FINANZAS
¿Llegó la hora de los criptoactivos en Colombia? Esto dice el superintendente Financiero
Ya se iniciaron las transacciones de criptoactivos en el espacio controlado que creó la Superfinanciera, cuya etapa termina en el primer trimestre del año entrante. El superintendente Jorge Castaño explica qué viene. Entrevista.
Con todo y la incertidumbre, por los posibles riesgos, y los interrogantes que plantea el uso de monedas y activos digitales, el tema avanza en muchos lugares del mundo. Colombia no es ajena a la ola. Por ello, la Superintendencia Financiera dio paso a una etapa piloto para iniciar pruebas en transacciones con criptoactivos. Sobre los avances habló en SEMANA el superintendente Jorge Castaño.
SEMANA. ¿Cómo analiza la dinámica de los criptoactivos en el mundo?
JORGE CASTAÑO. Estamos viendo muchos cambios, cambios que desafortunadamente no están todos en el mismo sentido. Hay unos países que toman una posición mucho más dura a pesar de que incluso antes hubiesen sido promotores en este tipo de tecnologías.
Hay otros que empiezan a explorar diferentes casos de uso, ya no solamente la tecnología, sino la posibilidad de, de pronto, emitir criptoactivos estables, la posibilidad de tenerlos para medio de pago, otros para inversionistas, otros para invertir. Desafortunadamente lo que estamos viendo en el mundo es una disparidad de reacciones.
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¿Qué sí es lo cierto? Que el regulador, supervisores, inversionistas, todos estamos aprendiendo cada vez más, por la alta transaccionalidad que está teniendo y por las diferentes discusiones. Esto nos pone retos muy importantes, como conciliar estos intereses de política pública, de un lado la estabilidad, de otro lado la protección de los consumidores, el funcionamiento adecuado de los mercados financieros. Así que definitivamente no hay una última palabra en este tema y seguimos hacia adelante esperando qué tipos de circunstancias siguen cambiando.
SEMANA. ¿Cómo interpretar y entender esas percepciones que tienen los diferentes países?
J.C. Los mercados están teniendo diferentes aproximaciones. Una es la protección de los inversionistas, en la medida en que necesitamos tener información y es muy volátil. Eso nos lleva en un mundo donde tener los criptoactivos como un punto de llegada en las inversiones es un escenario, otro es el medio de pago, cómo se permite que alguien intercambie un bien o un servicio y en contraprestación reciba un criptoactivo, esa es otra aproximación.
Y la otra que estamos viendo más recientemente es la dinámica de los bancos centrales tratando de establecer sus propias monedas a través de estas mismas tecnologías y son las divisas emitidas por bancos centrales de manera digital. Estamos viendo en China, vimos cómo este año la Unión Europea aprobó su piloto del Euro digital y el caso de El Salvador es uno más. Estamos en otras jurisdicciones donde la posibilidad de mover dinero a través de estas tecnologías es mucho más eficiente y de pronto mucho más conveniente por diferentes elementos.
SEMANA. ¿Qué opina sobre el caso de El Salvador?
J.C. El caso particular de El Salvador es muy interesante. Desde el punto de vista de medio de pago tiene unas incidencias, pues lo que compro hoy, cuando tengo un bitcóin como moneda de curso legal forzoso, es muy difícil controlar ese poder adquisitivo de esa moneda como banco central. Entonces empieza a preocupar la inflación, empieza a controlar la cantidad de dinero que circula en una economía, empieza a preocupar cómo se controlan los flujos de dinero que van y vienen en inversión extranjera o en inversiones locales en el exterior. Son preocupaciones muy válidas sobre cómo las autoridades logran regular los mercados y la economía. La economía no es perfecta y necesita intervención por parte del Estado y de alguna forma los países van teniendo diferentes aproximaciones, unos más liberales, otros más conservadores. Pero al final del día es, qué se quiere lograr con estos desarrollos y con este alcance, qué tanto se puede optimizar en la economía.
Todos nos estamos moviendo, no hay una única palabra, insisto. Hoy no es un factor de vulnerabilidad de la estabilidad del sistema financiero y nos da margen para entender muy bien cómo se van acomodando los agentes, los mercados y lo cierto también es que los inversionistas siempre están apostando y sobre todo en un escenario de estos, donde hay tanta liquidez. Y allí es donde fluyen nuevos agentes, entidades financieras, inversionistas especuladores y en esa euforia todos quieren tener algún mayor nivel de rentabilidad y es cuando ese activo empieza a brillar allí. Seguimos muy atentos al caso de El Salvador para ver qué dinámica se está presentando. Hay un cambio cultural trascendental, hay una forma de hacer mediciones y como lo hemos dicho de como preservar la capacidad adquisitiva de este medio de pago.
