ECONOMÍA
Las preocupaciones de los palmicultores al cierre del 2022 y que se extenderán en el inicio del 2023
El sector espera finalizar el año con una producción de aceite de palma similar a la del año 2021.
El año que está por terminar deja un ‘sin sabor’ generalizado debido a las coyunturas que lo marcaron y que se reflejaron, en gran medida, en el comportamiento de la economía; pese a que en el país se estima que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cerrará con un balance favorable frente a las proyecciones iniciales que se tenían.
Este 2022 arrancó con señales positivas de recuperación, luego de dos años complejos derivados de la pandemia por la covid-19. Esos síntomas alentadores se mantuvieron, pero fueron opacados por algunas situaciones que comenzaron a golpear el bolsillo de los colombianos, como es el caso de la volatilidad en el precio del dólar y el aumento progresivo de la inflación. Esto último, derivado por el encarecimiento de los productos de la canasta familiar, del servicio de energía y del transporte, principalmente.
Vale la pena aclarar que no solo los hogares colombianos se han visto afectados por estas coyunturas; también estas las han sentido los empresarios, donde ningún sector en excepción ha estado ajeno a los efectos que han causado a nivel de costos operacionales y de producción.
Así lo destaca Nicolas Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), quien pese a manifestar que “el 2022 fue un buen año para el sector”, reconoce que fueron varios los desafíos que debieron afrontar los palmicultores para poder llegar a la meta de producción, que para este año será similar a la reportada en el 2021, es decir, 1.750 mil toneladas de aceite de palma crudo.
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Entre esos desafíos, y el de mayor peso en sus costos de producción, fueron los fertilizantes. De acuerdo con el dirigente gremial, en los últimos dos años, este insumo ha registrado un aumento de casi un 50%, que dentro de la canasta de costos para el sector, se ha traducido en incrementos de hasta un 35%.
El conflicto Rusia y Ucrania ha incidido en esta situación, pero, también, lo ha hecho el precio de la tasa de cambio, donde un dólar que pasó de los $4000 a treparse a más de $5.000 y mantenerse en los últimos días por debajo de los $4.800, ha ocasionado incrementos en los costos de producción; aunque ha favorecido la comercialización del producto en los mercados internacionales.
“A nadie le conviene una tasa de cambio tan volátil porque eso dificulta mucho las negociaciones a futuro, porque hay mucha incertidumbre sobre cómo va a estar la tasa de cambio en los meses posteriores, y esto le dificulta a los productores al momento de negociar con tiempo sus insumos. Inclusive, negociar las ventas de sus productos. En términos generales, esta volatilidad no es ideal para este tipo de negocios, no es deseable”, expresó.
Por lo que el dirigente gremial manifiesta que el dólar y los fertilizantes son dos elementos que impactaron al sector palmicultor, donde las perspectivas a corto plazo es que seguirán afectando a los productores. A esta lista, se le suma la inflación, que como viene comportándose, continuará incidiendo en los precios y por ende, en el poder adquisitivo de las familias; al igual que los efectos que generará, una vez entre en vigencia, la Reforma Tributaria del actual Gobierno.
“Este es un sector altamente formal y por ende, los cambios en la regulación tributaria van a incidir en los costos del negocio palmero, por lo que van haber unos efectos. Pero, nosotros somos un sector de inversiones a largo plazo, así que no es posible cambiar de actividad. De manera que este tema, y los otros mencionados, les estaremos haciendo seguimiento el próximo año”, apuntó.
Otro tema de importancia para los palmeros son las decisiones que se adopten en el principal mercado de exportación, Europa. Esto, con respecto a las medidas provisionales que la Unión Europea implementaría con respecto a productos agropecuarios que provengan de la deforestación, los cuales, no serían admitidos a ese mercado.
Al respecto, Pérez Marulanda indicó que el sector palmero “ha venido trabajando en la generación de una trazabilidad en sus procesos, con la que puede demostrar que no es causante de la deforestación en Colombia”, al tiempo que considera que la implementación de las prohibiciones anunciadas desde Europa, deben ser vista como una oportunidad para el país, en su apuesta por la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del planeta.
“Reconocemos que esto va a suceder. Desde hace mucho tiempo atrás veníamos haciéndole seguimiento a este tema, porque actualmente, Europa es el principal mercado para nuestras exportaciones, donde este año hemos exportado más de 420 mil toneladas, casi la mitad de la producción se ha dirigido a ese mercado. Entonces, para nosotros, lo que pase en Europa es muy significativo”, subrayó.
Finaliza el presidente ejecutivo de Fedepalma que este sector económico quien continuar aportando al crecimiento económico y desarrollo del país, por lo que sumarán esfuerzos a la apuesta de transición energética que impulsa el actual Gobierno; siendo este tema, uno de los que esperan contribuir con “buenas nuevas” en el año que está próximo a iniciar.