Economía
Insostenible: el 65% de los ingresos del transporte público en Bogotá los aporta el Distrito. ¿Qué tan viable es la tarifa cero del presidente Petro?
Esta es la radiografía de un servicio ineficiente e insostenible financieramente. Estudio de Anif.
La intempestiva propuesta del presidente Gustavo Petro de llegar a aplicar eventualmente una tarifa cero en el sistema de transporte público ha puesto a los analistas a sacar cuentas para establecer qué tan viable sería la medida.
Se trataría de un subsidio aplicable de manera progresiva hasta llegar a una tarifa cero que alguien tendrá que pagar, como sucede siempre y como han dicho algunos críticos del Gobierno nacional. En esta ocasión, los llamados de manera directa a meterse la mano al dril son los usuarios del servicio de energía, pues el cargo sería a la factura de la luz.
El centro de pensamiento económico Anif hizo un análisis en el que, en primera instancia, dice que un trato diferenciado para ciertos usuarios del transporte público es una buena idea que, de hecho, se aplica en diversos países del mundo.
Con el ánimo de poner elementos técnicos en el debate, y como el problema de este tipo de medidas es siempre la manera de hacerlo, Anif realizó inicialmente un diagnóstico que muestra el estado en el que se encuentra un sistema de transporte como el de Bogotá, del cual hacen parte TransMilenio y los buses azules y de otros colores que ruedan por las calles de la ciudad.
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Si bien es cierto que los sistemas de transporte nunca se financian solo con los ingresos, tampoco es tan bueno que exista una distancia tan abismal como la que hay en la capital del país, donde, para 2021, se llegó a que solo el pago del usuario aporta el 35 % del ingreso necesario para la operación del servicio.
El restante 65 % lo está poniendo el Distrito, que, en otras palabras, son los impuestos de los ciudadanos. Como si fuera poco, el Distrito solo no ha alcanzado, por lo que tuvo que pedir ayuda a la instancia nacional, es decir, todos estamos pagando un servicio que llena titulares por noticias, en su mayoría negativas: atracos, robos, peleas, colados, accidentes.
El estudio de Anif recordó que el esquema de transporte está en una situación compleja, que viene de la pandemia, cuando llegó a tener una contracción del 50 %, debido a las restricciones aplicadas durante la emergencia.
Después de eso, la demanda no se ha recuperado, en parte porque miles de personas prefirieron pasarse a un sistema de movilidad más individual: bicicleta, moto, patineta... La expectativa es que el servicio siga teniendo una demanda por debajo del 80 %, como lo observan a diario los ciudadanos: buses vacíos rodando en la mayor parte de las horas, con solo picos en la mañana y en la tarde.
Entre la rubia y la morena
Las alternativas sobre la insostenibilidad financiera del transporte público no son fáciles de elegir. Anif, por ejemplo, expresa que la tarifa actual de servicio es uno de los principales problemas. “Es menor al valor de la tarifa técnica. Esa brecha también ha ido en aumento, pues los ajustes a las tarifas de los usuarios no se dieron en los tiempos requeridos y, adicionalmente, las poblaciones que reciben subsidio han crecido considerablemente”.
Esa circunstancia conduce a que el Distrito, cada vez más, tenga que destinar recursos del Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) para sostener la operación del sistema.
Si a ello se le agrega el problema de los colados, los ingresos no dan ni con todas las ideas para aumentarlos. Así las cosas, la propuesta de tarifa cero sería para eliminar esos inconvenientes.
¿Qué tan viable es cobrar en la factura?
Anif parte de unos ingresos del sistema por 2,3 billones, al sumar los servicios troncales, zonales y transbordos, mientras que el costo total de operación es equivalente a 4,8 billones de pesos. Entretanto, hay 2,9 millones de hogares con conexión legal al servicio de energía. “Bajo este escenario, si todos los hogares pagaran por igual el costo equivalente a los ingresos actuales del sistema, deberían adicionar al pago del recibo de la luz 63.617 pesos. Si todos los hogares debieran cubrir en igual proporción el costo operativo total, el aporte obligatorio ascendería a los 136.559 pesos. El consumo mensual de energía eléctrica promedio por hogar en Colombia es de 157 kilovatios/hora”.
Con esas cuentas en el visor, “por ejemplo, para las personas de estrato 2, la factura se incrementaría de 82 mil pesos a 146 mil pesos, si se financia el equivalente a los ingresos del sistema, y de 82 mil a 219 mil si se financia todo el costo operativo”. ¿Quién puede con eso?
Conclusión de Anif
El centro de pensamiento económico concluye el informe señalando que, si bien la tarifa cero en el transporte masivo se ha implementado en varios países con el fin de reducir la congestión vehicular, reducir las emisiones, mejorar la calidad de vida del ciudadano y aliviar la carga económica a personas de bajos recursos, “subsidiar el transporte público es deseable”.
Solo que, “llevarlo a tarifa cero, a pesar de las buenas intenciones, no se ha estudiado cuidadosamente (no hay estudios de factibilidad ni planes detallados de operación). Además, que esté atada a una sola fuente, en este caso la factura de la luz, cambiará de manera radical los incentivos para la utilización del servicio de transporte y de energía residencial”.