Inflación
La nueva amenaza que podría disparar la inflación en Colombia: ¿subirán los precios del mercado?
Actualmente el país completa cuatro meses seguidos con caídas en el costo de vida.
En el más reciente reporte del Dane sobre costo de vida, se reveló que durante el mes de julio del presente año, la inflación en Colombia experimentó un aumento mensual del 0.5 %, lo que supone un incremento de 20 puntos básicos respecto al mes previo.
No obstante, los análisis también indican que la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se sitúa en un 11.78%, marcando una clara tendencia descendente influenciada por categorías como Alimentos y Bebidas no alcohólicas, que tradicionalmente tienden a ceder terreno en la segunda mitad del año.
Es relevante destacar que, en este contexto, algunos analistas económicos habían proyectado un mínimo de inflación en terreno negativo (-0.7 %) por segunda vez en el año. Sin embargo, y en contraste con meses anteriores, este último registro supera tanto el promedio como el pronóstico máximo de los analistas.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos Anif, a pesar de que se anticipa que la tendencia a la baja en la inflación continúe, es crucial reconocer la influencia del Fenómeno de El Niño en el panorama económico. Este fenómeno climático se espera que se mantenga durante el segundo semestre del año, y su potencial para generar presiones alcistas en divisiones como Alimentos y Servicios, incluyendo elementos esenciales como el agua, destaca como una variable a considerar.
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En este sentido, resaltaron que se hace imperativo mantener una estrecha vigilancia sobre la evolución de estas divisiones en lo que resta del año y cómo contribuyen al cálculo general del IPC.
“Se espera que se mantenga la tendencia, sin embargo, es importante señalar que el fenómeno del Niño estará presente en el segundo semestre del año y podrá generar presiones al alza en divisiones como los alimentos, o servicios como el agua. Por lo tanto, se debe prestar especial atención al comportamiento en estas divisiones en lo que resta del año y sus contribuciones al IPC total”, dice el reporte.
Dentro de las categorías que han ejercido una mayor presión en el crecimiento de la inflación total durante el último periodo, se destacan Transporte con un aumento del 1.1 %, seguido de Restaurantes y Hoteles con un 0.7 %, y Alojamiento, Agua, Electricidad y Gas con un 0.6 %. En particular, la división de Alojamiento, Agua, Electricidad y Gas ha sido la que mayormente ha contribuido al IPC mensual, aportando un incremento de 19 puntos básicos, principalmente ligado a los cambios en los costos de arrendamiento, tanto efectivo como imputado.
“El efecto regresivo de la inflación se ha visto reducido, así mismo que cada vez se cierra más la brecha entre los hogares pobres y de ingresos altos. No obstante, en julio de 2023 el resultado tanto mensual como anual indica que los hogares de ingresos altos se ven más perjudicados por el incremento de precios, asociado al incremento de precios en los combustibles”, agrega el análisis.
Este incremento de precios también se refleja en los datos anuales, donde se observa que el rubro del Transporte lidera el aumento con una variación del 18.3 %, seguido por Restaurantes y Hoteles con un 17.3 %, Bienes y Servicios para el Hogar con un 14 %, y Bienes y Servicios Diversos con un 13.9 %. Además, Alimentos y Bebidas no alcohólicas también se mantiene por encima del promedio nacional, con un incremento del 13.2 %. Aunque esta categoría sigue siendo significativa en su contribución a la inflación total (2.5 puntos porcentuales), su ritmo de crecimiento se ha moderado.
Anif recordó que aunque se ha observado una reducción en el efecto regresivo de la inflación, así como un acercamiento entre los hogares de bajos y altos ingresos, el informe resalta que en julio de 2023 los hogares de mayores ingresos son los más afectados por el aumento de precios.
Esto se asocia principalmente a la subida de costos en combustibles, lo que impacta directamente en la capacidad de gasto de estos hogares. La complejidad de estos factores exige una evaluación constante y estratégica de la evolución de la inflación en Colombia, considerando tanto elementos económicos internos como fenómenos climáticos externos que pueden influir en la dinámica económica del país.
Cabe recordar que desde que Gustavo Petro asumió la presidencia de Colombia, el panorama económico experimentó un significativo cambio. En tan solo el primer mes de su mandato, la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) ya superaba los dos dígitos, alcanzando un 10,84 % en agosto de 2022. Esta tendencia alcista continuó en los meses subsiguientes, prolongándose hasta marzo de este año. Los registros evidenciaron un aumento constante: 11,44 % en septiembre, 12,22 % en octubre, 12,53 % en noviembre, 13,12 % en diciembre, 13,25 % en enero, 13,28 % en febrero y un 13,34 % en marzo.
Sin embargo, a partir de abril, se empezó a observar una inclinación hacia la moderación en la variación del IPC, con un incremento del 12,82 %. Esta tendencia continuó en mayo, con un aumento del 12,36 %, y en junio, donde la variación se situó en un 12,13 %. Estos cambios en los indicadores económicos reflejan la complejidad de la gestión económica en un periodo marcado por una serie de ajustes y decisiones gubernamentales.