SEMANA. El Salvador tiene una particularidad y es que los bancos colombianos –Bancolombia, Banco de Bogotá, Davivienda- tienen allí un papel relevante…
J.C. La gran lección y el gran aprendizaje de esto es que va muy de la mano, con lo que Colombia viene haciendo con nuestro proyecto de criptoactivos. Obviamente allá en El Salvador han tenido que acelerarse porque obviamente cuando se tiene la consideración que es moneda de curso legal forzoso, pues son otras las reglas de funcionamiento.
Pero definitivamente hemos aprendido y hemos entendido mucho los desarrollos, los conocemos de primera mano. Los desarrollos, las aplicaciones, la forma de los contratos, los riesgos, la información que se le da a la gente, etcétera, nos han dejado unas grandes lecciones, unos grandes aprendizajes.
En El Salvador por supuesto la mayoría de las entidades que concentran el sistema financiero están en propiedad de colombianos, cerca del 52 o 53 por ciento. Creo que es apenas natural que vayamos entendiendo con ese piloto en Colombia con lo que está pasando en El Salvador.
SEMANA. ¿En qué va el tema en Colombia?
J.C. Colombia claramente por su posición, por el contexto en que se encuentra regionalmente, ha sido un foco muy importante de volúmenes de transacciones, según las bases de datos que estamos consultando. Desde esa perspectiva era necesario entender qué puede hacer un colombiano si tiene la intensión de comprar un criptoactivo.
Y aquí, por parte del estado, no hay ninguna prevención actual frente a advertir a los inversionistas y es lo que hicimos durante mucho tiempo: si quieren adquirir esto no se deje llevar por el nombre, que no es una moneda -porque no lo es-, no es una moneda de curso legal forzoso, no es una divisa, no es un activo financiero y duramos muchos años tratando de explicar, de aprender, de probar cosas internamente como país.
Era clarísimo que la tecnología iba a presentar unos avances muy importantes, que en algún momento va a tener algún tipo de escalabilidad, muchos de los riesgos hoy se han minimizado, pero otros siguen estando exactamente igual como desde el principio, el tema del conocimiento del cliente y el riesgo operativo, entre muchas de esas cosas.
El aumento de la necesidad de experimentar la tecnología fue lo que nos llevó, como autoridades, a abrir ese espacio de probar cosas, como unimos el mundo del activo virtual con el mundo del activo físico. Colombia tiene una trayectoria importante en respetar el peso o su moneda única de curso legal forzoso, ni siquiera las divisas son de curso legal forzoso.
SEMANA. ¿Qué es una arenera?
J.C. La arenera para la Superintendencia Financiera fue un cambio y una transformación, yo creo que de los más importantes que hemos visto en los últimos años. Nos ayudó a cambiar y a ser de mente abierta. ¿Por qué arenera? Esa es una traducción muy simple de lo que es la caja de arena o el sandbox. Era necesariamente crear un espacio donde los que no hacían supervisión pudieran liberarse de muchas de las cosas y ataduras que naturalmente un supervisor tiene y poder escuchar ideas, poder probar cosas y generar creatividad, innovación, no solo nosotros, sino de la mano de quienes tienen la capacidad de innovar.
Entonces se volvió ese espacio seguro donde tanto supervisores como la industria, el público en general podían proponer cosas sin que saliera la superintendencia con un pliego de cargos o con una medida de intervención por captación, sino que da seguridad y allí fue donde empezó este proceso. Por eso el interés de poder generar instrumentos que apalancaran la iniciativa. Es como una alianza público-privada, donde el gobierno y el Estado dicen, mire aquí yo pongo estas reglas de juego mucho más flexibles. Es una práctica que trajimos de Reino Unido y de Singapur, donde la transformación digital estaba dispara y le iba a llegar al sistema financiero. Era un muy buen momento para que creáramos ese espacio donde nos diéramos la oportunidad de escuchar, de entender, de probar cosas y, por qué no decirlo, de equivocarnos en un ambiente controlado y eso es lo que ha permitido que la innovación pueda avanzar.
