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La economía rusa empieza a fisurarse bajo el peso de las sanciones
La inflación empieza tocar niveles históricos en medio de la guerra con Ucrania.
La economía rusa empieza a fisurarse bajo las sanciones occidentales que no paran de intensificarse desde hace semanas: la producción de coches se hundió, el riesgo de una moratoria de la deuda se agrava y la inflación amenaza con dispararse, como lo muestran los datos publicados este miércoles.
La cascada de anuncios de grupos internacionales que se retiraron de Rusia fue muy publicitada, pero aún no se había reflejado en sus graves repercusiones sobre la actividad económica real. Varias semanas después de la creciente salva de sanciones, tras el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, los efectos empiezan a hacerse sentir.
El Ministerio de Finanzas ruso anunció que pagó en rublos una deuda de 650 millones de dólares tras el rechazo de un banco extranjero de efectuar el pago en dólares, lo que la expone a un riesgo de default al término de un período de gracia de 30 días, a partir del 4 de abril.
Durante varias semanas, Rusia eludió el riesgo de un default, ya que el Tesoro de Estados Unidos permitió la utilización de divisas extranjeras en posesión de Moscú para pagar deudas exteriores. Pero esta semana endureció las sanciones, y ya acepta los dólares que posee Moscú en los bancos estadounidenses.
El Ministerio ruso hizo por su lado esta advertencia a los acreedores de “países hostiles”: el dinero les será devuelto en rublos depositados en una cuenta rusa, y solo podrán convertir esos rublos a condición de que los fondos de Rusia en el extranjero sean desbloqueados.
“No hay razón para un real default”, aseguró el miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y aseguró que “Rusia tiene todos los recursos suficientes para pagar sus deudas”.
¿Putin empobrece a Rusia?
Timothy Ash, analista de Blue Bay Asset, indicó que “es difícil para Rusia evitar un default soberano” y resalta que “un default podría no derrumbar de inmediato los mercados y la economía rusa, pero sí tendrá consecuencias a más largo plazo”, dice el analista, que prevé “un impacto en la inversión, el crecimiento, el nivel de vida”.
Este experto enfatizó en que poco a poco esta nación empieza a sentir los rigores de una guerra que ellos iniciaron y concluyó que “Putin empobrece Rusia durante años”.
Otra cifra impactante del día son las ventas de automóviles nuevos, que se derrumbaron un 62,9 % interanual en marzo, símbolo de todo un sector con graves problemas, ya que Occidente ha prohibido las exportaciones a Rusia de componentes y piezas de repuesto.
Varios productores han anunciado, además, la suspensión de la venta de componentes o de automóviles a Rusia, tal como lo hicieron Audi, Honda, Jaguar o Porsche. Otros han anunciado que paraban la producción, como Renault, BMW, Ford, Hyundai, Mercedes, Volkswagen o Volvo.
Las fábricas de Avtovaz (grupo Renault-Nissan), primer productor de coches en Rusia, que emplea a decenas de miles de personas, están prácticamente paralizadas debido a la penuria de componentes importados.
La inflación empieza a logra máximos récord
Según los datos de Avtostat citados por Kommersant, los precios de los autos nuevos han aumentado en promedio un 40 % en marzo, y hasta 60 % para los coches de gama alta, cuyo suministro está siendo limitado por problemas de logística pero también por las sanciones.
Las cifras de la inflación de marzo se esperan para este miércoles, pero deberían superar récords.
Alexei Vedev, investigador asociado del Instituto Gaidar de la Universidad Ranepa en Moscú, considera que rondará en torno al 20 % anual, tras haber superado el 9 % anual en febrero.
Y según Andrei Iakovlev, de la Alta Escuela de Economía de Moscú, la verdadera crisis solo golpeará la economía real en verano u otoño (boreales) próximos: “en mayo muchas empresas son susceptibles de parar su actividad” por falta de componentes importados, especialmente en la industria automotriz, que emplea a centenares de miles de personas.
Por AFP