Energía
La poderosa participación que prepara este gremio para la transición energética y los biocombustibles
La industria del aceite de palma y su gremio demostraron interés en continuar trabajando de la mano del gobierno para impulsar la transición energética durante la presentación de su balance 2022 y los retos para la palmicultura colombiana para este 2023.
La industria del aceite de palma ocupa un lugar clave dentro del mercado colombiano. Se ha mostrado en clara dinámica ascendente y a lo largo del año 2023 siguió despuntando entre sus cifras, como lo expuso su presidente, Nicolás Pérez Marulanda.
A día de hoy, según cifras otorgadas por la propia federación, Colombia ocupa el cuarto puesto como productor mundial para la industria con un 2,3 % del total global. Su mercado se ve comprendido en un 74 % por actividades dentro del mercado local y un 26 % restante de manera internacional, lo que la convierte en la mayor productora de América, gracias en gran parte a sus cuatro zonas palmeras principales a lo largo del territorio nacional, entre las cuales se encuentran las zonas: oriental, central, norte, suroccidental.
Con el paso del tiempo, cada vez más palmicultores se van sumando al grueso de esta industria, lo que ha llevado a que actualmente la cifra sea de aproximadamente 7.000 de estos. Esto ha contribuido a que el sector marque un claro pico ascendente durante los últimos años, según los datos expuestos por el presidente de la Federación, quién remarcó que durante el año 2020 la producción fue de 1.558 toneladas, dando un salto de gran relevancia durante el año 2022 para situarse en 1.769 millones de toneladas.
De esta manera, esperan que este crecimiento persista, por lo que se estima una producción de 1,8 millones de toneladas para el año, a pesar de las claras dificultades que se han presentado para la industria. Esto, tanto por la falta de seguridad en algunas zonas del país cercanas a cultivos, como por los distintos bloqueos viales que se han presentado durante este principio de año.
Lo más leído
La distribución de 1,3 millones de toneladas que lograron vender durante el año 2022 situó en primer lugar al consumo humano, con un 47 % de estas; sin embargo, Pérez resaltó uno de los campos a los que le apuntan a un futuro, las ventas para la industria del biodiesel y los biocombustibles.
“Este es un sector que ya está metido en la transición energética, y en los biocombustibles de primera generación, donde tenemos grandes oportunidades. Los nuevos biocombustibles están dirigidos principalmente a dos de los sectores que más contaminan, la aviación comercial y el transporte marítimo de cargas”, explicó Pérez.
El directivo aclaró que trabajan en conjunto con la agenda gubernamental, que busca poder potenciar las alternativas que ofrece la industria dentro de estos tópicos.
El proceso de generación de esta energía se da una vez terminada la extracción del aceite, debido a que, como residuo de la misma, queda agua, que es transportada a una serie de piscinas. Allí se da una degradación bacteriana, lo que genera la producción de gas metano, por lo que el presidente explicó que este proceso se da dentro de carpas que retienen estos gases, evitando que asciendan a la atmósfera. Esto da como resultado la producción de energía, que en algunos casos ha llegado a ser incluso excedentaria, por lo que en algunos casos se ha dado la venta de esta al Sistema de Interconexión Nacional de Energía.
Pérez comentó finalmente que, en conjunto con el gobierno, esperan poder expandir el alcance de los mercados para esta industria: “El gobierno —me parece— ha identificado el tema de combustibles para aviación como uno que le interesa, donde Colombia tendría mucho potencial. Bogotá, en particular, sirve mucho de punto intermedio para rutas comerciales que van de Norteamérica a Suramérica o de Europa a Sudamérica. Por aquí pasan muchos aviones y nuestra idea es que, si nosotros podemos proveer el biocombustible de aviación para todos esos aviones que pasan por Colombia, eso en sí mismo ya sería un mercado muy interesante”.