Inflación
Inflación en Colombia no cedería sino hasta mediados de 2023: ¿quién lo dice?
Expertos advierten que es necesario tener en cuenta la coyuntura internacional.
El país todavía no sale del asombro tras los datos revelados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) sobre el costo de vida en Colombia, que ubicaron este indicador en su punto más alto del siglo, presionado principalmente por los precios de los alimentos, vivienda y transporte, que contrario a lo esperado por las autoridades monetarias, se resisten a ceder y aprietan cada vez el bolsillo de los hogares.
De acuerdo con el Dane, la inflación al cierre del año pasado se ubicó en 13,12 %, un porcentaje nunca antes visto en la historia del país y que, si se compara con el reporte que han dado a conocer los demás países de América Latina, deja a Colombia con uno de los registros más altos en la región. Lo más preocupante de todo es que no se sabe cuándo empezará a ceder y las proyecciones del gobierno siguen sin atinarle.
Basta con recordar las tres veces que el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha dicho que espera que el costo de vida empiece a ceder, primero para octubre, después para noviembre y finalmente en diciembre; sin que sus proyecciones se cumplan, para empezar a temer por una escalada incontrolable de este indicador, haciendo que las proyecciones de crecimiento económico sean cada vez más desfavorables.
Así las cosas, muchas personas se están preguntando en este momento cuándo empezará a ceder el costo de vida, ya que cada vez los hogares deben hacer más piruetas para llegar a fin de mes y el dinero no alcanza para lo mismo que antes. Frente a esto, hay quienes sostienen que el primer trimestre será un periodo importante, aunque existen otros pronósticos menos optimistas que advierten que esto no sucederá sino hasta mediados de julio o julio.
En diálogo con SEMANA, Juan Daniel Oviedo, exdirector del Dane y una de las voces con mayor credibilidad estadística en Colombia, habló sobre este panorama y entregó sus proyecciones frente a lo que se viene para el próximo año, enumerando los tres principales retos a los que se deberán enfrentar el Gobierno del presidente Gustavo Petro y los diferentes sectores de la economía.
Las proyecciones de este economista en materia de inflación no son tan positivas como las del Ministerio de Hacienda o del Banco de la República, ya que asegura que las pensiones internacionales se van a seguir sintiendo, poniendo a Colombia en un panorama que no había vivido anteriormente.
“Yo creo que para 2023, contrario a diversos pronósticos que se han dado, la inflación va a ceder muy poco en el primer semestre del año y esto es un elemento que hay que precisarle a la gente, ya que el país está viviendo una inflación de alimentos muy importante, que si bien en otros tiempos estaba asociada solo a un invierno o a un bloqueo de vías o paro camionero; golpes que se corrigen muy rápido, en esta oportunidad vemos un encarecimiento de los insumos de producción”, explicó el experto en economía.
Este último punto es clave para Oviedo, ya que “recordemos que el 95 % de los fertilizantes que se utilizan para la producción agropecuaria del país son importados y ese porcentaje está expuesto al van y ven de la tasa de cambio y al entorno internacional que se ha visto afectado por la guerra entre Ucrania y Rusia”.
Solo para poner un ejemplo, indicó que “para 2021 el país importó 1,8 millones de toneladas de abono a un precio promedio de 434 dólares. En 2022 hemos importado menos toneladas en los 10 primeros meses, es decir, 1,5 millones de toneladas, pero el precio promedio es de 869 dólares por tonelada, estamos hablando de casi el doble”.
Frente a la fecha en la que espera que empiece a ceder el costo de vida, Oviedo indicó que esto no sucederá sino hasta mitad de año, ya que primero hay que esperar a que se normalice el panorama internacional.
Por su parte, el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, manifestó que “la mayor contribución del Gobierno para bajar la inflación es generar la confianza necesaria para que el dólar vuelva a bajar”, y explicó que uno de los problemas de la alta inflación es que sin una buena demanda de alimentos y sin precios regulados de los combustibles y de los servicios públicos esa tendencia puede ser preocupante.
Cárdenas afirmó que otro de los problemas que se presentará es que el ciclo de aumento de la tasa de interés no ha concluido y, por eso, podría superar las expectativas que se hicieron en diciembre. “La economía, lamentablemente, se frenará también más de lo esperado”, sentenció el exministro.