La desconfianza entre las personas y las instituciones es la raíz de la desigualdad en Colombia, según estudio de la ONU

El Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD) reveló el informe ‘Percepciones y bienestar subjetivo en Colombia: Más allá de los indicadores tradicionales’, en el cual ahondó en la situación de pobreza y desigualdad que afronta Colombia en la actualidad. Hizo un análisis bajo varios aspectos para tener un panorama real.

El objetivo del informe es comprender el panorama actual de las desigualdades que persisten en el país y los fenómenos que inciden sobre los resultados del desarrollo humano. Para ello, se seleccionaron cuatro temas estratégicos a profundizar: el primero es la educación y su conexión con las dinámicas de inclusión económica de las personas; el acceso efectivo a la justicia con un enfoque centrado en las personas; el cambio climático y la preservación de la biodiversidad; y la necesidad de lograr la paz en los territorios.

En ese orden de ideas, el estudio afirma que la desigualdad restringe el desarrollo potencial de las personas y de las unidades productivas, sumado a que genera tensiones entre los grupos socioeconómicos y reduce la legitimidad de las instituciones políticas y económicas.

Bajo ese marco teórico, el primer resultado es un dilema, debido a que tres de cada diez hogares considerados pobres no se consideran como tal, pero el 24 % de la clase media y el 6 % de la clase alta indican que están en el grupo incorrecto, debido a que sienten que son más vulnerables de lo que son. ¿Qué genera eso? Esa dualidad frente a la percepción de la pobreza y, por consiguiente, de la desigualdad, contribuye a que persista.

“Factores subjetivos refuerzan aspectos que mantienen la baja productividad y la persistencia de desigualdades, lo que no permiten superar la pobreza en el país”, explica el informe. Por otro lado, también se encontró que hay una tendencia en ubicarse en posiciones medias de distribución de ingresos. ¿Qué quiere decir eso? Las personas posicionadas en condición de pobreza, cada vez más se consideran menos pobres y, la llamada clase alta, señala que con el paso de los años, su posición es menor.

La consecuencia de esta nube de percepciones es que se terminan aplicando políticas redistribuidas, lo que genera poco interés en ser solidarios y pagar impuestos. El hecho de que no haya una relación entre lo que los registros indican y la visión de las personas, ha dado pie para un ambiente de desconfianza entre los colombianos y las instituciones. “Se desconfía de instituciones distintas a la familia, así como del Gobierno, los políticos, la justicia y la eficacia de los servicios sociales. La desconfianza está en el centro del círculo vicioso entre altas desigualdades y baja productividad”, expone el documento.

Por tal motivo, la investigación apunta a que hay que poner el ojo en la confianza, para que sea el camino de generación de riqueza. Para PNUD, es prioritario entender las percepciones de los ciudadanos, concretamente en saber cómo se sienten, en qué creen, en qué confían y cómo explican su propio entorno.

Otros aspectos que fueron puestos en análisis por parte del equipo investigador fueron las razones que contribuyen a la desigualdad y a la desconfianza. La distribución de ingresos es una de estas, dado que el 81 % de la población encuestada considera que es injusta en el país. Asimismo, el 74 % de la ciudadanía considera que el acceso a la salud también es injusta y un 83 % también afirma que la justicia no ofrece las garantías que debería tener. Por otro lado, la educación es otro aspecto desigualdad en la sociedad; la percepción es que el 65 % de personas lo considera así.

La recomendación de PNUD es solventar de raíz la situación, la cual radica en la confianza entre las personas y las instituciones. Este es el centro de los resultados obtenidos, por lo que su solución daría entrada a que los elementos de salud, educación, justicia, entre otras; también se reparen de mejor manera.