Inflación

Inflación en Colombia: un efecto de la falta de competitividad

Expertos debatieron sobre este tema en SEMANA TV.

11 de octubre de 2022
Creativo Getty
Actualmente la inflación se encuentra en su punto más alto desde 1999. | Foto: Getty Images

El costo de vida es uno de los temas más mencionados durante los últimos meses, no solo en Colombia, sino en todo el mundo, puesto que tiene en jaque a potencias económicas como Estados Unidos, Francia, Japón o Alemania, donde los bancos centrales siguen subiendo las tasas de interés para contener este flagelo, pese a los efectos negativos que se están generando al interior de las empresas.

Según los economistas, la razón principal por la que se suben las tasas de referencia es para desincentivar el endeudamiento y cortar la capacidad de consumo de las personas y de esta manera afectar el ciclo de oferta y demanda, para lograr que los precios de los productos bajen, puesto que se compran en menor cantidad o frecuencia por los consumidores. No obstante, esto parece no estar dando resultado.

En el caso de Colombia, de acuerdo con el reporte del Dane para septiembre, la inflación se ubica actualmente en su acumulado anual del 11,44 %, el punto más alto desde 1999, impulsado principalmente por el precio de los alimentos, el transporte y el alojamiento. Si bien para el noveno mes del año se esperaba un crecimiento de este indicador, el alza reportada finalmente fue más alta de lo esperado.

Esta situación ha llevado a que los analistas proyecten nuevas alzas de las tasas de interés para octubre, por encima incluso del 10 % que se tiene en este momento, lo que sin duda seguirá mermando la economía del país. Tanto el Banco de la República, como diversos centros de pensamiento, han bajado sus proyecciones de crecimiento para 2023 a niveles tan bajos, por ejemplo, de apenas el 0,07 %.

Ricardo Bonilla, economista y exsecretario de Hacienda de Bogotá, y el empresario Mario Hernández debatieron este martes 11 de octubre sobre esta realidad en SEMANA TV, y aseguraron que el país debe buscar nuevas alternativas para combatir el aumento del costo de vida, más allá de las subidas de tasas, puesto que a futuro solo se traduce en pérdida de competitividad.

Mario Hernández, propietario de una gran empresa textil con su mismo nombre, aseguró que Colombia está en deuda con mejorar su aparato productivo y lograr que las diferentes compañías mejoren sus procesos de elaboración y distribución de productos, lo cual hace que aquellas cosas que se comercializan terminen costando más que en otros países con los que se compiten en la región.

“Mientras Colombia hace tres bolsos en una hora, China hace 20 y en Italia se sacan 15, esto no es solo de aumentar el sueldo, también hay que hacer más competitivas a las empresas y darles alternativas para que puedan crecer y estar a la vanguardia. Necesitamos ser más profesionales, si nos dedicamos solo a subir precios, pues perdemos atractivo y toca cerrar”, dijo el empresario santandereano.

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Entre tanto, Ricardo Bonilla, exsecretario de Hacienda de Bogotá, indicó que otro factor que se debe tener en cuenta para cambiar a futuro son los ítems que actualmente se usan para calcular el aumento de salario mínimo cada año, ya que, según su criterio, debe estar ligado al crecimiento productivo de las empresas y no al crecimiento de la inflación.

“Si esto sigue de esta forma, se mantendrán aumentos por debajo de los índices de inflación y podrán pasar cosas como las que vimos este año, en el que el aumento del costo de vida se seguirá tragando el aumento de salario de los trabajadores y no se tendrán puntos que ayuden a recuperar el crecimiento económico del país”, explicó Bonilla.

Otras firmas como J.P. Morgan, el banco más grande de Estados Unidos, hicieron sus pronósticos sobre lo que viene para el país luego de esto e indicó que se esperan momentos en los que habrá que seguir apretando el cinturón, ya que se prevé una dura respuesta de parte del Banco de la República.

“El dato del IPC de septiembre fue del 0,93 % mensual, por encima del consenso de los analistas del 0,75 % mensual y de nuestra propia previsión del 0,5 % (que se decepcionó en gran medida por la suposición errónea de que los precios de los alimentos se desacelerarían durante el mes). El resultado de septiembre elevó la lectura a 11,44 %, aún subiendo rápidamente desde el 10,83 % informado en agosto”, dijo esta institución financiera.

Uno de los puntos que más llama la atención de este nuevo informe de J. P. Morgan tiene que ver con lo que espera del comportamiento del costo de vida para lo que resta del año, ya que la última disparada dejó claro que este indicador no cederá y, por lo tanto, se deben empezar a tomar medidas que ayuden a contrarrestar las alzas de sectores como los alimentos, las tarifas de energía y el transporte.