MinTIC hizo duro llamado ante problemas financieros de Tigo-UNE. De por medio están accionistas que pierden dinero

En repartidas ocasiones, Daniel Quintero, alcalde de Medellín, a mencionado que UNE EPM Telecomunicaciones, que opera a Tigo en Colombia, tiene serios problemas financieros que tiene preocupados a los accionistas. Según cifras oficiales, entre enero y marzo, la operación arrojó pérdidas por 148 397 millones de pesos y en 2022 las pérdidas fueron de 473 813 millones.

Quintero anunció en su cuenta de Twitter que le pide a la junta directiva de EPM, que es dueña del 49,98 % de Tigo, que se solicitara a su socio Millicom, un informe detallado de su situación financiera para presentarlo ante las autoridades.

Según Quintero, Millicon tiene la intención de capitalizar a Tigo con 750 000 millones de pesos, de los cuales EPM tendría que financiar la mitad. Además, se pretende solicitar un crédito por 860 000 millones, que serían utilizados para pagar las deudas a los proveedores, pero Quintero, quien es el presidente de la junta directiva de EPM, dice que no está dispuesto a desembolsar ese monto.

Es de recordar que aún en su calidad como presidente de la junta, ha reiterado la intención de que la compañía venda su participación en Tigo, sin embargo, el mayor opositor de esta idea es el Concejo de Medellín que ha frenado la iniciativa, pero del otro lado existen políticos que incluso le piden a la Superintendencia de Sociedades intervenir en el caso.

“La administración de recursos públicos, en manos de privados, siempre ha resultado de que se engordan los bolsillos a los privados y que el público siempre termine pagando, y esa es la razón por la cual hoy está perdiendo muchísima plata, es un barril sin fondo de los ciudadanos de Medellín. Por esa razón hay que intervenir, porque esa intervención va a poder permitir, de pronto, mitigar las pérdidas y revisar qué se puede hacer; incluso mirar si hay que vender activos para sopesar el daño público y no tengan que pagar con el bolsillo de ellos”, aseguró Esteban Restrepo, aspirante a la Gobernación de Antioquia.

Por su parte, el ministerio de las TIC, durante la reunión convocada por el ministro Mauricio Lizcano y la Alta Consejería de Transformación Digital con Tigo y EPM, se expuso la situación financiera de Tigo y su necesidad de capitalización.

Como resultado de la reunión se acordó establecer una mesa de negociación entre Millicom y EPM que busque alternativas para garantizar la sostenibilidad financiera de la empresa, además de proteger a los usuarios y el patrimonio de los accionistas, tanto públicos como privados.

La pelea es de vieja data

La tenencia de EPM, de una participación accionaria en UNE, ha generado fuertes tensiones políticas en la capital antioqueña. Según los relatos que ha hecho el alcalde Quintero, en 2015, durante la administración de Aníbal Gaviria, la compañía de telecomunicaciones fue privatizada a través de una transacción que implicó que quedaran en el tintero 2,8 billones de pesos, los cuales pasaron a ser administrados por Millicom, la empresa privada con sede en Luxemburgo, que recibió el control, tras la fusión de UNE con Tigo Colombia Móvil.

En otras palabras, la mitad más uno era de EPM (propiedad de la alcaldía de Medellín); la otra parte, pasó a manos privadas, pero, según lo que ha declarado en varios escenarios Quintero, no han dado utilidad sino millonarias pérdidas.

El tire y afloje se ha centrado en el mensaje del alcalde de Medellín, según el cual, la negativa del Concejo ante la petición hecha por Quintero, implica hacerle perder al municipio 2,8 billones de pesos, lo que, en su momento, el mandatario estimó que equivalía a quitarle a cada ciudadano un millón de pesos, teniendo en cuenta que esos recursos podrían orientarse a inversiones en programas sociales y de beneficio para la comunidad.

En el otro extremo, los oponentes políticos al alcalde, sostenían que, de aprobarse la venta de las acciones de EPM en UNE, sería entregarle un cheque en blanco al mandatario, quien podría ejecutar dichos recursos, a su gusto, lo que se volvía más complejo, de cara a unas elecciones que ya están calentando motores en este año.