Economía
“Nosotros no somos exentos a la pudrición del cogollo”: la plaga que asedia el cultivo de palma de aceite en Colombia
En el marco de la XX Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite, Cenipalma dio a conocer las formas de riego más adecuadas para los cultivos y la plaga que puede echar a perderlos.
Este lunes 26 de septiembre se dio inicio a la vigésima Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite que se lleva a cabo en la ciudad de Cartagena con diferentes talleres, plenarias y demás actividades concernientes al sector.
En este primer día de preconferencia, los asistentes visitaron dos cultivos de palma de aceite: el primero, en la finca Rionilo, en María La Baja, Bolívar, en donde pudieron despejar dudas y ampliar su conocimiento sobre toda la metodología agrícola; y el segundo, en el Campo Experimental Palmar de La Sierra, Cenipalma, ubicada en la zona norte, más exactamente, en el municipio de la Zona Bananera.
Es de mencionar que esta visita tuvo tres ejes centrales: polinización artificial, sistemas de riego agronómico del híbrido y punto óptimo en cosechas de híbridos OxG, mismos en los que se exponen los retos a los que se enfrenta el cultivo de palma de aceite por el cambio climático –y otras variantes– que obliga en avanzar al sector en sus prácticas y herramientas.
Campo Experimental Palmar de La Sierra
Es de mencionar que Cenipalma es un grupo de investigadores que llevan a cabo experimentos y metodologías de todo tipo para la conservación y sostenibilidad de la palma de aceite.
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El grupo de expertos que conforman Cenipalma constantemente estudia los déficits que presentan los cultivos de palma de aceite, y sus posibles mejoras y prácticas para el mismo, respondiendo a las necesidades de los palmicultores y a la preservación que junto con tecnologías –incluida la inteligencia artificial– buscan consolidar aún más al gremio con un impacto ambiental, económico y social.
“Nosotros somos centro de experimentación. Vamos de la mano del productor de semilla. Probamos sus materiales genéticos, y probamos como nos va yendo con ellos”, dijo Hernán Mauricio Romero, director de investigación de Cenipalma a SEMANA, refiriéndose al tipo de semillas de palma que siembran en sus más de 100 hectáreas que son objeto de estudio. “Cenipalma produce también semillas”, destacó.
Los tres grandes retos de la palma de aceite
Entre las grandes dificultades que se encontró el equipo investigativo fue el manejo del agua para los cultivos: “Esta es la zona que queremos sembrar porque queremos investigar que pasa con el agua”, ya que es “escasa y no es un secreto”, señaló afirmando que existen varios tipos de riego, entre ellos, la inundación: “Es abrir un boquete en el río y dejar correr el agua y llenar”, un sistema que consideraron “no inteligente” por el valor mismo que tiene el agua, aclarando que este modelo les dejó pérdidas del 90%, pero “nosotros sabíamos que teníamos que hacerlo”, precisó que se realizó como experimento.
En la conversación habló de los sistemas más sofisticados de riego que hoy implementan, como el de aspersión y el de goteo “donde las pérdidas no alcanzan a ser ni del 20 %”, afirmando que el “agua es un bien tan preciado que lo estamos cuidando”, puntualizó.
Otra problemática en la que se ven enfrentados en la actualidad y contrarrestan es la pudrición de cogollo, también conocido como PC, siendo la más afectada la palma africana: “Nosotros no somos exentos a la pudrición del cogollo (...) tenemos un 20 % de la infestación de la implantación, pero de eso tenemos incidencias bajas. No es que tenga el 20% lleno de PC, sino que en algún sitio se ha detectado que sea un caso (...) Siempre hemos tratado de mantener las incidencias bajas”, manifestó resaltándolo como un reto que permanece y “se sobrelleva” enseñándoles a los palmicultores a combatir esta problemática.
Enumerando cada uno de los retos a enfrentar, la polinización salió a flote por el impacto que puede tener sobre la salud. “Hemos medido si el regulador de crecimiento termina en cuerpos de agua cercanos, si termina en un río” y aseguró que hasta el momento no ha sucedido.
Al cuestionarlo sobre los efectos negativos de la polinización en la palma de aceite y como esta podría incidir en productos de uso cotidiano para el ser humano, dijo: “Mucho de nuestros mercados exigen que no tenga un contaminante y este podría ser considerado un contaminante (...) Nosotros hemos hecho las mediciones y no le voy a decir que eso sale en ceros (...) sale en unas trazas tan pequeñitas”, señaló.