Energía
Malas noticias: precio de energía en bolsa sigue subiendo y amenaza el bolsillo de los consumidores
Expertos hacen un llamado al Gobierno nacional para que actúe cuanto antes.
El precio de la energía en Colombia ha tomado una trayectoria ascendente que preocupa, pues podría repercutir en el bolsillo de los consumidores. Según información de XM, la entidad encargada de administrar el mercado de energía mayorista en el país, el precio de la energía en bolsa ha superado la marca de los $ 1,000 por kilovatio hora.
Esta situación, sin duda, contrasta significativamente con los $ 374 que se registraban a principios de 2023 y empieza a preocupar no solo a los analistas y expertos del mercado, sino también a los hogares, puesto que estas alzas se podrían ver reflejadas en las facturas del servicio de energía en un futuro cercano.
¿Qué dicen los expertos?
Este aumento sostenido del precio de la energía en Colombia ha generado inquietudes en diversos sectores y ha encendido las alarmas sobre las posibles implicaciones para las tarifas que pagan los consumidores. Diego Mesa, exministro de Minas y Energía, ha señalado que el precio de la energía en bolsa ya ha superado la barrera de los mil pesos y advierte que esta tendencia podría continuar en el corto plazo.
“El precio preideal mínimo de mañana es de $ 1,051 el kilovatio hora y prácticamente alcanza el precio marginal de escasez”, agregó este analista.
Tendencias
Este fenómeno también ha generado un intenso debate sobre las medidas que se deben tomar para abordar la situación. Por un lado, Mesa enfatiza la urgencia de acelerar la ejecución de proyectos energéticos, brindar señales claras de política pública y regulatoria, y mantener la estabilidad en las reglas de juego para atraer inversiones y proteger la confianza de los inversionistas en el sector, resaltando que estas medidas son cruciales para garantizar un suministro energético confiable y asequible para el país.
Sin embargo, las opiniones sobre cómo abordar esta problemática divergen y prueba de esto se observa con Andrés Jaramillo, asesor de mercados y economista, quien critica la idea de regular los precios como una solución propuesta por algunos actores, incluyendo al político Gustavo Petro.
Jaramillo argumenta que esta medida no aborda adecuadamente los problemas fundamentales de desarrollo, productividad e inversión en el sector energético, mientras que, por otro lado, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, hace hincapié en la urgencia de activar medidas efectivas y enviar señales claras de política pública para evitar que este aumento en el precio de la energía se traduzca en tarifas más altas para los ciudadanos.
“Es urgente activar las medidas y enviar las señales correctas de política pública, so pena que esto afecte al ciudadano en tarifas. ¡Menos discurso y más ejecución!”, dijo Restrepo en sus redes sociales.
El crecimiento sostenido del valor de la energía en bolsa es una preocupación creciente en Colombia, ya que podría impactar negativamente en la competitividad del país y en el bolsillo de los ciudadanos, especialmente aquellos que dependen en gran medida de la energía eléctrica en su vida diaria. Es por esto que los expertos ya mencionados coinciden en que a medida que esta situación evoluciona, se espera que las autoridades busquen soluciones efectivas para garantizar un suministro de energía confiable y asequible para todos los colombianos.
¿Por qué es negativa esta noticia?
El aumento continuo en los precios de la energía en bolsa podría tener un impacto significativo en la economía de los hogares colombianos. En primer lugar, se espera que esto se traduzca en tarifas de energía más altas para los consumidores, lo que representaría un gasto adicional en los presupuestos familiares.
En todo esto hay que tener presente que las familias colombianas ya enfrentan una serie de desafíos económicos, y un aumento en el costo de la energía podría presionar aún más sus finanzas, especialmente en un contexto de inflación y precios al alza en otros sectores.
Además, el aumento en las tarifas de energía podría afectar la competitividad de las empresas y, en última instancia, tener un impacto en el empleo y los ingresos de las personas, ya que las empresas que dependen en gran medida de la energía eléctrica, como la manufactura y la industria, podrían ver aumentar sus costos de producción, lo que podría llevar a recortes de empleo o a la reevaluación de los planes de inversión.
Esto, a su vez, podría tener un impacto en la estabilidad económica de las familias colombianas, ya que la disponibilidad de empleo y los niveles de ingresos estarían en juego. Por lo tanto, el aumento de los precios de la energía en bolsa no solo amenaza con aumentar los gastos familiares directos, sino que también podría tener efectos indirectos en la economía de los hogares a través del mercado laboral y la competitividad empresarial.