ECONOMÍA
La advertencia del Banco Mundial sobre el pago del servicio a la deuda y sus impactos a los países pobres
Según el organismo internacional, la atención de esta obligación demanda más recursos, que a su vez está empobreciendo más a los países.
El servicio a la deuda se entiende como el pago periódico que debe realizar un país con respecto a uno o varios préstamos adquiridos en un determinado tiempo, donde la atención de esta obligación se hace con base en el capital y los intereses generados en el plazo acordado, ocasionado un impacto significativo sobre las finanzas públicas.
Esta situación, según un informe reciente del Banco Mundial, está generando impactos negativos sobre los países pobres, que desde el año 2000 están destinando más recursos de sus presupuestos para el pago de servicio de su deuda pública, lo que, a su vez, está llevando a que se estén endeudando más para poder “tapar” el hueco que la atención de esta obligación está causando en sus respectivos presupuestos.
En el informe se pone de relieve el aumento de los riesgos relacionados con la deuda en todas las economías en desarrollo, tanto de ingreso bajo como mediano. Indica que a finales de 2021, la deuda externa de estas economías ascendió a 9 billones de dólares, más del doble que hace una década, y que durante el mismo período, la deuda externa total de los países casi se triplicó y alcanzó el billón de dólares.
“El aumento de las tasas de interés y la desaceleración del crecimiento mundial amenazan con llevar a un gran número de países a una crisis de la deuda. Cerca del 60 % de los países más pobres muestran ya un alto riesgo de sobreendeudamiento o ya se encuentra en esa situación”, advierte.
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Así mismo, se destaca que los pagos al servicio de la deuda externa pública y con garantía pública a largo plazo ascendieron a 46. 200 millones de dólares y se prevé que en 2022 los pagos aumenten alrededor de un 35 %, llegando a los 62. 000 millones de dólares, siendo uno de los incrementos anuales más pronunciados de las últimas dos décadas.
“La crisis de la deuda que enfrentan los países en desarrollo se ha intensificado”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, quien además manifestó que “se necesita un enfoque integral para reducir la deuda, aumentar la transparencia y facilitar reestructuraciones más rápidas de modo que los países puedan centrarse en los gastos que respaldan el crecimiento y reducen la pobreza”.
Se advierte además que las crecientes vulnerabilidades de la deuda ponen de relieve la urgente necesidad de mejorar la transparencia y de proporcionar información más completa sobre esta, con el ánimo de fortalecer la capacidad de los países para gestionar los riesgos conexos y utilizar sus recursos de manera eficiente en favor del desarrollo sostenible.
“La escasa transparencia de la deuda es la razón por la que tantos países se encaminan sin darse cuenta a una crisis de endeudamiento”, señaló Indermit Gill, vicepresidente sénior y economista en jefe del Grupo Banco Mundial.
“La información completa y transparente mejora la gestión y vuelve más confiables los análisis de sostenibilidad de la deuda. Además, facilita las reestructuraciones, de modo que los países puedan volver rápidamente a la estabilidad económica y el crecimiento. A ningún acreedor le conviene a largo plazo mantener la deuda pública oculta”.
Finaliza el organismo internacional señalando, con base de datos Estadísticas de la Deuda Internacional, que en los últimos 5 años se identificaron y consignaron compromisos de préstamo previamente no declarados por valor de 631. 000 millones de dólares, y que en 2021 se identificaron otros 44. 000 millones de dólares. “El total de estos compromisos de préstamo adicionales documentados en los últimos cinco años equivale a más del 17 % del total de la deuda pública y con garantía pública pendiente en 2021″, puntualiza el Banco Mundial.