Canasta Familiar
El invierno se está convirtiendo en el nuevo enemigo de la canasta familiar
Septiembre volvió a ser un mes de alzas para los precios de los alimentos.
Las fuertes lluvias que azotan al país en medio de la segunda temporada invernal de este año, no solo están afectando a la gente con inundaciones, derrumbes y daños a las principales vías del país, también están golpeando con fuerza el bolsillo a la hora mercar, especialmente en todo lo relacionado con la canasta familiar.
Cada vez que llueve en el país, uno de los sectores que más resulta afectado es el agropecuario, puesto que las precipitaciones o la creciente de muchos ríos golpea con fuerza los cultivos, esto disminuye la oferta de alimentos básicos como frutas y verduras y hace que se encarezcan los precios del consumidor.
Prueba de esto se aprecia en el reciente informe de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), entidad que publicó esta semana el más reciente informe del Boletín de Abastecimiento y Seguridad Alimentaria con el que se hace seguimiento al precio de los alimentos en las principales centrales de abastos en el país y se puede apreciar que muchos de ellos siguen al alza, principalmente por las afectaciones generadas por el invierno.
Según Felipe Fonseca Fino, director de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria, durante septiembre aumentaron los precios de los alimentos, a causa, principalmente, del encarecimiento de las distintas variedades de papa, al igual que las frutas frescas, el arroz, las carnes, los huevos y los quesos, entre otros productos.
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En el boletín de septiembre se explica que el aumento se registra por el orden de 1,42 %, cifra inferior a la reportada para el pasado agosto, pero que señala que se prolonga la tendencia inflacionaria presentada en los alimentos durante este año. Actualmente, la inflación en Colombia se encuentra en el 10,84 % acumulado anual, presionada principalmente por los precios de alimentos y tarifas de energía.
“El fenómeno inflacionario que se observa durante septiembre obedece al comportamiento estacional de los cultivos en Colombia. Particularmente en este mes se terminan las cosechas de la papa sembrada en el primer semestre, y además se presenta una caída en la oferta de algunas frutas y hortalizas debido a la temporada de lluvias del segundo semestre”, explicó Fonseca Fino.
Los tubérculos, raíces y plátanos son los que tienen la mayor incidencia en el resultado final. Las papas, en variedades como la nevada, la superior, la suprema, la parda pastusa, la sabanera y la criolla, dejaron atrás la tendencia a la baja que traían desde meses anteriores y pasaron a incrementos superiores al 8 % durante el noveno mes del año.
“En esto hay que tener en cuenta que al realizar un comparativo con las cifras registradas en el mismo mes de otros años, se evidencia que en septiembre es habitual que los precios de los tubérculos, las frutas y las hortalizas registren los mayores crecimientos”, agregó el Director de la UPRA.
A las alzas en la papa, se suman los incrementos ocurridos en la papa criolla y en el plátano. En septiembre, el precio del plátano hartón verde aumentó 7 % en promedio, también se observó el encarecimiento de otras variedades de plátano como el dominico y el dominico hartón. Comportamiento contrario se observó en los precios de la yuca, que en el caso de la chirosa se redujeron 5,6 %, los de la ICA 3,5 %, y la yuca llanera 1,7 %. También el ñame espino presentó una mejor oferta y por ello cayeron sus precios en 12 %.
“En el caso de las frutas, se presentaron alzas en una gran cantidad de productos, entre ellos: los limones Tahití y común, la piña Gold y la perolera, el maracuyá, el mango Tommy, el melón cantalupo, el lulo y el tomate de árbol. En el caso del limón Tahití, un kilo de esta fruta costaba en la primera semana de agosto 1.700 pesos, en promedio, y pasó a venderse en la semana que terminó el 23 de septiembre en 4.700 pesos; es decir, se encareció aproximadamente en 150 %”, dijo Felipe Fonseca.
Sin embargo, se presentaron caídas importantes en los precios de productos como las naranjas común, Valencia y sweet; igualmente, en las mandarinas, oneco, arrayana y común; en la mora de Castilla y en las guayabas Atlántico; pera, común y manzana; el aguacate papelillo; la fresa, y la patilla. Para entender esto no hay que pasar por alto que la oferta de frutas se reduce cuando el invierno recrudece.
La carne bajó de precio
La buena noticia para este informe corrió por cuenta de la carne de res, que por fin empezó a bajar luego de revisar el precio de la mayoría de los cortes en que se comercializa este producto. Por ejemplo, la costilla de res cayó 0,7 %; la bola de pierna, 1,2 %, y el lomo fino, 3,7 %.
No obstante, no todo es tan bueno, ya que se encareció la carne de pollo y la de cerdo; el pollo entero fresco sin vísceras, considerada la presentación más representativa de este producto, presentó un aumento en sus precios del 4,8 %; en la carne de cerdo, el aumento de precios se presentó en cortes como el espinazo, el pernil con y sin hueso y la costilla.
Los llamados quesos artesanales, los productos lácteos más importantes de venta en las centrales de abasto, registraron tendencia al alza: el queso cuajada, el doble crema, el costeño y el Caquetá. El encarecimiento del huevo se materializa con aumentos de precio que se situaron cercanos al 3 %. El arroz y los fríjoles secos registraron alzas en sus precios durante septiembre.