DÓLAR
Las proyecciones que hizo Bancolombia sobre el futuro del dólar en Colombia ¿qué pasará con la divisa?
La divisa norteamericana ha venido perdiendo fuerza desde finales de marzo, aunque todavía continúa en niveles altos.
El dólar ha sido otro de los temas de preocupación en Colombia desde mediados del año pasado, cuando su cotización en el mercado pasó de $3.900 a treparse por encima de los $4.000, alcanzando su pico histórico de $5.000 y descendiendo por debajo de ese rango hasta los $4.800 en el inicio del 2023.
En los tres primeros meses del presente año, la tasa de cambio ha venido fluctuando, por lo que el precio ha estado oscilando entre los $4.700 y por debajo de $4.900. Sin embargo, desde finales de marzo y en lo que va corrido de abril, se viene presentando una caída sostenida en su valor, lo que ha llevado a que se ubique por debajo de los $4.600.
Son muchos factores han influido en la inestabilidad del dólar donde la incertidumbre y especulación los que más han contribuido en esta situación. Entre estos se destaca la alta inflación, los ajustes alcistas a las tasas de interés, la probabilidad de una recesión económica, la crisis bancaria en los Estados Unidos y las tensiones políticas internas en Colombia por cuenta de las reformas a la salud, pensional y laboral que impulsa el actual.
Esta sensibilidad de los mercados a estas coyunturas, donde algunas se han mantenido en el inicio de este segundo trimestre, todavía no permiten vislumbrar con claridad el norte que tomará la tasa de cambio. No obstante, Bancolombia ha decidido lanzarse con una proyección en torno a cómo cerraría este 2023 el precio de la divisa, esto tras dar a conocer su informe “Un nublado camino hacia el equilibrio”, en el que realizó una actualización de las proyecciones económicas para el país.
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La entidad financiera, a través de su Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercados, señala que la tendencia bajista que se ha venido observando en el precio del dólar “estaría explicada por el optimismo en los mercados internacionales debido a una perspectiva de una situación monetaria menos restrictiva de la prevista a finales del 2022″, por lo que si no se presentan eventos que alteren el comportamiento actual, es previsible que el debilitamiento de la divisa sea progresivo.
Es por ello que estima que al finalizar este año, la tasa de cambio cierre cerca de los $4.690, al tiempo que destaca que para los dos años siguientes, el precio irá descendiendo pero continuará por encima de los $4.000. “Una vez alcanzado un mayor equilibrio macro-financiero local e internacional, el par retomaría una tendencia de largo plazo de moderada depreciación”, lo que sugiere que con la caída que tendrá el valor de la divisa se registrará un fortalecimiento en el peso colombiano, ya que este por la volatilidad que va presentado el dólar se ha ubicado entre las principales monedas emergencias que más se ha devaluado.
No obstante, en el informe se indica que la evolución prevista en la tasa de cambio dependerá también de las señales que desde el país se muestre a los mercados internacionales, impactando con ello la confianza de los inversionistas; la cual se ha visto afectada por las posturas del actual Gobierno respecto al sector hidrocarburos, por lo que el tono con el que se manejen estos temas “podrían permitir una recuperación de la percepción de riesgo país”, indicó.
“Consideramos que el detonante estará en la evolución del trámite de la reforma al sistema pensional. Una reforma que logre buena parte de las metas sociales con efectos moderados en el mercado de capitales y en la sostenibilidad de las finanzas públicas puede mejorar el apetito de inversionistas extranjeros por activos locales y llevar a que se recupere el flujo de ingreso de capitales, con un consecuente impacto positivo en el USDCOP (tasa de cambio)”, precisó.
Por otra parte, Bancolombia reveló sus estimaciones respecto al comportamiento del precio del petróleo, teniendo en cuenta que actualmente se viene registrando una cotización por encima de USD$80 por barril y donde se prevé que pueda incrementarse como consecuencia del recorte en producción que para mayo anunció la Opep+.
En lo particular, expresa que en el caso de la referencia Brent, el precio podría cerrar el presente año por los USD$74.1 el barril y que para el 2024, el descenso sería más marcado, llevando a que el valor se ubique en los USD$68.8 el barril, donde un factor que determinará este comportamiento es el crecimiento en la demanda que se espera desde China.
“Se espera que el balance entre la oferta y demanda de petróleo en el corto plazo sea superavitario, dado el reciente deterioro en las expectativas económicas, el incremento en las tensiones geopolíticas y la elevada incertidumbre. En este contexto, los principales productores de la OPEP acordaron recortar la producción de crudo con el propósito de mantener los precios que sean acordes con los desafíos económicos de las principales economías del cartel. Con esto, revisamos a la baja nuestra expectativa de precios, desde USD $84,1 a USD $76,4 promedio para todo 2023″, puntualizó.