Macroeconomía
La billonaria cifra que ganaron los bancos en Colombia en el primer semestre de 2022
Bancolombia, el Banco de Bogotá y Davivienda se destacan como los bancos que operan en el país que más ganancias reportan.
Durante los primeros seis meses de 2022, las ganancias de los bancos que operan en Colombia llegaron a los 9 billones de pesos, un crecimiento que supera el 83,8 % frente al mismo periodo de 2021, de acuerdo con un informe presentado por la Superintendencia Financiera.
De este total, las utilidades de los bancos nacionales corresponden 7,4 billones de pesos, mientras que los bancos internacionales ganaron 1,01 billones de pesos y los bancos públicos de primer piso representaron 361.187 millones de pesos.
Bancolombia continúa siendo la entidad con más ganancias y en el primer semestre del año fueron de 3,3 billones de pesos. Le siguen el Banco de Bogotá con 2,3 billones de pesos y Davivienda con 909.536 millones de pesos.
En cuanto al sector público de primer piso, el Banco Agrario reportó ganancias por 361.187 millones pesos, un incremento de 19,4 % si se hace una comparación con la utilidad reportada en los primeros seis meses del 2021.
Mientras que entre bancos internacionales se destacan el BBVA (649.606 millones de pesos), Citibank Colombia (149. 698 millones de pesos) y Scotiabank Colpatria (145.476 millones de pesos).
El presidente de Asobancaria, Hernando José Gómez, destacó que las utilidades de los bancos, mayoritariamente, no se giran a sus dueños, sino que se utilizan para el pago de impuestos y la retención de utilidades para poder tener mayor liquidez, ampliar el crédito y mejorar el servicio (digitalización e inclusión financiera) en el país.
“El crecimiento de los bancos se mide por el aumento del crédito y apalanca la expansión de toda la economía. Un sistema financiero sólido, eficiente y rentable, donde el crédito fluye, aumenta la inversión y amplía el acceso a los servicios bancarios para personas y empresas”, agregó.
Parece inevitable: en 2023 habrá recesión, advirtió el Banco Mundial
La inflación en el mundo está alcanzando niveles históricos y no cede. Las presiones en los precios se mantienen ―luego de la recuperación económica y el fortalecimiento de la demanda― por las tensiones que ha generado en materia de suministro de petróleo, gas, alimentos e insumos, el conflicto entre Rusia y Ucrania, jugadores clave en estos sectores. Los precios en estos sectores han ido al alza amenazando no solo la seguridad energética, sino también la alimentaria.
Para atajar el aumento en los precios, los bancos centrales de los países han venido aumentando las tasas de interés, llevándolas a los mayores niveles de los últimos años. Solo en el caso de Colombia, la inflación a agosto fue de 10,8 % anual, mientras que las tasas están en 9 % y en la reunión de la Junta Directiva del Banco de la República de finales de este mes, los analistas no descartan que llegue a doble dígito.
Sin embargo, parece que el remedio puede resultar peor que la enfermedad. El Banco Mundial, en un estudio reciente, advirtió que “cuando los bancos centrales de todo el mundo aumentan simultáneamente las tasas de interés para responder a la inflación, el mundo podría estar avanzando poco a poco hacia una recesión global en 2023 y una serie de crisis financieras en los mercados emergentes y las economías en desarrollo que les podrían causar daños duraderos”.
La entidad señala que los bancos centrales de todo el mundo han estado subiendo las tasas de interés este año con “un grado de sincronización no visto en las últimas cinco décadas”, una tendencia que probablemente continuará hasta bien entrado el año próximo, de acuerdo con el informe.
Sin embargo, es posible que la trayectoria prevista en la actualidad de los aumentos de las tasas de interés y de otras medidas de política no sea suficiente para reducir la inflación mundial a los niveles registrados antes de la pandemia.
Los inversionistas esperan que los bancos centrales aumenten las tasas de política monetaria mundiales hasta casi un 4 % de aquí a 2023, una cifra que representa un aumento de más de 2 puntos porcentuales por sobre el promedio de 2021.
En el estudio se plantea que, a menos que las disrupciones en el suministro y las presiones del mercado laboral disminuyan, esos aumentos de las tasas de interés podrían dejar la tasa de inflación básica mundial (sin incluir la energía) en alrededor del 5 % en 2023, casi el doble del promedio quinquenal antes de la pandemia.
¿Y Colombia?
En medio de los vientos de recesión del planeta, Colombia ha gozado de ‘buena salud’. Este año tendrá uno de los mayores crecimientos del planeta, llegando a 7 %, gracias al impulso y los vientos de cola que trae. Sin embargo, también se estima que la desaceleración será intensa y para 2023 el crecimiento podría estar entre 1 % y 3 %.
La desaceleración global afectará las compras y los precios de productos clave para la economía colombiana, como el carbón y especialmente el petróleo, e internamente, la inflación ―que posiblemente llegue a final del año a doble dígito― tendrá nuevas presiones como el aumento en el valor de la gasolina, el impacto del invierno en los alimentos ―por las cosechas y el transporte―, la volatilidad del dólar que está por encima de los 4.300 pesos y la discusión del aumento del salario mínimo.
Además, la incertidumbre del impacto que pueda generar la nueva reforma tributaria en las personas naturales, que afecten su gasto, y en las empresas, que pongan en espera sus proyectos de inversión, también pesarán en el crecimiento de la economía nacional para el año entrante.