Población
Los cuatro puntos críticos de la reforma a la salud que evidencia la ONG Oxfam, porque causan una severa desigualdad
Con una aprobación de la mitad de los artículos en segundo debate y aunque algunas voces siguen sustentando que lo mejor sería hacer borrón y cuenta nueva, esta ONG internacional estima que debería aprovecharse para hacerle ajustes. Estas son sus recomendaciones.
Aunque nada está descartado y cualquier cosa podría pasar, la reforma a la salud avanza en el Congreso de la República, donde va en segundo debate, en la plenaria de la Cámara, pese a que hay voces que han expresado a grito entero que lo mejor sería hacer borrón y cuenta nueva.
Sin embargo, ante la evolución del trámite, es válido poner sobre el tapete lo que plantea la ONG internacional Oxfam, que realizó un estudio relacionado con las desigualdades en salud en Colombia, en el que se revela que hay oportunidades para mejorar.
¿En qué va lo aprobado en el Congreso?
Con lo aprobado hasta ahora ya hay visto bueno para el punto que fortalece el nivel primario de atención, como lo ha promovido el Gobierno desde el proyecto original.
También tiene luz verde la iniciativa de fortalecer la red pública hospitalaria, de crear el sistema de monitoreo de redes integrales e integradas de servicios de salud, al igual que el desarrollo del sistema público unificado e interoperable de la información en salud, según confirmó el Ministerio de Salud. Además, también será potenciada la vigilancia y el control, lo que está en cabeza de la Superintendencia de Salud. A ello se le agregan las modificaciones que tendrá el régimen laboral con garantías, para que existan mejores condiciones para los trabajadores de la salud, según lo aprobado.
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El talón de Aquiles sigue
Oxfam Colombia, junto con el Centro de Pensamiento, Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia, son los autores del informe en el que se subrayan cuatro puntos críticos que deberían ser corregidos.
1. La distancia entre lo urbano y lo rural. Recientemente, en una entrevista concedida a SEMANA por el director saliente de Anif, centro de pensamiento económico, el directivo dijo que en Colombia había lugares en los que la atención en salud era parecida a la de la capital de un país desarrollado (Londres), mientras que las personas se rodaban un poco, tendiendo a la zona rural, y la situación se volvía como Tanzania (África).
Oxfam, en línea con ese mismo pensamiento, señala en el informe divulgado que sería recomendable que la reforma avanzara en el cierre de brechas de desigualdad en la atención médica entre las zonas rurales y urbanas.
Las diferencias en el acceso a la salud entre el campo y la ciudad son abismales y se dan la mano con la pobreza. De hecho, en el informe se señala que la pobreza multidimensional, que es la que se mide a través de múltiples componentes, entre ellos el de la salud, en Colombia es casi tres veces mayor en zonas rurales, como las de las regiones Caribe y Pacífica, que en las urbanas.
No en vano, Oxfam recuerda que el mismo Instituto Nacional de Salud evidencia que, aproximadamente, el 80 % de los municipios de Colombia presenta un nivel muy bajo (51,9 %) y bajo (31,4 %) de acceso potencial a salud.
En consecuencia, “el Gobierno debe mostrar un compromiso sólido para abordar las desigualdades en la atención médica entre las áreas urbanas y rurales”.
2. Atención a mujeres y población LGBTIQ+. El acceso a la salud en Colombia tiene mucho que ver con la actividad laboral, pese a la existencia del régimen subsidiado, que ha ido evolucionando y se ha tratado de equiparar al contributivo en materia de derechos. Sin embargo, Oxfam trae a colación el hecho de que en el país, la mitad de las mujeres en edad de trabajar están fuera de la fuerza laboral y cuando se incorporan lo hacen en condiciones de desventaja, segregación e informalidad.
Por el lado del acceso de las mujeres y la población LGBTIQ+ (lesbianas, gay, bisexuales…), el análisis revela que “la perspectiva de género en la salud se aborda exclusivamente la salud reproductiva y los derechos sexuales”, por lo tanto, es oportuno que se le dé un enfoque integral que incluya las necesidades de género, así como las relacionadas con las dimensiones socioeconómicas, geográficas y culturales.
La recomendación de la ONG es implementar medidas y estrategias que aborden —principalmente— el cuidado no remunerado y la atención a personas dependientes.
3. Disponibilidad universal de medicamentos y vacunas. Cada segmento en el que hay inequidades es tocado por Oxfam en el documento revelado. Por ejemplo, se pone en el visor la encuesta de calidad de vida realizada por el Dane en 2022, según la cual, hay 408.000 personas que no pudieron acceder oportunamente a su medicamento desde el sistema de salud. “En 2016, la proporción de personas que no recibió o recibió parcialmente los medicamentos formulados para el tratamiento de su problema de salud fue mayor en regiones como la Orinoquía - Amazonía (50,9 %) y Pacífica (50,6 %)”, señala el informe.
En contraste, el gasto en medicamentos es voluminoso, pues se pagan trece billones de pesos anuales en ese componente, lo que representa cerca del 20 % del gasto total en salud.
Sobre este punto, el informe señala que “el Gobierno debería concentrar esfuerzos en implementar un sistema de patentes innovador y dinámico que tenga como objetivo principal salvaguardar el derecho a la salud de todos los habitantes del país”.
4. La gravedad del sobreconsumo no se aborda. Pero también es necesario poner freno al sobreconsumo de medicamentos, pues “más del 50 % de todos los medicamentos se prescriben, dispensan o venden de manera inapropiada”, causando graves problemas, desde ambientales, hasta de sostenibilidad de los sistemas de salud.
Es así como, “bajo este panorama, preocupa que ni el proyecto de la reforma a la salud ni el discurso del Gobierno aborde de forma coherente el sobreconsumo y medicalización de la vida y sus consecuencias negativas sobre la salud y el medio ambiente”.