SEMANA. ¿Qué han venido haciendo?
J.C. La arenera es el espacio que controla la superintendencia pero desde el punto de autoridades no somos los únicos. Así como la Superfinanciera tenía preguntas, dudas, lo propio le sucedía a la Superintendencia de Sociedades, al Banco de la República, a la unidad de inteligencia del sistema financiero, la UIAF, el Ministerio de Hacienda, la Dian, entre otros.
Creamos un comité y una mesa de trabajo donde estamos todas estas autoridades y ponemos sobre la mesa qué es lo que nos preocupa, y definimos un objetivo. Resultó en esta primera construcción que era necesario abrir una convocatoria bajo la sombrilla de un sponsor, de una entidad financiera, porque ellos eran los que debían de alguna forma probar cosas. Que una entidad financiera vigilada obviamente por nuestra superintendencia en asocio con una plataforma –Exchange- produjera qué quería hacer. El objetivo de la prueba es unir esos dos mundos, cómo teniendo una cuenta en una entidad financiera y un saldo allí, poder convertir ese dinero en un criptoactivo a través de una plataforma que el banco ofrecía con un Exchange y cómo pudiendo tener un criptoactivo se volvía dinero, y esos son canales que permanentemente están interactuando.
SEMANA. ¿Cuántos llegaron?
J.C. Se presentaron unas 13 o 14 propuestas, muchas de ellas no lograron cumplir los objetivos, porque no tenían o un apoyo de una entidad financiera o no tenían claro la idea o el modelo de negocio, porque querían probar ser un Exchange sin serlo, sin tener reconocimiento y se depura esa lista en ese comité de innovación donde insisto no solamente está la superintendencia.
SEMANA. ¿Cuántos quedaron?
J.C. El resultado de eso fue que 9 entidades financieras de todos los tamaños: bancos grandes claro que están allí, pero también tuvimos entidades o establecimientos de crédito de la tabla del segmento medio, Sedpes, sociedades especializadas en depósitos y pagos electrónicos que tienen muchos procesos innovadores y basados en tecnología andando rápidamente.
Y se ponen unas reglas del juego, que se puedan probar en esos Exchange activos que tengan algún nivel de liquidez, y que decidan con cuántos clientes quiere hacerlo, cómo es el mecanismo de vinculación y empiece a desarrollar los contratos. Son 9 entidades financieras, junto con los Exchange -hay dos Exchange que comparten más de una entidad financiera-. ¿Qué les permitimos? Poder desarrollar y ejecutar ese contrato en donde con sus propios procesos, su propia metodología seleccionaba a que clientes le daban la posibilidad de vivir en ese mundo de convertir pesos en criptoactivos y convertir esos criptoactivos en pesos a través del Exchange que él hubiese escogido y es ese el objetivo de ese piloto en la arenera.
SEMANA. ¿Cuánto se ha movido en las pruebas que han hecho?
J.C. El proceso de aprendizaje se mide por supuesto no solamente en volúmenes de transacciones sino en la construcción misma de cómo enfrentamos los diferentes retos. Y han pasado muchas cosas, sorpresivamente unas entidades que creíamos no tenían la capacidad de entender muy rápido el negocio, lo han entendido más rápido, y hay otras entidades mucho más grandes que dicen que tienen que modular ese mismo proceso de selección.
La alianza de Movii y Bitpoint lleva cerca de 503 operaciones, son 159 millones de pesos aproximadamente, un monto no muy representativo pero el ticket promedio de esas transacciones son cerca de 314.000 pesos aproximadamente. Eso en operaciones de cash in –dinero en criptoactivos-, en las de cash out –criptoactivos en dinero-, el mundo de las operaciones es más relevante y grande, de casi 3 veces que la de cash in: entre 1.300 a 1.350 operaciones aproximadamente por cerca de 190 millones de pesos, pero con un ticket mucho más pequeño.
Los inversionistas han sido muy cautos en lograr entender cómo funciona esto, y la prueba ha sido responsablemente bien administrada por todas las entidades.
Lo interesante de esto es poder ver la trazabilidad de las transacciones qué tantos incidentes por ejemplo en materia de riesgo operativo se pueden llegar a presentar, en materia de ciberseguridad, sobre si hay que reportar o no una operación sospechosa, las peticiones de los consumidores si hay una queja cómo se gestiona, si es una queja sobre la entidad vigilada cómo se maneja, si es sobre el Exchange cómo funciona.
