MACROECONOMÍA
Más inversión en prevención de desastres reduce el número de víctimas y de deslizamientos en Colombia
La mayor asignación de recursos también disminuye el número de personas que se verían afectadas por catástrofes naturales en el país.
Investigadores del Banco de la República publicaron un documento en el cual sostienen que si el país invirtiera más en la prevención de desastres naturales podría ayudar a reducir el número de víctimas fatales y de personas afectadas por estos.
Según el documento, las inversiones preventivas reducen la ocurrencia futura de deslizamientos de tierra, el total de personas afectadas, las muertes y lesiones asociadas con los deslizamientos de tierra, pero no protegen contra los daños directos del mercado.
“Específicamente, encontramos que un aumento del 1 % en la inversión preventiva per cápita reduce la ocurrencia futura de deslizamientos de tierra en un 0,3 %, el total de personas afectadas en un 0,8 % y el número de muertos, heridos y desaparecidos en un 1 %. No encontramos un efecto estadísticamente significativo de la inversión preventiva sobre el número futuro de casas destruidas”, dijeron los investigadores.
Los autores del estudio también dijeron que en Colombia las inversiones preventivas no están ayudando a las familias a proteger sus activos y esto es evidenciable para la población más vulnerable, ya que no tienen los medios para vivir en ningún otro lugar que no sea en áreas propensas a riesgos.
Tendencias
Para evitar lo anterior, la recomendación de los investigadores es que las inversiones podrían ser aún más efectivas si también pudieran enfocarse en reducir las pérdidas de activos a través de medios como contratos de seguros privados altamente subsidiados o totalmente pagados.
“Otra opción podría ser financiar programas de vivienda a gran escala y profundamente subsidiados, ya que esta experiencia parece haber funcionado en varios países en desarrollo. Además, las mejoras en la gobernanza a nivel municipal deberían prevenir la propagación de asentamientos informales en áreas propensas a riesgos”, dice el documento.
Para el análisis futuro, el texto recomienda que se deben considerar elementos adicionales como la asociación público-privada, grandes infraestructuras como diques, presas y canales de desvío y a desarrollar matrices de covarianza intermunicipales aguas arriba y aguas abajo.
“Nuestros hallazgos deberían aumentar la conciencia de los formuladores de políticas sobre la importancia de las inversiones preventivas. Los municipios colombianos ya asignan una mayor parte de su presupuesto a inversiones preventivas que a gastos de ayuda”, dice el documento.
La situación es más preocupante cuando el cambio climático está aumentando la probabilidad de que se presenten eventos de precipitaciones extremas que afectarán la incidencia de desastres naturales en Colombia.
“Colombia es un país altamente propenso a la ocurrencia de deslizamientos de tierra que son la principal causa de muerte por desastres naturales en el país. Esta realidad exige medidas efectivas para proteger la vida y los bienes de la población más vulnerable”, dice el documento.
Y es que según el texto, es más costoso para una Nación gastar en la recuperación y reconstrucción de una comunidad, que invertir en la prevención de los desastres naturales.
Hay que mencionar que la aseguradora suiza Swiss Re reveló que los desastres naturales y siniestros le costaron al mundo US$77.000 millones en el primer semestre del 2021.
A pesar de la millonaria cifra, el valor de pérdidas por siniestros y desastres es 33 % inferior al registrado en el mismo periodo del 2020.
De acuerdo con la aseguradora, una gran parte de los daños y las pérdidas fueron causados por la tormenta invernal que afectó al estado de Texas (Estados Unidos) durante el primer trimestre de este año.
Durante los últimos 10 años, la pérdida promedio del mundo por desastres naturales y siniestros en el primer semestre del año se ha ubicado en los US$108.000 millones.
Swiss Re también dijo que la parte que tendrán que cubrir las aseguradoras por las catástrofes naturales está, en cambio, muy por encima de los niveles habituales, en US$40.000 millones, lo que significa que para las compañías es el primer semestre más costoso desde el 2011.