PANDEMIA
La pandemia aumentó niveles de depresión, ansiedad y de soledad, según la OCDE
Según la entidad, la covid-19 ha tenido efectos negativos en la forma en que viven y trabajan los seres humanos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un documento este jueves en el cual sostiene que la pandemia del coronavirus no solo ha tenido efectos devastadores en la salud física y la mortalidad, sino que ha afectado a todos los aspectos del bienestar de las personas, con consecuencias en la forma en que viven y trabajan.
“Durante el mismo período de tiempo, los datos de la encuesta en el informe revelan niveles crecientes de depresión o ansiedad y un sentimiento creciente entre muchas personas de soledad y de sentirse desconectado de la sociedad”, dijo la OCDE.
Con el fin de hacer frente a los efectos negativos de la pandemia, la OCDE destacó que los gobiernos del mundo intentaron mantener los niveles medios de ingresos de los hogares, sobre todo de los más vulnerables. Además, también se implementaron medidas para evitar que las personas perdieran empleos de manera masiva, aunque esto no evitó que el desempleo aumentara y que disminuyeran las horas trabajadas.
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“Aunque los esquemas de retención de empleo ofrecían a los trabajadores cierta protección, 14 % de los trabajadores en 19 países europeos de la OCDE sintieron que era probable que perderían su trabajo en tres meses, y casi uno de cada tres personas en 25 países de la OCDE reportaron dificultades financieras”, dijo la entidad.
El informe dice que las experiencias de la pandemia han variado ampliamente según la edad, el género y la etnia, así como el tipo de trabajo que hace la gente, su nivel de salario y habilidades. La crisis también agravó los desafíos sociales, económicos y ambientales existentes.
En los países con datos disponibles, los trabajadores de minorías étnicas han tenido más probabilidades de perder sus trabajos durante la pandemia. La salud mental se deterioró para casi todos los grupos de población en promedio en 2020, pero también son visibles las brechas en la salud mental por raza y etnia. La situación es más preocupante cuando se evidencia que las tasas de mortalidad por covid-19 para algunas comunidades de minorías étnicas han sido más del doble que las de otros grupos.
“Los adultos más jóvenes experimentaron algunas de las mayores disminuciones en salud mental, conexión social y satisfacción con la vida en 2020 y 2021, además de enfrentar interrupciones e inseguridad en el trabajo”, dijo la OCDE.
El informe sostiene que a medida de que los gobiernos pasan del apoyo de emergencia a estimular la recuperación, necesitan reenfocar su acción en lo que más importa para el bienestar de las personas.
La OCDE también recomienda que se dé prioridad a abordar la carga de la mala salud física y mental y un enfoque intergubernamental para mejorar el bienestar de los niños y jóvenes más desfavorecidos. El informe además enfatiza que las acciones para elevar los niveles de vida y la igualdad de oportunidades deben tener lugar en el contexto de la ecologización de la economía: las crisis climáticas y de biodiversidad, como la pandemia, requieren una respuesta coordinada mediante las políticas públicas.
Un enfoque de bienestar, explica el informe, considera los objetivos del gobierno como metas interconectadas, centrándose en cómo las diferentes políticas pueden complementarse entre sí.
“Este enfoque fomenta la toma de decisiones que considera simultáneamente los impactos sobre el bienestar actual, la inclusión y la sostenibilidad del bienestar a lo largo del tiempo”, dijo la OCDE.