Economía
La última ola de covid-19 frenó la recuperación económica de China en enero
Durante el primer mes del año, el proceso de reactivación económica en el gigante asiático se estancó.
El crecimiento de la actividad de la economía china se ha ralentizado en enero como consecuencia del impacto de la última ola de contagios de covid-19, según refleja el índice de gestores de compra (PMI) del sector manufacturero, que se ha situado en 50,1 puntos desde los 50,3 del mes anterior, lo que supone un resultado casi equivalente al estancamiento.
“En enero de 2022, frente a múltiples desafíos como el entorno económico complejo y severo y la propagación de la epidemia, la economía de China continuó recuperándose y desarrollándose, pero el nivel de prosperidad disminuyó”, ha reconocido Zhao Qinghe, estadístico senior de la Oficina Nacional de Estadística de China.
En el primer mes del año, el subíndice de producción manufacturera de China ha retrocedido hasta los 50,9 puntos desde los 51,4 de diciembre de 2021, mientras que el dato de nuevos pedidos se ha situado en 49,3 puntos, frente a los 49,7 del mes anterior, por debajo del umbral de 50 puntos que separa la expansión de la contracción.
De su lado, el índice PMI para el sector no manufacturero de China se ha situado en enero en 51,1 puntos, frente a los 52,7 del mes anterior, como consecuencia del impacto adverso en la recuperación del sector servicios de la propagación del coronavirus. En este sentido, el PMI de actividad del sector servicios ha bajado a 50,3 puntos, lo que implica una caída de 1,7 enteros y la lectura más baja en los últimos cinco meses.
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De este modo, el índice PMI compuesto para la economía china en enero se ha situado en 51 puntos, frente a los 52,2 de diciembre de 2021. Asimismo, el índice PMI del sector manufacturero elaborado por Caixin e IHS Markit se ha situado en enero en 49,1 puntos desde los 50,9 del mes anterior, lo que supone la peor lectura del dato en 23 meses y la cuarta vez desde febrero de 2020 que registra contracción de la actividad.
“Este año, los responsables de las políticas deberían hacer de la estabilidad su enfoque, priorizar la mejora del empleo y optimizar la estructura de la economía”, ha indicado Wang Zhe, economista senior de Caixin Insight Group.
De igual manera, el experto ha señalado la necesidad de que Pekín mejore el apoyo a las pequeñas y micro empresas, rebaje los costes de financiación de las empresas, mejore la previsibilidad de las políticas y responda a las preocupaciones del mercado de manera oportuna.
A pesar de ello, el producto interior bruto (PIB) de China registró una expansión del 8,1 % en 2021, el mayor ritmo de crecimiento del gigante asiático desde 2011, superando ampliamente el objetivo de Pekín del 6 % y en contraste con la expansión del 2,2 % del año 2020, según ha informado la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Recientemente, China recortó aún más el costo de los créditos bancarios, en una nueva medida para estimular su economía y respaldar el atribulado sector inmobiliario. Se trata de la segunda reducción de intereses del Banco Popular de China (BPC, central) en dos meses y propició alzas en las acciones y los bonos de las firmas de bienes raíces.
La medida llega días después de que Pekín reportó una desaceleración del crecimiento económico en los meses finales de 2021. El enfriamiento del sector inmobiliario influyó en la desaceleración económica del segundo semestre, con varias empresas cayendo en impagos, como el gigante Evergrande.
El banco central anunció que redujo la tasa preferencial de préstamo (TPP) al 3,7 %, desde el 3,8 % en diciembre. La institución había reducido esa tasa en diciembre por primera vez en 20 meses, cuando la economía china estaba amenazada por la crisis inmobiliaria y los brotes del coronavirus.
*Con información de Europa Press.