SEMANA. ¿Cuándo termina esta arenera? ¿Cuándo tendríamos luz verde?
J.C. Hay dos formas de poder responder esa pregunta. Una, el modelo de nuestro sandbox sobre criptoactivos debería estar finalizando el primer trimestre del año entrante y allí unas grandes lecciones sobre cómo, cuándo y en dónde entrar a regular y qué se va a permitir. Muy seguramente allí vamos a tener unos estándares, unas líneas de información.
Pero además ya hemos visto resultados de la aplicación de este piloto en otro tipo de productos, por ejemplo el comité de innovación de la superintendencia hace dos semanas aproximadamente, autorizó para que la arenera se prueben hacer giros y pagos a través de tecnología blockchain dentro de 3 o 4 entidades financieras, hicimos un piloto en donde se emitió por primera vez en nuestro país y creo que es la segunda vez en la región, un bono sin utilizar infraestructura del mercados financieros, sin un depósito, sin una bolsa, apoyados por el Banco Interamericano de Desarrollo.
Un banco en Colombia, unos inversionistas, logramos hacer una emisión que pudo llevar a hacerle la anotación en cuenta virtual a través de esa tecnología blockchain de los inversionistas y la transaccionalidad. Hacia adelante somos bastante optimistas, que no solamente es el resultado mismo del piloto de criptoactivos sino de los beneficios que nos está arrojando, entender mucho mejor en la práctica qué es blockchain, qué se desarrolla, qué es un contrato inteligente, y vienen muchas más buenas noticias sobre esto. Creo que es una gana-gana para el país poder tener unos pisos y unos cimientos sobre en dónde y cómo el Estado debe intervenir, qué tipo de responsabilidad tenemos todos de derechos y de deberes, porque es eso lo que la final de día ayuda a que la innovación esté presente en nuestro país.
SEMANA. Mientras terminan la arenera, la gente seguirá invirtiendo en criptoactivos. ¿Qué recomendaciones haría?
J.C. Los negocios debe uno entenderlos para poder asumirlos. Y esa es mi primera invitación: lo que yo no logre entender a la hora de hacer una inversión pues no la puedo ejecutar porque puede que tenga una mala interpretación de ese negocio y al final las expectativas no se den y empiezo a buscar responsables en todos lados. El primer mensaje es que mi deber como dueño de mis ahorros y mi dinero que tanto me cuesta conseguirlo es saber muy bien qué tipo de negocio voy a hacer.
Si tengo un apetito de riesgo muy grande y ya tomé la decisión y voy a arriesgar algo de capital, porque esto es capital de riesgo, la segunda recomendación es no concentre la totalidad de sus ahorros ni en este ni en ningún tipo de activo. Diversificación es un principio fundamental de cualquier inversionista profesional o no profesional. Entonces trate de medir su apetito de riesgo y no concentre todo en un tipo de inversión de esta naturaleza.
Tercero, hay instituciones más reconocidas que otras. No hay un solo modelo que me brinde total seguridad porque el mundo precisamente está en esa discusión. Entendamos y busquemos los que mejor dan garantía de lo que yo quiero hacer desde el punto de vista operacional, que funcionan bien. No hay nadie que garantice en el mundo la estabilidad del precio, no hay nadie en el mundo que garantice que si por alguna razón hay un ataque cibernético sobre los datos que tengo, me puedan devolver esa inversión.
Entonces, contemplemos no solo el lado positivo que nos dicen todos que el precio hoy estaba a 10 y mañana a 40. No nos quedemos solo con eso porque en ese camino en la exposición al riesgo es mucho más complejo.
Si después de estas reflexiones aún decide hacerlo, piense muy bien que es una inversión muy volátil. Todos los días cambia por diferentes consideraciones de un valor a otro y eso es lo que hace que necesariamente deba tener hígado y esa voluntad de aguantar esa presión de los mercados de estar moviéndose permanentemente con unas correcciones muy fuertes como se están viendo.
La recomendación es mucha prudencia, mucho entendimiento. La suerte de los otros no necesariamente es mi propia suerte y tengo que ser muy consciente de esto. Entonces, diversifique un monto que de verdad usted tenga la capacidad de soportar los efectos adversos de esas circunstancias porque no hay un mecanismo de cobertura de ese riesgo.