Macroeconomía
Inflación y tejido social, entre los retos para Latinoamérica en 2023, según informe
La región se convertirá este año en un escenario de oportunidad, especialmente a través de inversión en infraestructura con autopistas, aeropuertos, puertos y comunicaciones.
Latinoamérica tendrá este año, en el ámbito económico, nuevos retos y oportunidades en un contexto marcado por el conflicto Rusia-Ucrania, los cambios políticos en varios países de América Latina y los rezagos de la pandemia por la covid-19 que aún se perciben en la región y en el mundo.
Con estos fenómenos se revelan los desafíos políticos, sociales y económicos que pondrán a prueba la resiliencia de los 665 millones de personas que habitan América Latina en medio de altos niveles de volatilidad locales, regionales y mundiales, según el Observatorio Sura.
Cada vez hay más voces que se suman a las discusiones públicas, razón por la cual se abre una ventana de oportunidad para reconstruir la confianza, aumentar la transparencia, rendir cuentas y promover el fortalecimiento de las dinámicas democráticas en todos los niveles.
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Además, luego del apretado calendario electoral en la región, con las elecciones presidenciales definidas en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú; las legislativas en Colombia, Costa Rica y Brasil; y las elecciones especiales en Chile, México y Perú, se reveló que los ciudadanos muestran mayor desencanto con los sistemas democráticos y, a su vez, mayor voluntad de participación.
Más atención a América Latina
Según el experto, con las tensiones geopolíticas en aumento, países como China están prestando cada vez más atención a América Latina como escenario de oportunidad, inversión y cooperación.
En 2022 el escenario global estuvo marcado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que involucró también de forma indirecta a países miembros de la Otan. Además, con el endurecimiento de sanciones contra Rusia, el mundo vio con preocupación cómo ese país estrechó relaciones con Estados de corte autoritario como Irán y Corea del Norte.
Además, en 2023, además de los efectos de ese conflicto, la atención volverá a la histórica rivalidad entre Estados Unidos y China como consecuencia de factores diversos, entre ellos el choque de intereses en el mar del sur de la China, las posiciones respecto a la soberanía de Taiwán y la creciente influencia económica y política de China en América Latina, África, Asia Central, Oceanía y Europa.
Por tal motivo, América Latina se convertirá este año en un escenario de oportunidad, especialmente a través de inversión en infraestructura con autopistas, aeropuertos, puertos y comunicaciones. De hecho, ya avanzan proyectos de este tipo en diversos países de la región, desde Argentina y Chile, hasta Costa Rica.
Inflación y costo de vida
Según el informe, en 2022 llegó la inflación global más alta en décadas. Por ello será fundamental que en 2023 los gobiernos de la región establezcan políticas monetarias y fiscales que le apunten a aliviar la presión inflacionaria y que, a su vez, promuevan la cooperación multilateral.
Además, la alta inflación es un fenómeno global causado por las dinámicas de recuperación económica de la mayoría de los países tras la pandemia, como consecuencia del conflicto entre Rusia y Ucrania, que impactó los precios internacionales de muchas materias primas y, finalmente, por el fortalecimiento del dólar frente a la mayoría de las divisas del mundo que en gran parte dependen de las importaciones tranzadas con esta moneda.
Sin embargo, las señales de la región indican que, aunque el costo de vida seguirá siendo elevado, su aumento se moderará a partir de este año. De hecho, el Fondo Monetario Internacional pronostica que la inflación mundial pasará de 8,8 % en 2022, a 6,5 % en 2023 y 4,1 % en 2024.
Por otra parte, el deterioro del tejido social será uno de los retos más relevantes a nivel global, regional y local para 2023 y los años siguientes. A raíz de esto, los gobiernos de la región tienen la oportunidad de adelantar acciones colectivas contundentes que permitan gestionar la reducción de las brechas sociales y los factores económicos y políticos que aquejan a las sociedades latinoamericanas.
Agregó que, como señaló el Foro Económico Mundial en su último informe de ‘Riesgos Globales’, la erosión del tejido social es el riesgo con mayor deterioro en los últimos dos años, siendo un riesgo constante a corto y largo plazo, al igual que las amenazas medioambientales.
Sin embargo, la cohesión social está muy ligada a la confianza. Por ende, en la medida en que se profundice la participación democrática y la relación entre instituciones y ciudadanos se fortalezca, también se fortalecerá el tejido social.
Sostenibilidad y negocios
En cuanto a cómo equilibrar las exigencias ambientales con los enormes desafíos económicos de este nuevo año, el informe da a conocer que las exigencias de la ciudadanía frente a las acciones sostenibles toman cada vez más volumen dentro de la conversación pública, por lo cual uno de los grandes retos de los gobiernos y empresarios para 2023 será equilibrar este reclamo con los desafíos de índole económica.
Actualmente, se observa una transición desordenada hacia la descarbonización, una serie de crisis geopolíticas que plantean retos ambientales y sociales, y una creciente desigualdad producto del cambio climático y la violencia.
En tal sentido, en 2023 las empresas verán con más claridad que integrar los factores ASG en todos los niveles de la organización es mucho más que una estrategia de competitividad.
El año 2023 verá el fortalecimiento de una nueva forma de hacer negocios, orientada por la sostenibilidad, la generación de valor y el propósito, entre otros.