OPINIÓN

La cara femenina del microcrédito

En el mundo, las mujeres son quienes más microcréditos toman, usando estos recursos para la creación de negocios.

Mariela Ramírez
1 de junio de 2021
En el mundo, las mujeres son quienes más microcréditos toman, usando estos recursos para la creación de negocios.

Los recientes resultados del estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) demostraron que, si en la mayoría de los países se aumentara la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo, se podría obtener un crecimiento económico más rápido.

Sin embargo, tanto en Colombia como en América Latina la situación es un poco más compleja. La brecha de género, tan presente en nuestro país, mantiene el desempleo de las mujeres en tasas mucho más altas que para el caso de los hombres, situación que se aceleró de manera exponencial durante la pandemia, sobre todo para las que son madres.

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La brecha de género, tan presente en nuestro país, mantiene el desempleo de las mujeres en tasas mucho más altas que para el caso de los hombres. | Foto: Getty Images

Bajo ese escenario, muchas de las mujeres que quedaron desempleadas optaron por emprender y montar sus empresas para sacar adelante a sus familias. Pero no contaban con que se encontrarían con un sinnúmero de obstáculos para iniciar desde cero, entre ellos la posibilidad de acceder a un crédito.

Por su parte, la desigualdad salarial refleja no solo la inequidad entre hombres y mujeres, sino también la dificultad que tienen gran parte de los colombianos para subsistir. Para nadie es un secreto que esta diferencia en el ingreso que se ha mantenido por años ha afectado paulatinamente el acceso igualitario al crédito en Colombia.

En el mundo, las mujeres son quienes más microcréditos toman, usando estos recursos para la creación de negocios. No obstante, el 71 % de ellas adquieren obligaciones por hasta 500.000 pesos; es decir, que usualmente las mujeres no contratan montos grandes.

Y, aunque las cifras no lo demuestren, en Colombia las mujeres tienen mejor reputación financiera en comparación con los hombres, aun cuando el salario suele ser más bajo. Si las mujeres registran una menor probabilidad de caer en mora, incluso con menores salarios, ¿por qué no confiar en ellas y otorgarles créditos sin obstáculos?

Mujer de negocios feliz trabajando en un café en una computadora portátil y mirando a la cámara sonriendo. La imagen en pantalla es de diseño propio.
En el mundo, las mujeres son quienes más microcréditos toman, usando estos recursos para la creación de negocios. | Foto: Getty Images

Lo más preocupante es que esto ha generado que muchas mujeres desistan de buscar un préstamo bancario y tengan que inclinarse hacia prácticas como el préstamo “gota a gota” o pedirles dinero a familiares y amigos. Estas modalidades de préstamo suelen ser riesgosas para muchos colombianos que no pueden acceder al sistema financiero formal; lo que parece una solución rápida y sencilla, se convierte en un tormentoso problema.

Por eso estoy convencida de que las entidades financieras debemos romper nuestros paradigmas y confiar en el empoderamiento, la resiliencia para sacar adelante a sus familias y en el espíritu emprendedor y creador de las mujeres para demostrarle a la sociedad que las brechas de género no son un limitante para cumplir nuestros sueños personales y profesionales.

Quién no conoce a mujeres luchadoras, con ese conocimiento natural de las necesidades de la familia, que se destacan por su energía y horas de trabajo, sin descanso. Aquellas mujeres con la magia para optimizar sus recursos y priorizar los gastos, y, sobre todo, con esa pasión de reparar el hoy para asegurar el futuro de sus hijos.

Estamos en un momento crítico en el que los microcréditos son la puerta para que muchas mujeres tengan la oportunidad de desarrollarse, generando un impacto positivo en sus familias y en sus comunidades. Con esto en mente, es crucial para el desarrollo del país este efecto multiplicador que genera el empoderamiento de la mujer.