Investigación
La cruda realidad que halló la Contraloría en el fondo para estabilizar precios de gasolina y diésel: deuda, sacrificio de dividendos y más
Reformas tributarias, entre lo que ha motivado el déficit del Fepc. Eso es deuda que pagaremos todos. El ente fiscalizador destapó un nuevo estudio sobre el billonario déficit acumulado. ¿Qué concluye la investigación?.
Una impresionante cifra, de 100 billones de pesos, es la que está ligada a la situación que se ha generado en Colombia alrededor del Fepc, el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, por el cual, ahora los colombianos están apurados con los incrementos en la gasolina y el futuro aumento en el diésel que se aplicaría desde el próximo año.
Para la Contraloría General, sigue siendo cuestionable el hecho de que en Colombia se haya utilizado un fondo como instrumento para controlar la volatilidad de los precios de los combustibles líquidos, lo que finalmente está propinando un duro golpe a las finanzas públicas y ahora, le pasa factura a todos los colombianos.
El uso de un fondo para mantener el precio interno del diésel y la gasolina se mantuvo durante años. Desde que se creó el Fepc (Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles), se suponía que iba a tener un equilibrio financiero, pues la fórmula implicaba que se mantenían los precios de los combustibles estables en el mercado interno, para el consumidor, pese a que subiera o bajara internacionalmente el precio del petróleo. Nada de eso se logró y el mencionado fondo terminó en estado deficitario, demandando altos recursos que pudieron ir a otras inversiones que debe hacer el Estado.
Así lo concluye la investigación destapada este miércoles 6 de septiembre por el organismo de control, según el cual, “se reafirma la conclusión que la Contraloría expuso en 2020, en cuanto a que el Fepc se convirtió en un subsidio directo a los combustibles líquidos dejando de lado el objeto de la política inicial de desmonte de subsidios que venía desde 1999″, dice el informe.
Atentos a esta recomendación
La Contraloría reitera que, si se opta por cambiar el mecanismo, lo recomendable sería que los precios internos de los combustibles líquidos variaran de acuerdo con los mercados internacionales para que de esta manera la Nación no tuviera que recurrir al endeudamiento estructural.
La sugerencia de la Contraloría, relacionada con el futuro del Fepc, obedece a que el Ministerio de Hacienda dejó ver en el nuevo Marco Fiscal de Mediano Plazó (2023), que no estarían pensando en desmontar el fondo, “por lo menos, no en el corto plazo, pero si se espera rediseñar su funcionamiento y se le dará prioridad a la extinción de déficits para que su acumulación no sea tan onerosa”, recalca el organismo de control.
Se dejó de invertir en otros temas
Son muchas las peripecias que se han hecho para tratar de enfrentar el verdadero cráter que ha generado el Fepc.
Según la Contraloría General, la existencia de un Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, al entrar en un abultado déficit acumulado, “ha llevado a dejar de focalizar recursos por aproximadamente 100 billones a pesos constantes de 2023 (incluyendo intereses por TES-Títulos de Tesorería) para la inversión por parte de los gobiernos de turno, teniendo que recurrir a constantes apalancamientos vía presupuesto general, de dividendos, de endeudamiento y reformas tributarias”, dice el informe.
A juicio de la Contraloría, mucho de lo ocurrido se habría podido evitar, de haber tenido un fondo que funcionara con menos restricciones y admitiera mayores volatilidades, señaló el organismo de control.
En el informe se detalla que uno de los Objetivos de Milenio es “racionalizar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que fomentan el consumo antieconómico, eliminando las distorsiones del mercado”, lo que implica que con los subsidios a la gasolina y el diésel se deben tomar acciones.
Efecto Ecopetrol
En el documento destapado por la Contraloría se pone de presente que, si bien en el Plan Financiero 2023 el Gobierno Nacional muestra señales de que cumpliría con la regla fiscal entre 2022 a 2026, es clave quitar todas la amenazas sobre esa meta que reducirá el endeudamiento como porcentaje del PIB, llegando en 2026 a una deuda neta de aproximadamente el 56,3 % del PIB, una cifra tolerable. “Se espera que la reducción en el déficit del Fepc aporte a la corrección de la deuda de la Nación”.
El informe señala que Ecopetrol incurrió en duda, a partir de la emisión de bonos, por 1.500 millones de dólares, a tasas de 8,6 y 8,8 %, y, “esta necesidad de endeudamiento es consecuencia de decretar altos dividendos para sanear parte del déficit en el Fepc, lo que deja menos recursos de inversión para la propia Ecopetrol”. Es decir, “puede afirmarse con total certeza de que el mal funcionamiento del Fepc impacta directamente la estabilidad financiera, la calificación y la deuda de Ecopetrol”.