en Argentina, en donde la inflación parece no dar tregua. El índice de precios al consumidor se disparó en diciembre alcanzando un registro del 3,8 %, una cifra que llevó a cerrar la inflación en el 50,9 % en 2021. Esto representa una de las tasas más altas del mundo, alertó este jueves 13 de enero el Instituto de Estadística Estatal de ese país.
A pesar de que en 2020, año en que inició la pandemia, la inflación se había desacelerado, para 2021 volvió a tomar impulso y se incrementó en 14,8 %. Por ejemplo, el precio de los alimentos aumentó en 50,3 %, mientras que los restaurantes, los hoteles y el transporte están por las nubes con un incremento aproximado del 60 %.
Para este año, el Gobierno de ese país estimó un índice inflacionario del 33 %; sin embargo, la oposición cuestionó estas proyecciones y afirmó que dichas cifras no eran realistas, por lo cual la propuesta fue rechazada por el parlamento. Ahora, según el Banco Central, la inflación para 2022 se estima en 55 %.
“Durante 2021, el Gobierno trató de anclar la inflación y para eso usó básicamente la regulación del precio de las tarifas de servicios públicos y el tipo de cambio. Si bien es cierto que no fue exitoso, sin eso la inflación hubiese sido más alta”, le explicó a AFP Hernán Fletcher, miembro del Centro de Economía Política Argentina.
Además, el informe de Perspectivas Económicas presentado este miércoles por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que Argentina pasará de una tasa de crecimiento del 9,8 al 2,2 % en 2022.
Esta situación transcurre en plenas conversaciones del Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar la deuda de 40.000 millones de dólares, suscrito en 2018.
¿Cómo está la inflación en otros países del mundo?
El panorama en el mundo es poco alentador. Por ejemplo, los precios al consumidor en Estados Unidos subieron 7,0 % en 2021, el mayor aumento desde 1982. Esta situación tiene entre la espada y la pared a la Reserva Federal, quien ya anunció que se encuentra preparada para hacerle frente a la inflación y tartar de reducirla al 2 %.
De igual manera, los empresarios han mostrado su preocupación, pues la escasez de mano de obra ha puesto en jaque a sus compañías. Además, afirman que el aumento de los precios podría continuar hasta el próximo año, afectando la producción y venta de bienes y servicios.
En la región, Venezuela cerró su inflación en 686,4 % para 2021, con un índice menor al 50 %, afirmó el Banco Central. Esto, según términos tradicionales, demuestra que el país latinoamericano culmina un periodo de hiperinflación que estaba sin control desde 2017.
Para 2017, Venezuela había cerrado su inflación en 862 %, que para 2018 llegó a un aumento de 130.000 %. Para 2019 fue del 9.585 % y en 2020 estuvo cera del 3.000 %.
Por su parte, la inflación brasileña llegó al 10,74 % en 12 meses a noviembre de 2021, una cifra récord que no se registraba desde el mismo mes en 2003. En Cuba, el ministro de Economía, Alejandro Gil, anunció en diciembre que el país cerraba el aumento de los precios al consumidor en 70 % para 2021, mientras que en Chile el IPC cerró con una variación interanual del 7,2 %, cifra más alta desde 2007, según el Instituto de Estadística de ese país.
El caso de Europa no es ajeno al resto del mundo, pues este continente cerró el año 2021 con una inflación del 5 %, la más alta registrada desde 1997.
*Con información de AFP.