ESPECIAL MES DE LAS MUJERES

La inclusión de las mujeres en la fuerza laboral, un impacto positivo en la economía

La participación de las mujeres en la fuerza laboral no solo beneficia a las familias, pues reciben ingresos para mejorar su calidad de vida y educación, también genera un impacto positivo en el crecimiento económico.

20 de marzo de 2021
Las empresas que cierran brechas de género registran una mejora en la productividad de entre 5 y 20 por ciento.
Las empresas que cierran brechas de género registran una mejora en la productividad de entre 5 y 20 por ciento. | Foto: Getty Images

Cuando el número de mujeres ocupadas aumenta, las economías crecen. “Según estudios efectuados en países de la Ocde y en algunos no miembros, el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo –o una reducción de la disparidad entre la participación de mujeres y hombres en la fuerza laboral– produce un crecimiento económico más rápido”, señala ONU Mujeres, basándose en diferentes investigaciones sobre el tema. Una de ellas es el informe ‘El poder de la paridad: cómo avanzar en equidad de las mujeres puede sumar 12 billones de dólares al crecimiento mundial’, publicado por el McKinsey Global Institute en 2015.

Dicho documento indica que si las mujeres tuvieran la misma participación que los hombres en la economía, el impulso equivaldría a 34 por ciento del PIB anual de América Latina.

Ángela Samper, socia y office manager de McKinsey & Company en Colombia, explica que aunque el informe sobre el poder de la paridad fue realizado hace cinco años, las conclusiones se mantienen vigentes.

“En nuestra región, en ese entonces, apenas 33 por ciento del PIB correspondía a las mujeres en el entorno laboral. Teniendo en cuenta lo anterior, el estudio propone simular un escenario en donde, si esa proporción del PIB femenino llegase a niveles de regiones más desarrolladas, se podría alcanzar alrededor de 47 por ciento de participación femenina en el PIB, y si este fuera el caso, el PIB regional aumentaría de forma significativa, tal y como lo ilustraba el reporte de dicho año”.

Sin embargo, un lustro después, el panorama deja ver que persiste una disparidad. “Tenemos que ser conscientes de la realidad que vive el mundo y especialmente Colombia en cuanto a las desigualdades entre hombres y mujeres en el campo laboral. En el país encontramos que aunque las mujeres acceden a más educación que los hombres, las cifras de desempleo y brecha salarial son bastantes preocupantes”, expresa Diana Rodríguez, coordinadora del sello Equipares, el sistema de gestión de igualdad de género desarrollado por el Ministerio del Trabajo y el PNUD. Hasta la fecha, se han certificado 56 empresas, 40 lo están implementando y más de 100 han manifestado su interés en vincularse.

Impacto positivo

De acuerdo con la experiencia de Equipares, en las empresas que avanzan en el cierre de brechas de género con acciones específicas, los resultados son muy positivos en productividad, en ambiente de trabajo, estabilidad y retención del personal.

“También hemos identificado que mejora la eficiencia porque se garantiza la optimización de los recursos humanos para incrementar eficiencia y competitividad, frente a las empresas que funcionan tradicionalmente con esas desigualdades de género”, cuenta Rodríguez.

Según la coordinadora de Equipares, estos resultados coinciden con un estudio de caso realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2019 en el que se evaluó qué pasa con las empresas que le apuestan al cierre de brechas de género: aproximadamente tres de cada cuatro empresas entrevistadas manifestaron una mejora en la productividad entre 5 y 20 por ciento.

Igualmente, el estudio de McKinsey ‘Diversity Matters Latin America 2020’, que examina la diversidad de género, de orientación sexual y de origen étnico, reveló que las empresas caracterizadas por un mayor compromiso con la diversidad suelen destacarse de las demás en innovación y colaboración, y sus líderes son más efectivos para fomentar la confianza y el trabajo en equipo.