CONSUMO

Lo que gasta un colombiano al año en alimentos, según su estrato social

Este 15 de marzo se celebra el Día del Consumidor. En el estrato 2, el consumo se realiza en los minimercados. Amplias diferencias según la ubicación de la familia en la pirámide social. Estudio de la firma Kantar.

15 de marzo de 2022
El 82 por ciento de los consumidores colombianos esperan poder comprar lo que quieran, en el momento en que deseen y de la manera que les resulte más conveniente, reveló el estudio ‘New Payment Index’ de Mastercard.
El que compra es el que mueve la economía. | Foto: Getty Images

Al menos 70 de cada 100 pesos que se mueven en la economía colombiana los pone el consumo de los hogares. Sin ellos no habría entusiasmo en la industria ni en ninguno de los sectores productivos para prender las máquinas que, a su vez, producen lo que las familias necesitan.

El consumidor es el motor. Por ello, este 15 de marzo está dedicado a ellos. La firma Kantar, experta en consumo, sacó unas curiosas cuentas que evidencian la eterna característica de nuestro país: una profunda y reiterada brecha social.

1. Se redujo el gasto de la canasta familiar en estrato 1 y 2

Según el informe de Kantar, ahora es menor el gasto de los hogares en el consumo de la canasta familiar de los estratos 1 y 2, pero no porque les esté costando menos adquirir los productos básicos sino porque hay más hogares y, en consecuencia, las estadísticas cambian.

Mientras en 2020 el gasto en estrato 1 era de $1′245.269, en 2021 bajó a $1′172.559.

En contraste, en los estratos 5 y 6 sucedió lo contrario, el gasto por hogar en el año de la pandemia (2020) fue de $1′814.880 y pasó a $2′083.035. En otras palabras, los ricos más ricos, aún en las crisis.

2. Gasto por persona en alimentos en el año

Otro dato curioso dentro de los recopilados por Kantar es el que señala cuánto gastan los hogares por persona al año en alimentos, el rubro que más presión inflacionaria ha tenido, pues mientras la inflación total llego a 8,01 %, la de alimentos se acercó al 20 %.

Según la investigación, al año el gasto por persona en alimentos, en los estratos 5 y 6, fue de $5′910.000 en 2021, mientras que en 2020 les costaba $5′524.000 por cada integrante de la familia.

Alimentarse en el estrato 4 costó $ 4′968.000 en 2020 y en 2021 la demanda de recursos para el mismo gasto fue de $5′048.000.

Para los estratos altos puede que la diferencia en el costo de los alimentos pase ligeramente desapercibida, pero en los estratos pobres y vulnerables, donde la mayor parte del ingreso se va en comida, el golpe se siente más. En el estrato 1, con menores ingresos para las familias, la alimentación en 2020 les costó $4′565.000 por persona y en 2021 les subió a $4′650.000 al año.

3. Lo social según ciudades

La distribución social en Colombia está dibujada según las oportunidades que ofrezcan las ciudades. Según los datos de Kantar, Bogotá cuenta con el 32 % de la población del país. De ese porcentaje, el 39 % se encuentra por encima de los estratos socioeconómicos 1 y 2.

Medellín tiene menor concentración de población en estratos bajos, pues el 51 % está por encima del estrato 2. También Cali tiene a la mayoría de su población: el 52 %, por encima de los estratos 1 y 2.

Y en el Atlántico sucede lo contrario: la mayor cantidad de habitantes está en estrato socio económico 1 con un porcentaje del 59 % y tan solo el 12 % en Barranquilla y Soledad llegan a estar en estrato 5 y 6.

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El consumo de los hogares en Colombia, una desagregación curiosa. | Foto: Getty Images/iStockphoto

4. ¿Cuántos colombianos hay en cada estrato?

Si de mirar cuántas personas en total están en cada escalón social, para establecer quiénes las están pasando mejor o peor con un costo de vida encarecido por la inflación, también se logra en el estudio de Kantar.

En su totalidad, se presenta en toda Colombia un 21 % de población en estrato 1, el 32 % pertenece a estrato 2, en consecuencia, el 53 % de los colombianos -en teoría- son pobres y vulnerables. Al estrato 3 pertenece el 29 % de colombianos, con lo cual, si seguimos sumando, el 82 % son esa población receptora de subsidios (el de la energía, por ejemplo le llega al estrato 3).

Dentro de la pirámide social, el 11 % de la población pertenece al estrato 4, franja en la que están muchos de los asalariados. Y el 7 % restante se encuentra en estrato 5 y 6. Es decir, la evidencia de la concentración de la riqueza.

Los rostros del hambre que deja el alto costo de los alimentos
El consumo depende también de la edad. | Foto: Guillermo Torres

5. Mayores o menores, su consumo varía

Somos un país de viejos, de jóvenes... Eso se descubre también en este informe. El 40 % de hogares están integrados por 1 y 2 personas entre los 29 y 40 años y el 31 % tiene menores de hasta 12 años.

En las familias grandes, el 13 % de la población cuenta con más de 5 integrantes de hasta 20 años, mientras que hogares de personas por encima de los 20 años son el 15 % y se componen de 2 personas, dice el estudio.

Ojo. Los estratos 1 y 2 presentan la mayor cantidad de niños menores hasta los 12 años, en familias grandes con un porcentaje del 28 % y familias con hijos con el 24 %, mientras que en hogares maduros el porcentaje de niños menores hasta los 12 años es del 15 % y los hogares maduros tienen el menor porcentaje, el 11 %.

6. Algo iguala a los colombianos, el consumo para el aseo

En esta Colombia diversa, desigual y otras de las características que la adornan hay un común denominador que junta a todos: el aseo. En todos los estratos socio económicos, el consumo de productos de cuidado personal se mantiene por igual con el 3 %.

7. ¿Dónde compran los ricos y los pobres?

El 27 % de la población de estratos 5 y 6 realizan el consumo de la canasta familiar en grandes cadenas.

Los ciudadanos del estrato 1, en general, realizan su consumo en la tienda (canal tradicional), con un porcentaje del 28,8 % y solo el 7 % de este estrato realiza el consumo en grandes cadenas.

El 22 % del estrato 2 consume en minimercados. Entre tanto, el 9 % de los estratos 5 y 6 lo hacen en ese canal.

Lo cierto es que, el consumo da para todo. Las diferencias están en una calle, en un empaque, en un mayor costo. Pero al final, todos los ciudadanos necesitan lo mismo: comer, transportarse, guarecerse, bañarse...