Economía

Los posibles escenarios frente a la crisis de Rusia y Ucrania

Días de nerviosismo se viven en todo el mundo con respecto a una posible invasión de tropas rusas a ese país europeo.

18 de febrero de 2022
Los factibles escenarios sobre la crisis de Rusia y Ucrania. | Foto: DW

Las crecientes tensiones entre Rusia, Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) tienen al mundo en vilo, y muchos inversionistas parecen estar preocupados. Un acontecimiento geopolítico importante puede hacer temblar los mercados financieros. No obstante, predecir el comportamiento de los líderes mundiales puede ser difícil incluso para los más expertos en política exterior.

A continuación, el grupo de estrategas macro de Loomis Sayles, filial de Natixis Investment Managers, empresa de gestión de activos y fondos de inversión, analiza tres escenarios y cómo esos posibles resultados podrían afectar a los mercados financieros:

Un conflicto congelado

Rusia, Ucrania y la Otan podrían permanecer en un conflicto congelado, sin que ninguna de las partes haga un movimiento que agrave significativamente la situación. Este escenario mantendría el statu quo, sin impacto adicional en los mercados financieros ni cambios en la política del gobierno o del banco central.

Una invasión parcial

Una invasión parcial implicaría que Rusia se apoderara de tierras en Ucrania y/o iniciara un ciberataque agresivo contra el país o sus aliados. En este escenario, Estados Unidos probablemente aplicará algunas sanciones a Rusia. La posible respuesta europea es menos clara, ya que muchos países europeos tienen intereses económicos en Rusia y desean mantener relaciones constructivas con el país.

Los mercados tendrían una fuerte reacción de riesgo y luego se normalizarían rápidamente una vez que esté claro que no se está produciendo una invasión total. Se esperaría un repunte efímero de los bonos del Tesoro y del dólar estadounidense.

De igual forma, el euro podría sufrir un modesto golpe por el sentimiento de riesgo, pero los fundamentos de la moneda deberían apoyarlo a largo plazo. Los precios de la energía probablemente se dispararían, con un nuevo aumento, si la energía se incluye en las sanciones. En este escenario, la Reserva Federal y el Banco Central Europeo mantendrían el rumbo, retirando con cautela la acomodación financiera

Una invasión total

Si Rusia lanza una invasión total de Ucrania se podrían esperar sanciones más severas por parte de Estados Unidos y la misma Otan. El Congreso del país norteamericano probablemente se aleje del presupuesto Build Back Better, que es un marco legislativo propuesto por Joe Biden. De esta manera, se podría dar el distanciamiento en favor de un acuerdo bipartidista que aumente el gasto en seguridad militar y cibernética, incluyendo una posible subida de impuestos.

Asimismo, los mercados tendrían un fuerte peligro con una huida hacia los activos percibidos como “refugio seguro”, como los bonos del Tesoro, el dólar estadounidense y el euro, probablemente se vería afectado temporalmente. Una invasión total desencadenaría una alta subida de los precios de la energía. También puede generarse un posible impacto en los precios del aluminio, el titanio y el uranio, si Rusia utiliza estas materias primas como palanca contra Occidente.

En este escenario, el Sistema de Reserva Federal podría retrasar temporalmente su primera subida de las tasas. El Banco Central Europeo podría intensificar las compras de bonos si hay un impacto en los diferenciales de crédito, pero cualquier acción sería el resultado del comportamiento del mercado más que del deterioro fundamental.

Adicionalmente, sea cual sea el resultado, Rusia tiene actualmente una importante influencia frente a los países Occidente y desempeña un papel fundamental en la cadena de suministro mundial más allá del petróleo y el gas. El estado ruso posee una importante participación en VSMPO-AVISMA, una empresa de esta nación que representa más del 30 % de la producción mundial de titanio. Esta compañía produce aproximadamente el 65 % del consumo de titanio de Airbus, el 35 % del de Boeing y la totalidad del de la empresa brasileña Embraer.